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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El amor en los tiempos de pandemia

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Parafrasendo a “El amor en los tiempos de Cólera”, de Gabriel García Márquez, ya se han escrito artículos, libros, canciones y alguna obra de teatro, y supongo que estará en marcha la gran película sobre el amor en tiempos de pandemia. ¿Qué es amor? Supongo que la concepción del amor que cada uno tenga tendrá que ver con sus hechos soñados vividos. Por mucho que se imiten los modelos del amor de las películas, en las obras de teatro o en las novelas, siempre hay una gran diferencia entre el amor en la ficción y el amor real. ¿Qué es amor? Eso me sigo preguntando yo, después de haber leído el ensayo “Una historia natural del amor.2, de Diane Ackerman, con la panorámica y la variedad de formas que nos presenta, en su libro, que así empieza: ”El amor es el gran intangible“.

En mi adolescencia cuando sentí aquella cosa intangible, por primera vez, que por momentos me causaba un extraño aturdimiento, en los que sentía como un paseo de mariposas por el estómago, cayó en mis manos un libro: “Estudios sobre el amor” de José Ortega y Gasset. Las siestas de aquel verano, sentado y apoyado siempre sobre el mismo pino en un altozano, fueron mi iniciación al amor. En ese gran tratado sobre la psicología y la elección en el amor, desde aquella altura del altozano y en la soledad de aquellas siestas épicas que abandoné, creo que definitivamente me enamoré del amor. Aunque el arte de amar lo aprendí con Ovidio.

El amor. ¿Qué es el amor? Ya se preguntaba el escritor Raymond Carver en su libro: “De que hablamos cuando hablamos de amor”; ya cantaba Sabina: “porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren”. Ríos de tinta se han utilizado para escribir miles y miles de canciones sobre el amor, o de la otra cara de su moneda: el desamor; y los característicos celos. De ese gran tronco del amor surgen las variadas ramas de amores místicos, platónicos, románticos o simplemente carnales. En esa variedad de conceptos, desde luego que no es lo mismo, el amor de madre, que el sentimiento de amor de Santa Teresa o San Juan de la Cruz, que el desenfreno del amor pasional, no es lo mismo. O sí.

En tiempos de confinamientos y perímetros la pandemia como un cólera se está imponiendo sobre los enamorados que no conviven y no pueden pasar de una comunidad a otra, de un país a otro. A la vez que se atisba un mecanismo psíquico de reparo a la hora de besar, de tocar. Me pongo en la piel de los recién enamorados en tiempos de pandemia, y siento el olor de la almendra amarga de “El amor en los tiempos del cólera”. ¿Qué está pasando con el amor en tiempos de pandemia? Eso mismo me vuelvo a preguntar yo. 

Parafrasendo a “El amor en los tiempos de Cólera”, de Gabriel García Márquez, ya se han escrito artículos, libros, canciones y alguna obra de teatro, y supongo que estará en marcha la gran película sobre el amor en tiempos de pandemia. ¿Qué es amor? Supongo que la concepción del amor que cada uno tenga tendrá que ver con sus hechos soñados vividos. Por mucho que se imiten los modelos del amor de las películas, en las obras de teatro o en las novelas, siempre hay una gran diferencia entre el amor en la ficción y el amor real. ¿Qué es amor? Eso me sigo preguntando yo, después de haber leído el ensayo “Una historia natural del amor.2, de Diane Ackerman, con la panorámica y la variedad de formas que nos presenta, en su libro, que así empieza: ”El amor es el gran intangible“.

En mi adolescencia cuando sentí aquella cosa intangible, por primera vez, que por momentos me causaba un extraño aturdimiento, en los que sentía como un paseo de mariposas por el estómago, cayó en mis manos un libro: “Estudios sobre el amor” de José Ortega y Gasset. Las siestas de aquel verano, sentado y apoyado siempre sobre el mismo pino en un altozano, fueron mi iniciación al amor. En ese gran tratado sobre la psicología y la elección en el amor, desde aquella altura del altozano y en la soledad de aquellas siestas épicas que abandoné, creo que definitivamente me enamoré del amor. Aunque el arte de amar lo aprendí con Ovidio.