El pasado 20 de julio y tras cuatro años consecutivos participando en los play-off, el F.C. Cartagena logró un ansiado ascenso de categoría hacia el fútbol profesional. Un auténtico éxito deportivo, del que la prensa especializada a nivel local, regional y nacional ya se ha hecho eco con detalle. Ahora bien, ¿este éxito deportivo podría venir acompañado de un éxito urbano?
Equipamiento y servicios urbanos de Cartagena
El club es el equipo de referencia de Cartagena, una ciudad trimilenaria con una historia urbana reciente muy activa, que la ha llevado a reinventarse y constituirse en la actualidad en una ciudad con identidad propia, en armonía con su tradición militar y marinera, en diálogo con su puerto y su historia, con equipamientos culturales de máxima categoría y una prometedora rehabilitación física y social de su casco antiguo.
Cartagena está inmersa en un proceso de rehabilitación urbana del que aún quedan retos por resolver, como su capacidad de carga turística, la incipiente gentrificación, el fachadismo, el peso exterior de la ciudad, la contaminación… Pero el camino avanzado es muy extenso. Actualmente, la ciudad cuenta con infraestructuras privadas y públicas que favorecen su desarrollo y mejoran la calidad de vida de sus habitantes, en lo económico y lo social: puerto multifuncional (deportivo, pesquero, crucerista, naval, militar, industrial…), playa urbana, museos, restos arqueológicos, universidades, centros comerciales, restaurantes, zonas peatonalizadas, auditorio, instalaciones deportivas… Sin embargo, este equipamiento debe ir acompañado de un uso de determinado alcance.
Con el puerto, Cartagena se sitúa en la red de ciudades importantes del Mediterráneo, gracias a la industria química y la llegada de cruceros, posible esta última ante la importante oferta turístico-cultural de la ciudad. El auditorio y otras instalaciones similares han permitido la celebración de eventos de alcance internacional, como el festival de la Mar de Músicas o conciertos de estrellas musicales. Las Universidades han logrado atraer talento docente e investigador con presencia en la comunidad científica internacional y una reconocida transferencia social y empresarial.
¿Pero qué alcance han propiciado las instalaciones deportivas? La ciudad cuenta con un equipo de fútbol sala en la máxima categoría de la competición, lo cual es muy valioso, pero el deporte más importante del país y del mundo es el fútbol once profesional, el de los estadios de decenas de miles de espectadores y alcance televisivo de millones. Y Cartagena ha estado fuera del mismo muchos años… hasta ahora.
Beneficios urbanos del fútbol profesional
El fútbol profesional, al que da acceso la 2º División (Liga SmartBank) en la que acaba de ingresar el F.C. Cartagena, genera unos beneficios económicos directos e indirectos en las ciudades de los clubes participantes que no tiene parangón y que la Liga denomina “efectos tractores” sobre la actividad económica: consumo alrededor de los estadios, transporte y alojamiento de aficionados, participación en prensa escrita, publicidad, videojuegos, ingresos de televisión…
Hay mucho estudiado sobre esto, a través de la Economía del deporte. Pero no todos los beneficios son económicos, también los hay intangibles, como aquellos relacionados con la autoestima de la comunidad urbana, el orgullo de pertenencia a un club de élite, la oportunidad de presenciar fútbol de primer nivel… El fútbol, materializado en el club albinegro, adquiere un carácter público y pasa a formar parte del patrimonio urbano de Cartagena, del que sus habitantes se sienten partícipes. En la ciudad portuaria un claro reflejo de esta apropiación patrimonial del equipo es su denominación popular de “Efesé”, haciendo referencia a las siglas “F.C.”, pronunciadas con el seseo propio del habla tradicional cartagenera.
Las principales ciudades de Europa tienen equipos en el fútbol profesional, y esto adquiere mayor importancia en España donde las competiciones están muy bien valoradas y son seguidas internacionalmente. Cartagena es el 24º municipio más poblado del país; en el fútbol profesional participan 42 equipos. Para la ciudad, formar parte de este selecto grupo era una necesidad pública.
El equipo de fútbol es una Sociedad Anónima Deportiva (S.A.D.), es decir, un proyecto empresarial, pero su devenir es de interés público y esto convierte el fútbol en un sector estratégico, de ahí que los equipos reciban subvenciones de administraciones públicas. Eso sí, convendría procurar no caer en fondos perdidos y asegurar repartos equitativos entre los clubes del territorio bajo gestión de cada administración, lo cual no siempre ha sucedido.
Cartagena, además, asume una centralidad con un amplio radio de influencia, que va más allá de la localidad y su vasto municipio y alcanza a toda la comarca del Campo de Cartagena, con un sentimiento identitario muy marcado que el equipo de fútbol puede canalizar, sana e inclusivamente, en lo emocional y como motor económico comarcal, si no provincial, mientras otros clubes de la Región se mantienen en categorías inferiores.
Ascenso futbolístico… ¿y urbano?
El éxito del F.C. Cartagena es privado y público al mismo tiempo y afecta casi por igual a aficionados y no aficionados. Su ascenso va a permitir al estadio Cartagonova albergar eventos de primer nivel, a la altura de los museos de la ciudad, y sus auditorios, y sus puertos, y su universidad, y sus playas, y su centro histórico… La marca 'Cartagena' se va a ver muy reforzada, con consecuencias económicas y emocionales. No solo ha ascendido un equipo de fútbol; ha ascendido una ciudad entera. Ojalá el F.C. Cartagena tenga una permanencia duradera en el fútbol profesional, con proyectos sostenibles no solo para la S.A.D. sino para toda la sociedad.
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