Qué duda cabe que la tramitación del proyecto de Presupuestos Regionales es uno de los grandes momentos del curso político. Y no sólo porque sea la ley más importante del año. Sino por la oportunidad de demostrar en un momento de crisis mundial como el actual, cuál es la verdadera identidad y prioridad de un gobierno que, hasta el momento, ha preferido vetar a pactar.
Los presupuestos pueden tener cuerpo de ley, pero tienen alma de pacto. El mismo espíritu de consenso e iniciativa que, desde el PSRM-PSOE, llevamos realizando con responsabilidad y sentido de Región desde el pasado mes de noviembre en aras de alcanzar un acuerdo social, que actúe como palanca de transformación social en la Región de Murcia.
Lo que estamos viviendo en estos últimos días, no es más que la prueba evidente de que las cuentas públicas son la radiografía de que no todos los gobiernos son iguales. De que no es lo mismo que gobierne la derecha a que gobierne la izquierda. Y, en definitiva, de que las recetas ‘austericidas’ del PP son diametralmente contrarias a las políticas sociales para fortalecer el Estado del Bienestar que defiende el PSOE. De ahí nuestras iniciativas, rigurosas, serias y concretas que ni han sido ni son ningún secreto ni para López Miras ni para el resto de grupos parlamentarios.
Todas ellas forman parte de un ADN colectivo y social de avances en derechos en la Región que el Partido Popular no debería obviar. Y sin embargo aquí estamos, en 2021, con las mismas y viejas costumbres de 2020. Y siendo la única comunidad autónoma de España sin presupuesto para este año con unos presupuestos prorrogados y recortados en sanidad pública haciendo frente a la mayor crisis de los últimos tiempos.
La Covid ha demostrado con crudeza que los recortes en sanidad pública y servicios sociales que se han ido produciendo en la última década en la Región han provocado que tengamos un sistema socio-sanitario infradotado y tremendamente tensionado.
Nuestra visión de la Justicia Social es la bisagra de un Estado Social y democrático de Derecho que no ha hecho más que mejorar la vida de los demás. De ahí nuestra batería de medidas para garantizar una atención socio-sanitaria basada en el bienestar de las personas y fundamental para salir de la crisis sin más desigualdad, miedos, ni temores. Especialmente, por y para las personas mayores y dependientes.
El Partido Popular se empeña, por puro interés partidista, en bloquear las propuestas sociales que desde el PSRM llevamos meses ofreciendo al gobierno al ligar los presupuestos a vetos innecesarios (como el veto parental en la escuela) que en nada beneficiarán al millón y medio de habitantes de la Región de Murcia.
El patriotismo del que tanto hacen gala no puede ser el temor de algo sino el apego y el respeto a las familias que se han sumado a las colas del hambre por la pandemia. Consideramos que este es el gran momento de la política porque es el momento del acuerdo. Pero también porque en los presupuestos es donde se demuestran los valores, no con palabras tibias a las que enseguida se lleva el viento del extremismo, sino con hechos que nos lleven a unos presupuestos expansivos que actúen como palanca de la transformación social y económica de la región a través de propuestas que sean un revulsivo para el Estado del Bienestar, creando una red de seguridad; especialmente para las clases medias y trabajadoras de la región.
La ciudadanía no entendería que López Miras diera prioridad a las exigencias de la ultraderecha antes que a las necesidades sociales de un tercio de la ciudadanía. Porque no se trata de imponer vetos presupuestarios. Sino de levantarlos para realizar unos presupuestos inaplazables e indispensables que erradiquen la desigualdad como cuna de todas las desigualdades. Y por ello, continuaremos tendiendo la mano, hasta el final. Y lo haremos para construir desde el diálogo democrático la base de un nuevo contrato social que cierre la brecha de la desigualdad en una región que ya partía con una gran desventaja de exclusión social en la casilla de salida de esta crisis.
Qué duda cabe que la tramitación del proyecto de Presupuestos Regionales es uno de los grandes momentos del curso político. Y no sólo porque sea la ley más importante del año. Sino por la oportunidad de demostrar en un momento de crisis mundial como el actual, cuál es la verdadera identidad y prioridad de un gobierno que, hasta el momento, ha preferido vetar a pactar.
Los presupuestos pueden tener cuerpo de ley, pero tienen alma de pacto. El mismo espíritu de consenso e iniciativa que, desde el PSRM-PSOE, llevamos realizando con responsabilidad y sentido de Región desde el pasado mes de noviembre en aras de alcanzar un acuerdo social, que actúe como palanca de transformación social en la Región de Murcia.