Tras dos años y medio incertidumbre y caos en la escuela por normas casi imposibles de cumplir, asustados por si nuestros alumnos y nosotros mismos sufríamos las, en muchas ocasiones graves, consecuencias de padecer COVID; tras dos años y medio tratando de mantener unos mínimos de calidad educativa lidiando con clases online, confinamientos, para que nadie se quedara atrás... parecía que por fin llegaba la tan ansiada normalidad…Pero no.
Seguimos con el caos que nos viene impuesto por unos gobernantes y supuestos gestores que en lugar de gobernar, desgobiernan y traen el desconcierto a los centros educativos ¿Es normal que los centros no sepan a principios de septiembre si contarán o no con el profesorado necesario? ¿Es normal que los textos legales por los que nos debemos regir no estén publicados en plazo para que dé tiempo a los equipos directivos a organizarse? ¿Es normal que los actos de adjudicación se retrasen a la segunda semana de septiembre o que tarden más de diez días en cubrir las vacantes de sustitución? Si eso les parece normal a los responsables de la Consejería de Educación, entonces sí, en la Región de Murcia hemos comenzado el curso con total normalidad.
Sin embargo, a movimientos sociales como Docente Unidos, o a las asociaciones de equipos directivos como ADES, no nos parece tan normal. Y seguramente a las familias, si realmente conocieran los entresijos de un centro educativo, tampoco les parecería normal. Desde estos colectivos llevamos mucho tiempo incidiendo en que la mejora de la calidad educativa debe pasar por una bajada de ratios y una reducción de horas lectivas del profesorado. Lamentablemente, el sistema de gestión impuesto desde la Consejería nos boicotea desde dentro. En 2016 se impuso a los centros la actual Orden de Cupos que rige el cálculo de la dotación de recursos humanos para los centros educativos en nuestra Región. Ya entonces los equipos directivos denunciaron sus deficiencias, pero nadie hizo caso. La Consejería nos vendió un aumento de autonomía de los centros y lo que nos coló fue un recorte en las horas asignadas.
Así las cosas, nos explican desde ADES, para obtener recursos, tales como horas para compensatoria, desdobles, laboratorios o atención a la diversidad, los equipos directivos deben diseñar grupos masificados, de 30 alumnos, pues esta Orden utiliza un 'algoritmo' que penaliza los grupos que van más descargados. Una vez calculado y aprobado (siempre a favor de la Consejería, ya sabéis, 'la banca nunca pierde') cualquier otro programa o proyecto que se solicite será aprobado pero siempre 'a cargo del cupo del centro'. O lo que es lo mismo, yo te invito pero pagas tú.
Hablando en plata, todo lo 'extra' que llegue, sea solicitado o impuesto va 'a los lomos' de los docentes y el marrón de organizarlo, para los equipos directivos. Muy bonito. ¿Queremos proyectos? Sí, con los recursos del centro. ¿Queremos atención a la diversidad? Sí, con los recursos del centro. ¿Queremos atención a los alumnos de incorporación tardía al sistema? ¿Español para extranjeros? ¿Riesgos laborales? ¿Coordinador de bienestar? Sí, sí, sí…Con los recursos del centro.
Y todo esto, por supuesto, con nuestras 20 o, cada vez más frecuentes, 21 horas lectivas, horas de docencia directa, que ya casi no dejan tiempo para labores académicas ni complementarias. Esto también hay que gritarlo: ¿Dónde queda el tiempo para organizar todos esos programas y proyectos? ¿Organizar las clases? ¿Corregir? ¿Rellenar los miles de informes a los que se ha visto reducida la atención a la diversidad y otros necesarios programas como la atención a la salud mental de nuestros alumnos? ¿Tutorías con los padres o coordinación con el equipo docente? Pues eso, a nuestras costillas también. Fines de semana, tardes o madrugadas. Qué más da que yo no pueda preparar bien una clase o corregir unos trabajos o que le robe tiempo a mi familia para poder hacerlo. O que no pueda atender a un niño con dificultades porque en una clase de 30 tengo cinco más con esas mismas dificultades o más graves. O que no pueda buscar actividades motivadoras para el que pide más…Total, si lo mío es vocacional y ellos van a pasar de curso sin aprobar.
La banca nunca pierde, no; los que pierden son siempre los mismos: los alumnos y los trabajadores.
Tras dos años y medio incertidumbre y caos en la escuela por normas casi imposibles de cumplir, asustados por si nuestros alumnos y nosotros mismos sufríamos las, en muchas ocasiones graves, consecuencias de padecer COVID; tras dos años y medio tratando de mantener unos mínimos de calidad educativa lidiando con clases online, confinamientos, para que nadie se quedara atrás... parecía que por fin llegaba la tan ansiada normalidad…Pero no.
Seguimos con el caos que nos viene impuesto por unos gobernantes y supuestos gestores que en lugar de gobernar, desgobiernan y traen el desconcierto a los centros educativos ¿Es normal que los centros no sepan a principios de septiembre si contarán o no con el profesorado necesario? ¿Es normal que los textos legales por los que nos debemos regir no estén publicados en plazo para que dé tiempo a los equipos directivos a organizarse? ¿Es normal que los actos de adjudicación se retrasen a la segunda semana de septiembre o que tarden más de diez días en cubrir las vacantes de sustitución? Si eso les parece normal a los responsables de la Consejería de Educación, entonces sí, en la Región de Murcia hemos comenzado el curso con total normalidad.