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Carta de un cura al prior del Valle de los Caídos

Viendo que realizas alegaciones ante la exhumación de los restos de Francisco Franco cuando desde instancias superiores te pidieron neutralidad y al no reconocer la autoridad del Gobierno y cuestionar la decisión del Tribunal Supremo -me imagino que pensando que hay jueces del Opus Dei que lo van a frenar- parece que no hay muchas dudas de que no quieres que se produzca la exhumación del dictador y prefieres que permanezca dentro del templo. Tienes una actitud clara y combativa y deberías responder por qué. ¿Te sientes identificado o sientes admiración por Francisco Franco?

Personalmente, no voy a hacer ninguna batalla de esto ni se encuentra entre mis preocupaciones, pero entiendo que el Valle de los Caídos es un monumento a la barbarie y a la crueldad humana, a la guerra, a las miles de personas represaliadas, encarceladas, torturadas y asesinadas, además de las mujeres que fueron violadas y los niños robados después del conflicto.

Es la expresión de los vencedores, de una guerra que nunca debió empezar, de un golpe de Estado que nunca se debió producir y de una violencia que nadie debió ejercer. El Valle de los Caídos es la exaltación de un tirano, de un asesino que está a los pies del altar. ¿Esto no te parece una profanación? Pienso que Dios no debe estar ahí, que Dios debería estar ausente de un lugar donde se venera la muerte y se da culto al sufrimiento humano. Para mí, Hitler, Stalin o Franco son asesinos, cada uno con una ideología, pero son los rostros de la crueldad humana que pisotea la vida y la dignidad humana.

Espero y deseo que algún día las personas estén por encima de las ideas, que el respeto, la fraternidad, la paz y el entendimiento desplacen a la violencia, la imposición, el poder y la avaricia. Espero que algún día la gente de derechas y de izquierdas, los creyentes de una religión o de otra, quienes creen y quienes no seamos capaces de dialogar, estimarnos y establecer una relación de concordia y encuentro.

Veo que dices que se tiene presente a todos los caídos, olvidando que fue un monumento de exaltación a “los caídos de nuestra gloriosa cruzada”, y, tal vez, digas que ahora se ha reconducido e incluye a los caídos de ambos bandos. Pero no entiendes, estoy convencido de ello, que eso es una forma de blanquear y justificar la guerra.

Hay caídos porque hubo una guerra, hubo matanzas, venganzas y no se trata de medir qué bando fue más cruel porque la guerra es cruel. Las guerras son malditas y no se pueden legitimar, ni siquiera apelando a los caídos de los dos bandos. Por cierto, supongo que quienes van a este lugar, además de turistas, son personas de ideología franquista o simpatizantes del franquismo; no creo que vayan familias de parientes muertos a manos del franquismo y no es difícil saber el por qué de esta realidad, cuáles son los sentimientos de unos y de otros.

Dices que no hay que abrir heridas, que hay que dejar las cosas como están para no removernos, que hay que seguir avanzando, pero creo que en el fondo lo que afirmas es que hubo un bando ganador y que eso es intocable y que todo está bien.

¿Te parece bien que seamos unos de los países con más fosas comunes? Me parece una vergüenza que se intente impedir sacar los restos de personas de las cunetas y enterrarlas con dignidad y, para muchas familias, como Dios manda. No se trata de abrir heridas, se trata de dignidad y justicia. Hay muchas personas que merecen la recuperación de la memoria histórica y su reparación; y eso es cerrar heridas, no abrirlas. Hubo un ganador militar, pero siempre perdemos todos, incluso los que ganan.

Me gustaría recordarte que el Valle de los Caídos está hecho con prisioneros fundamentalmente. Utilizaron mano de obra esclava y fueron tratados como animales. El Valle de los Caídos representa lo lúgubre, lo terrorífico, la maldad humana, aunque vaya bajo palio. Para los franquistas será un lugar de gozo, pero para el Dios de la vida es un lugar infernal.

No sé si vuestra comunidad benedictina debe permanecer en este lugar por lo que representa. Faltan muchas manos en lugares con sufrimiento donde aliviar el dolor humano.

Lo que sí te pido es que anunciéis que hay que amar a los refugiados, a los inmigrantes, que hay que respetar a los homosexuales, que el hombre y la mujer son iguales en deberes y derechos, que hay que defender un trabajo digno, que la guerra fue un error y un acto de nuestra inhumanidad, que la represión y la opresión -vengan de donde vengan- atentan contra el ser humano. También nos lo aplicaremos todos. Recuérdalo también el 20 de noviembre y no como provocación, sino como conversión.

Viendo que realizas alegaciones ante la exhumación de los restos de Francisco Franco cuando desde instancias superiores te pidieron neutralidad y al no reconocer la autoridad del Gobierno y cuestionar la decisión del Tribunal Supremo -me imagino que pensando que hay jueces del Opus Dei que lo van a frenar- parece que no hay muchas dudas de que no quieres que se produzca la exhumación del dictador y prefieres que permanezca dentro del templo. Tienes una actitud clara y combativa y deberías responder por qué. ¿Te sientes identificado o sientes admiración por Francisco Franco?

Personalmente, no voy a hacer ninguna batalla de esto ni se encuentra entre mis preocupaciones, pero entiendo que el Valle de los Caídos es un monumento a la barbarie y a la crueldad humana, a la guerra, a las miles de personas represaliadas, encarceladas, torturadas y asesinadas, además de las mujeres que fueron violadas y los niños robados después del conflicto.