Si nos atenemos a los picos más altos de las horquillas en la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) conocida esta semana, la izquierda podría estar a solo dos escaños de acariciar la mayoría absoluta en la Región de Murcia. Demasiado optimismo derrocha el estudio demoscópico de los muchachos de Tezanos, un trabajo de campo que se ha efectuado sobre algo más de 600 encuestados, dato que da que pensar sobre la fiabilidad del mismo. Con todo, sorprende la fe que algunos tienen en estas prospecciones, cuando en realidad, como suelen decir con machacona reiteración los políticos, la verdadera encuesta es la de la noche electoral.
Salta a la vista que los datos del CEMOP y del CIS difieren bastante. Se nota que ambos han sido cocinados en diferentes fogones. Los primeros sitúan al PP al borde de la mayoría absoluta y, por tanto, sumando más escaños que el conjunto de la izquierda. Esto sería crucial para los populares puesto que, de producirse, solo precisarían a Vox de manera puntual: para abstenerse en la investidura de López Miras y para pactar acuerdos concretos en la Asamblea Regional cuando se necesite del concurso de 23 votos. Cuesta creer que los de Abascal sean capaces de bloquear la elección del presidente del Gobierno, obligando a este a convocar nuevos comicios. No lo veo, la verdad. Ni ellos, tampoco.
El trabajo del CIS no augura lo del CEMOP. Según el primero, el PP podría alcanzar los 18 escaños, mientras PSOE y Podemos-IU-Alianza Verde, en el peor de los casos, sumarían un empate (14+4). Aquí sí que Vox sería fundamental para la gobernabilidad de los populares. ¿Y qué exigirán los de Abascal? De entrada, ya lo ha dejado claro José Ángel Antelo: “la derogación o modificación” -atención a este último matiz, expresado el jueves durante un desayuno con periodistas- de la Ley de Recuperación y Protección Integral del Mar Menor. Y, por supuesto, varias consejerías así como la presidencia de la Asamblea Regional. Y quién sabe si también la de la Autoridad Portuaria…
En la comunidad de Murcia, menos de seis puntos separan al PSOE del PP, según el CIS. Esa diferencia podría achicarse. O no. La horquilla de unos y otros va de los 14-16 de los socialistas a los 17-18 de los populares. Y otro dato que llama poderosamente la atención: un 20% de los electores aún no sabe a qué partido votará el 28-M. Hace unos días, el CEMOP cifraba esta eventualidad en un 38,5% del electorado.
Sorprenden las subidas que el CIS, como el CEMOP en menor medida, atribuye a Vox (7-9) y, sobre todo, a Podemos-IU-Alianza Verde (4-5). Ambas formaciones doblarían su actual representación en el Parlamento regional. A los primeros les beneficiaría, entre otros aspectos, su defensa a ultranza del sector agrícola del campo de Cartagena, frente a lo que califican de demonización por quienes responsabilizan a los agricultores de los vertidos de nitratos al Mar Menor. A los segundos, el desencanto de un relativo porcentaje del electorado socialista y su coalición con IU y la Alianza Verde de Juantxo López de Uralde.
Ciudadanos no cuenta ni para el CIS ni para el CEMOP. El electorado regional ha evidenciado su desconfianza hacia un partido que ha sido muleta de los populares en las dos últimas legislaturas, si bien en la 2015-2019 con bastante más coherencia en sus planteamientos, para en la de 2019-2023 protagonizar, con su transfuguismo, uno de los mayores esperpentos vividos en la escenografía política de esta comunidad autónoma desde la época de la Transición. Su actual dirección, más voluntariosa que otra cosa, será la que pagará las consecuencias del desaguisado.
Lo demás, pasando por Más Región-Verdes Equo, Movimiento Ciudadano o Por mi Región -antes Somos Región-, y así hasta una quincena de candidaturas, ni está ni se le espera. Los vaticinios apuntan a que la noche del 28-M dejará abierto un escenario de pactos que se tendrán que hilvanar en días sucesivos. Vox puede tener la sartén por el mango. Y sacar tajada. Todo para que el PP siga dirigiendo esta Región y alcance los 32 años en el Palacio de San Esteban. Que la izquierda tomara el relevo, por fin, sería como experimentar el milagro del Sol en Cova da Iria.
Si nos atenemos a los picos más altos de las horquillas en la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) conocida esta semana, la izquierda podría estar a solo dos escaños de acariciar la mayoría absoluta en la Región de Murcia. Demasiado optimismo derrocha el estudio demoscópico de los muchachos de Tezanos, un trabajo de campo que se ha efectuado sobre algo más de 600 encuestados, dato que da que pensar sobre la fiabilidad del mismo. Con todo, sorprende la fe que algunos tienen en estas prospecciones, cuando en realidad, como suelen decir con machacona reiteración los políticos, la verdadera encuesta es la de la noche electoral.
Salta a la vista que los datos del CEMOP y del CIS difieren bastante. Se nota que ambos han sido cocinados en diferentes fogones. Los primeros sitúan al PP al borde de la mayoría absoluta y, por tanto, sumando más escaños que el conjunto de la izquierda. Esto sería crucial para los populares puesto que, de producirse, solo precisarían a Vox de manera puntual: para abstenerse en la investidura de López Miras y para pactar acuerdos concretos en la Asamblea Regional cuando se necesite del concurso de 23 votos. Cuesta creer que los de Abascal sean capaces de bloquear la elección del presidente del Gobierno, obligando a este a convocar nuevos comicios. No lo veo, la verdad. Ni ellos, tampoco.