Si alguien en Madrid seguía creyendo que lo del cambio climático era cuestión de una discusión científica, este fin de semana seguro que se le han despejado las dudas. Esperemos que las administraciones públicas se tomen en serio que afrontar la Emergencia Climática debe ser prioritario.
Pero las desgracias no llegan solas, y este invierno de la mano de Filomena, han vuelto a aparecer los verdaderos 'putos amos' de este país: Las Eléctricas.
Otra vez ganan los de siempre, y la respuesta del Gobierno de coalición, ha sido exactamente la misma que cuando gobernaba el Partido popular o el Partido socialista en solitarios: 'Hemos abierto una investigación a través de la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia', en otras palabras, este próximo mes pagaremos la electricidad casi un 30% más cara. Si alguien piensa que las eléctricas están temblando por la investigación abierta, es que desconocen los tentáculos que poseen. Los únicos que vamos a temblar somos otra vez nosotros. Si la respuesta del actual gobierno ante este atraco a mano armada en plena ola de frio es que ha ordenado abrir un expediente, o decirnos que la subida es coyuntural, me temo que otra vez heredan siempre los mismos.
Pero si Filomena ha venido a recordarnos que el cambio climático y sus consecuencias no serán puntuales y esporádicas, no nos olvidemos de las gotas frías (Danas) que llevamos en nuestro body, y si no que se lo digan a los vecinos del Mar Menor, de las Islas Baleares, etc., el año 2021 ha empezado no solo con una tercera ola que está dejando en evidencia nuestra escasa responsabilidad cívica y sanitaria, algunos ya echan de menos a 2020, sino que la gestión del proceso de vacunación, vuelve a ponernos frente al espejo de nuestra capacidad de organización, gestión y planificación.
VOX pide el Nobel de la Paz para Donald Trump
Entre la nieve, las vacunas, los contagios y las muertes, que por desgracia ya forman parte de nuestra cotidianidad, y hemos normalizado el que cada día mueran cientos de personas, apenas se ha comentado un hecho muy grave, y es que el número uno de VOX en Europa, el Eurodiputado Jorge Buxadé, persona muy allegada al propio Santiago Abascal, ha firmado, junto a otros diputados de extrema derecha europea (Alternativa para Alemania y Verdaderos Finlandeses), una petición para que la Unión Europea respalde la solicitud para que el todavía Presidente de EE.UU. Donald Trump, sea propuesto para el Nobel de la Paz.
Si no fuera porque estamos hablando del tercer partido del parlamento español, con varios millones de votos, y que gracias a ellos, las comunidades autónomas de Andalucía, Madrid y Murcia, son cogobernadas por el Partido Popular y Ciudadanos, sería para tomarlo como una broma de mal gusto.
Pero nos equivocaremos si seguimos tratando al partido ultra conservador como un apéndice de los populares, como una anomalía democrática, como un pequeño tumor de la democracia.
El Partido Demócrata de EE.UU. y una gran parte de la cúpula del Partido Republicano, no creo que nadie pueda acusarlos de Comunistas, Bolivarianos y Castristas, han decidido poner contra las cuerdas de la decencia democrática, a quien lideraba en el mundo la corriente de partidos de extrema derecha que siguen ganando adeptos por todos los países de nuestro entorno, por cierto, haríamos mal si olvidamos que si no llega a ser por el Covid y sus consecuencias económica, casi con total seguridad, el 'loco Trump' hubiera vuelto a ganar, de hecho, ha batido el récord de votos en el partido republicano.
En cambio, aquí, en España, seguimos dejando pasar oportunidad tras oportunidad para desenmascarar las políticas económicas, sociales, educativas, sanitarias y laborales que defienden, y solo entramos a debatir en el terreno de juego que más les beneficia: El lodazal.
Nos echamos las manos a la cabeza porque ponen carteles de 'Okupas a la Calle' o 'La Violencia no entiende género', y nos remangamos para discutir con sus mensajes llenos de medias verdades, la peor de las mentiras, en cambio, somos incapaces, cuando no esconden sus verdaderas intenciones y alaban a sus auténticos líderes de opinión, de ponerlos en el centro del escenario, e intentar abrir los ojos a sus 'incondicionales seguidores' de sus verdaderas intenciones.
Si no hablamos de lo que representan estos partidos de extrema derecha en materias que podrían poner en peligro la igualdad y la solidaridad entre personas, sistema de pensiones, sanidad y educación pública, derechos sociales y laborales, quizás, cuando vayamos a hablarlo, están ya en el gobierno, y entonces, ya no habrá nada de que hablar, o peor aún, no tendrán nada que hablar con quienes no se cuadren ante la bandera de España.
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