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Lo que nos jugamos el 28M

Cuando encaramos la última semana de campaña electoral, como ciudadano de a pie sin adscripción a partido político alguno, aunque sí interesado por el devenir de la sociedad de la que formo parte, me atrevo a compartir algunas consideraciones sobre el importante momento que la Región y la ciudad de Murcia atraviesan.

Con una legislatura partida en el Ayuntamiento de Murcia, en la que el equipo de gobierno actual ha tenido que bregar con tan sólo dos años de tiempo para desarrollar su proyecto político, el balance es claramente positivo en el ámbito ciudadano del sur de la ciudad en el que habito, al que pretendo ceñirme, con proyectos urbanísticos en pleno desarrollo que se han implementado no sólo con el rechazo de los partidos de la oposición, sino con la amenaza de su paralización si llegaran a la alcaldía de la Glorieta. 

El ejercicio del voto es un derecho inalienable, pero con una responsabilidad ineludible para cada votante, pues de él depende lo que pudiera suceder en un futuro inmediato que a veces pudiera resultar irreversible:

El Soterramiento de las vías en su fase primera es un logro de la ciudadanía de Murcia, independientemente de la gestión de los promotores de la movilización, que ha dotado a la ciudad de Murcia de un espacio de encuentro en el lugar que otras veces ocupaban las vías del tren con un evidente muro que dividía la ciudad y que ha dado al traste con el proyecto de llegada del AVE en superficie con que nos querían obsequiar quienes han tenido la titularidad de la alcaldía durante casi treinta años. Este espacio de encuentro que nos hace soñar en una ciudad amable que Murcia aún no es, todavía no está urbanizado por más que su proyecto esté sólo a falta de unos “flecos” en las mesas de Urbamusa, ADIF y de la Empresa Pública Murcia Alta Velocidad, que no acaban de decidir su puesta en ejecución. Por ello un cambio en la Glorieta podría suponer un cambio a peor en la culminación de este paseo o bulevar que sólo tiene un acondicionamiento temporal desde su inauguración provisional en la Navidad de 2021. No podemos olvidar que, en su lugar, el Plan de Ordenación Urbana preveía desde 2009 una verdadera autopista dentro de la propia ciudad con dos carriles de circulación en ambos sentidos y ha sido el gobierno municipal actual quien lo cambió, y que a ello podríamos estar abocados si cambian los gestores del urbanismo, la Alcaldía de Murcia.

El Plan de Movilidad Sostenible es otro de los proyectos vitales para la ciudad que está siendo implementado por el Alcalde actual con la oposición del resto de partidos. Ballesta ya ha dicho que lo paralizará si vuelve a la Alcaldía y Vox mantiene lo mismo. Con la ayuda interesada e intransigente de un lobby de algunos comerciantes del Barrio de El Carmen, que en absoluto representan a la ciudadanía ni pueden ostentar la voz de los vecinos por más que algún titular de algún medio lo haya comunicado así, con lemas manipuladores y falsos como 'cierran mi barrio'. El 28M nos abre un panorama incierto sobre el proyecto más seguro para la mejora de la ciudad para el peatón y el fin de la contaminación cuyo origen no es otro que los tubos de escape de los coches, la mayoría de los cuales atraviesan El Carmen en búsqueda de otros destinos ahorrándose la utilización de la rondas de circulación periféricas. Somos la tercera ciudad más contaminada de España y las industrias brillan por su ausencia. Contra esa contaminación las Asociaciones de Vecinos vienen luchando desde hace decenios; ya en 1995 la Asociación de Vecinos de El Carmen mantenía una campaña contra ello y ahora, por fin, podemos vislumbrarlo gracias al empeño de la última corporación municipal y la ayuda de los fondos europeos.

En estos dos años nuestros barrios han iniciado cambios que estaban esperando durante décadas por incumplimiento de promesas electorales reiteradas por gobiernos anteriores pero nunca satisfechas. Barriomar puede dar por seguro un Parque Metropolitano Oeste al que la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Murcia dio su visto bueno con presupuesto de licitación incluido.

Las obras del soterramiento en el cuello de botella de la Orilla de la Vía en Barriomar siguen de manera inaplazable y en unos años podrán disfrutar de un barrio modernizado sin ruido ni temblores de las casas por los trenes a dos palmos de sus fachadas, cuando lo que tenían por seguro si no se hubiera producido el cambio en La Glorieta, era un AVE sin soterramiento hasta la Estación Murcia del Carmen y una vía en superficie con 25.000 voltios en sus catenarias por delante de sus casas para que dichos trenes AVEs fueran mantenidos y puestos a punto en la Estación Murcia-Cargas de Nonduermas. ¿Cómo así se hubiera podido hacer obra alguna? Pero tampoco hacía falta, porque Murcia habría quedado dividida en dos por el ferrocarril definitivamente, como ha estado 160 años y como permanece Valladolid que accedió a una propuesta semejante a la que nos hizo Valcárcel, Rajoy, Ana Pastor y Ballesta. Y en Barriomar seguirían temblando las casas porque los trenes sin soterrar seguirían pasando por enfrente perpetuamente.

La “sanación” de la ciudad no puede estar en juego y no puede tener marcha atrás, lo que exige coherentemente la continuidad del actual gobierno de La Glorieta que se ha empeñado en tal empresa.

Somos mayoría los que estamos en contra de la profesionalización de la política, la alternancia es garantía de la no corrupción en la que Murcia viene nadando desde hace década. Pero en determinados momentos la continuidad de proyectos de bienestar y salud pública debe estar garantizada. Y esto es lo que Murcia tiene en juego.

Esto es lo que Murcia se juega el 28 de mayo. Que cada cual vote lo que quiera, responsablemente, pero que luego no se queje. O como decíamos antes: “Las reclamaciones al maestro armero”

Cuando encaramos la última semana de campaña electoral, como ciudadano de a pie sin adscripción a partido político alguno, aunque sí interesado por el devenir de la sociedad de la que formo parte, me atrevo a compartir algunas consideraciones sobre el importante momento que la Región y la ciudad de Murcia atraviesan.

Con una legislatura partida en el Ayuntamiento de Murcia, en la que el equipo de gobierno actual ha tenido que bregar con tan sólo dos años de tiempo para desarrollar su proyecto político, el balance es claramente positivo en el ámbito ciudadano del sur de la ciudad en el que habito, al que pretendo ceñirme, con proyectos urbanísticos en pleno desarrollo que se han implementado no sólo con el rechazo de los partidos de la oposición, sino con la amenaza de su paralización si llegaran a la alcaldía de la Glorieta.