Región de Murcia Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Feijóo pide que el Gobierno asuma la gestión de la DANA mientras Mazón se resiste
El esfuerzo colectivo para no dejar nada sin rastrear en el parking de Bonaire
Opinión - Feijóo entierra a Mazón. Por Esther Palomera

La legendaria coleta de Pablo Iglesias

0

No digo que no me sorprendió que la noticia de que Pablo Iglesias se había cortado la coleta abriera la noticia de algún que otro telediario, no; sin embargo, si me han llamado la atención las opiniones de los estilistas y de ciertos analistas políticos sobre el significado de la perdida de ese atributo, que ha sido durante años la coleta nacional.

No voy a hacer una valoración de lo que ha significado Pablo Iglesias en la política, con sus luces y sus sombras ha sido un enfant terrible, supongo que, como siempre, el tiempo lo pondrá en el lugar que le corresponda.

Lo que sí me sorprendió es que la noticia, con su foto correspondiente, fuera catalogada de una exclusiva del diario La Vanguardia firmada por el periodista y crítico de cine Pedro Vallín y que el libro que Iglesias lee en su primera foto sin coleta, sea precisamente: “¡Me cago en Godard! Por qué deberías adorar el cine americano y desconfiar del cine de autor si eres culto y progre”, escrito precisamente por Vallín.

Supongo que ese libro será irreverente y pretenderá agitar el panorama de los cinéfilos. Lo leeré en su momento, porque intuyo que puede ser divertido. Desde luego la noticia del corte de la coleta nacional de Pablo Iglesias ha ido más allá y también la han publicado distintos periódicos europeos, sin ir más lejos el diario italiano “La Repubblica” hablaba de la “legendaria coleta”.

Pablo Iglesias, que ha lidiado con sus discursos en plazas de tercera y hasta portátiles, habiendo triunfado en la famosa plaza de Vistalegre de Madrid, con su decisión de retirarse de la política ha dejado descolocados al personal. Especialmente a ese personal, que, en su café o taberna de cada día, necesitaba lanzar unos insultos como una dosis para exorcizar una especie de cabreo o de odio.

Observo, en mi café mañanero de cada día, que ese personal se ha quedado huérfano de repente. ¡Qué hacer! ¿A quién se le lanza los improperios, a quien se le da leña al mono hasta que hable inglés?, si hasta de unos de esos parroquianos ya le decía al otro, que su mujer le había dicho que si coleta estaba más guapo. Atentos a la pantalla. A mí me hubiera gustado en esa exaltación de la noticia de la coleta, que, por ejemplo, opinara el último novio de Ayuso, para darle un toque exótico, que leí que era peluquero. Porque mucho se habrá de la exclusiva noticia de Pablo Iglesias sin coleta. Pero, ¿quién el estilista, la peluquera o el peluquero que le cortó la coleta?

Pues ahí se quedan con una estrofa de una hermosa canción del Sabina: Yo no quiero cargar con tus maletas/Yo no quiero que elijas mi champú/Yo no quiero mudarme de planeta/Cortarme la coleta, brindar a tu salud“.

Y por vuestra salud, brindo, hipotéticos lectores.

No digo que no me sorprendió que la noticia de que Pablo Iglesias se había cortado la coleta abriera la noticia de algún que otro telediario, no; sin embargo, si me han llamado la atención las opiniones de los estilistas y de ciertos analistas políticos sobre el significado de la perdida de ese atributo, que ha sido durante años la coleta nacional.

No voy a hacer una valoración de lo que ha significado Pablo Iglesias en la política, con sus luces y sus sombras ha sido un enfant terrible, supongo que, como siempre, el tiempo lo pondrá en el lugar que le corresponda.