Un paso más, muy significativo, en la política de la contrarreforma ambiental de nuestro Gobierno regional es la propuesta de modificación de la Ley de Recuperación y Protección del Mar Menor. La Asamblea Regional aprobaba recientemente, con los votos del PP y Vox, una moción para modificar esta ley. Con ese doble lenguaje que caracteriza al PP, señalaba que esa modificación se realizará entre todos los grupos parlamentarios cuando ni siquiera la propuesta de moción ha tomado en cuenta su opinión. La iniciativa del Partido Popular intenta revisar o más bien anular la norma y elaborar en el menor tiempo posible una proposición de ley en el seno de la Comisión de Asuntos Generales e Institucionales de la Asamblea. El objetivo de la reforma de la ley es vaciarla de contenido y eliminar los elementos de protección de la laguna costera.
La ley que se pretende desmantelar o descafeinar, denuncia el grave desequilibrio que el estado ecológico del Mar Menor atraviesa en los últimos tiempos y que eran necesarias, con carácter extraordinario y urgente, acciones normativas y no normativas encaminadas a su protección y recuperación. Describe la enorme expansión del regadío que, como consecuencia, ha incrementado de forma muy notable los flujos hídricos y de nutrientes que alcanzan el Mar Menor y sus humedales litorales a través del conjunto de flujos superficiales, subsuperficiales y subterráneos. Plantea que es obligación de todos los poderes públicos y de la sociedad proteger, conservar y preservar el Mar Menor y su entorno y, en particular, los recursos naturales que se localizan en ellos.
El relato que nos pretende vender el PP se basa en su eliminación con el pretexto de pulir aspectos de la normativa. La ultraderecha de Vox, en su argumentario, señala que es una ley que atribuye a los agricultores del Campo de Cartagena la responsabilidad del deterioro medioambiental de la laguna. En la práctica, esa moción de modificación de la ley significa plegarse a los intereses de Vox y los lobbies agroexportadores que siempre han pensado en esta ley como una serie de trabas ambientalistas que ponían un corsé a la industria agroalimentaria exportadora y también al urbanismo en del entorno del Mar Menor. Se nos quiere vender la moto, de que una protección del Mar Menor pude hacerse sin delimitar los impactos ambientales y sociales. El Partido Popular ha pasado de la retórica de ni un paso atrás en la protección del Mar Menor a un cambio fundamental de la ley de protección de la laguna
La reforma, o más bien, la anulación de la ley no tiene como objetivo la protección del Mar Menor, sino establecer importantes pasos atrás en la desprotección de la laguna. Además, aspectos centrales de la ley no están desarrollados como la elaboración del Plan de Ordenación Territorial de la Cuenca Vertiente al Mar Menor. En las consultas a expertos que propone el Grupo Parlamentario Popular para esa comisión de revisión, el sector agrícola está sobrerrepresentado, también el propio PP, con los ayuntamientos mayoritariamente de dicho partido y, por el contrario, la sociedad civil y la comunidad científica están escasamente representadas. Es claramente un intento de eliminar la norma, para sustituirla por otra, a medida del sector agroindustrial y sus socios de Gobierno.
La pretendida reforma de la Ley de Recuperación y Protección del Mar Menor será un peldaño más en la desprotección de las salvaguardas ambientales de la laguna. La alianza PP-Vox se configura, cada vez más, no en un gobierno para todos los murcianos y murcianas sino para los intereses de los lobbies agroexportadores Mientras se tramita la modificación, siguen sin aprobarse y ponerse en marcha los aspectos más importantes de la Ley, que deberían haberse implementado con urgencia.
Sin embargo, las amenazas al Mar Menor siguen persistiendo; los aportes de la agricultura, ganadería, minería y, en menor medida, las aguas residuales, la mancha blanca y su posible relación con el acuífero, la pérdida de salinidad de la laguna, la disminución del PH y las fluctuaciones de las temperaturas. Hay que avanzar urgentemente en las soluciones como protección de humedales el filtro verde, una transformación radical de la agricultura en el entorno de la laguna y, en general, la búsqueda de soluciones basadas en la naturaleza.
Un paso más, muy significativo, en la política de la contrarreforma ambiental de nuestro Gobierno regional es la propuesta de modificación de la Ley de Recuperación y Protección del Mar Menor. La Asamblea Regional aprobaba recientemente, con los votos del PP y Vox, una moción para modificar esta ley. Con ese doble lenguaje que caracteriza al PP, señalaba que esa modificación se realizará entre todos los grupos parlamentarios cuando ni siquiera la propuesta de moción ha tomado en cuenta su opinión. La iniciativa del Partido Popular intenta revisar o más bien anular la norma y elaborar en el menor tiempo posible una proposición de ley en el seno de la Comisión de Asuntos Generales e Institucionales de la Asamblea. El objetivo de la reforma de la ley es vaciarla de contenido y eliminar los elementos de protección de la laguna costera.
La ley que se pretende desmantelar o descafeinar, denuncia el grave desequilibrio que el estado ecológico del Mar Menor atraviesa en los últimos tiempos y que eran necesarias, con carácter extraordinario y urgente, acciones normativas y no normativas encaminadas a su protección y recuperación. Describe la enorme expansión del regadío que, como consecuencia, ha incrementado de forma muy notable los flujos hídricos y de nutrientes que alcanzan el Mar Menor y sus humedales litorales a través del conjunto de flujos superficiales, subsuperficiales y subterráneos. Plantea que es obligación de todos los poderes públicos y de la sociedad proteger, conservar y preservar el Mar Menor y su entorno y, en particular, los recursos naturales que se localizan en ellos.