Se llama Sergio, pero se podría llamar de cualquier otra manera . Ha dado una entrevista en un diario de papel de la Región y es escalofriante: según Sergio empezó con el mundo de las apuestas bien joven. Actualmente tiene 22 y el dato de dinero gastado asusta.
No es raro que esto pase en esta comunidad, sólo hay que pasearse por cualquier calle de nuestras ciudades o barrios, abarrotadas de carteles y luces de locales de apuestas, más que quioscos y librerías. A eso le sumamos casinos enormes, bien guapos, con buena publicidad.
Que eso pase en esta Región es un fracaso de nuestra sociedad, de los que nos gobiernan aquí y en general de todos nosotros. Que chavales jóvenes empiecen a apostar con esa facilidad se debe a muchas cosas, entre otras al poco control que hay de las personas que entran en estos establecimientos, de la cercanía a colegios, institutos y demás. Que en los puestos de alta dirección de esas empresas de apuestas esté gente cercana a la política o que han estado dentro de la política nos da una idea del poco interés que hay en controlar eso .
Si un joven se ve atrapado en una enfermedad como la ludopatía no es por un solo factor, está claro. Pero si no se le ponen ayudas a estos jóvenes para que no recurran o tengan tentación para acudir a esas máquinas de apuestas es por la sencilla razón de que no interesa.
Un ejemplo cercano, una escuela de música: un buen ambiente para lo menores y sobre todo el realizan una afición sana, apenas tiene ayudas. Al contrario, cuesta dinero. Ni para instrumentos tienen, ni un local en condiciones. A la comunidad no le interesa eso. Si quieres estudiar musical te lo pagas .
Pero como ese ejemplo muchos más. Apenas hay plazas públicas para natación, que además es sano e incluso recomendable por médicos. Academias privadas hay para todo, pero para los jóvenes tener un ambiente lúdico sano y público según en qué sitios es casi imposible.
A todo esto hay que sumar que durante la pandemia y mientras existían medidas anticovid, en estos los locales de apuestas las restricciones eran menores que en otros sitios. Claro, no sea que algunos que ponen pasta se enfaden .
Lástima. Lástima que algunos jóvenes -y también menos jóvenes por que no decirlo- se vean encerrados en este mundo que destruye y destroza incluso familias de por vida, mientras algunos se forran a costa de esta gente, y además como el gobierno regional les rebaja los impuestos. Esos impuestos que influye en ayudas precisamente para fomentar el ocio sano.
Apañados vamos, en esta Región tenemos otro récord negativo, y son muchos: el de más casas de apuestas por kilómetro cuadrado.
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