Moratoria de las macrogranjas porcinas

El crecimiento del sector del porcino está absolutamente descontrolado en la Región, sobre todo, en el valle de Guadalentín. Este descontrol viene determinado por una dejación de la administración regional, la escasa o nula supervisión sobre la gestión, la ausencia de vigilancia, la extracción ilegal de agua y la actitud de la administración local que prácticamente autoriza cualquier instalación,

Ecologistas en Acción ha presentado una denuncia judicial solicitando la investigación de altos cargos de la comunidad autónoma, los regantes y el consistorio lorquino como posibles autores de delitos de prevaricación. Según la organización ecologista, se conceden sistemáticamente licencias irregulares a explotaciones ganaderas sin suministro de agua y luego se hace uso de pozos ilegales e incluso de aguas del Trasvase Tajo-Segura, a las que no se tiene derecho. El abogado de la organización ambiental, José Manuel Muñoz, denunciaba que se han reabierto explotaciones ganaderas de porcino con la licencia caducada, comenzando a funcionar para sortear los controles de impacto ambiental y luego solicitar su regularización que se concede habitualmente.

En la denuncia destacan la gestión inadecuada de los purines (los excrementos y orines del cerdo) y su nulo control. Existen balsas sin impermeabilizar, se vierten purines en terrenos de forma ilegal provocando, entre otros problemas, la contaminación por nitratos de los suelos y el peligro de que sus lixiviados lleguen a las aguas subterráneas. El descontrol y la saturación de los vertidos de purines implican severos problemas sociales como los malos olores que se han convertido en una constante en determinadas zonas la región.

Un problema cada vez más creciente de calidad del aire son las emisiones a la atmósfera procedente de la ganadería, en general, y de la porcina en particular. Los principales contaminantes atmosféricos son el sulfuro de hidrógeno, el metano y el amoníaco; estos últimos, gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. El amoníaco se produce por la putrefacción de la materia nitrogenada proveniente de plantas y animales y de los purines de la ganadería porcina. Los efectos principales de la exposición al amoniaco se presentan en el sitio de contacto directo: la piel, los ojos, la boca o los sistemas respiratorio y digestivo.

El 92% de las emisiones de amoníaco en España son originadas por la ganadería industrial y siguen aumentando, al contrario que el resto de Europa. La Comisión Europea ha denunciado reiteradamente a España por exceder sus emisiones de amoniaco un 39% sobre el umbral establecido.

Una reciente Investigación del Departamento de Ciencias de la Tierra del Centro Nacional de Supercomputación, señala a la Región de Murcia como la segunda más contaminada de España después de Cataluña. El estudio estima que, al día, la ganadería de la región emite a la atmosfera hasta 40 toneladas de amoniaco (NH3) que además es precursor de la formación de partículas PM2.5. Las emisiones se concentran en los días de más calor, en verano, influenciadas por la temperatura y velocidad del viento. Solamente una estación de la red de vigilancia atmosférica, la de Lorca, mide los niveles de amoniaco. Es a todas luces insuficiente para el análisis y diagnóstico de las emisiones de la ganadería en un territorio tan extenso como es el municipio lorquino.

En la Región se han creado plataformas en Yecla, Jumilla y Cieza que han desarrollado diversas movilizaciones contra los impactos ambientales de las macrogranjas porcinas El Ayuntamiento de Lorca, acordó la modificación del Plan de Ordenación para alejar las granjas porcinas 1.500 metros de los núcleos urbanos de las pedanías de Lorca. El Ayuntamiento de Cieza llevó a pleno la aprobación inicial del PGMO que limita la instalación de granjas de ganadería intensiva en suelo urbano o que puedan provocar perjuicios a la agricultura, el turismo y el medio ambiente Sin embargo el crecimiento desmesurado, desordenado y caótico sigue provocando todas las secuelas de emisión de residuos, purines y contaminantes a la atmósfera

La Coordinadora Estatal Stop Ganadería Industrial, lanzó el 22 de diciembre una recogida de firmas en apoyo de su petición de una moratoria a la ganadería industrial en España. Este modelo intensivo se está extendiendo por todo el territorio estatal y tiene graves impactos para el medio ambiente, el mundo rural y la salud de las personas. Es necesario un cambio a un modelo ganadero extensivo con base agroecológica, frente al modelo intensivo o industrial. Establecer una moratoria a las macrogranjas es el único instrumento útil para frenar esta proliferación caótica y sus impactos sociales y ambientales.