El mensaje ha sido fuerte y claro: Los murcianos y murcianas han ratificado en las urnas lo que llevan diciendo mucho tiempo en la calle. La mayoría pide otra forma de gobernar, con honradez, transparencia, participación y cercanía, valores que no cuestan dinero pero de los que los gobiernos del PP han carecido.
La gente lleva tiempo pidiendo un gobierno que les defienda, que les garantice derechos básicos como la sanidad, la educación, la dependencia, la vivienda. Un gobierno que luche contra la pobreza, que sea una garante de la solidaridad, que reparta lo poco o mucho que tenga que administrar de forma justa. Un gobierno que no les mienta, que les facilite la vida, que no venda imposibles a cambios de votos. Un gobierno decente.
La mayoría pide cambiar la forma de hacer política y cambiar al partido que nos gobierna los últimos 20 años. El mensaje está claro y ahora nos toca a los partidos con representación en la Asamblea Regional administrar este mensaje.
No será fácil. Se abren dos posibilidades: dejar que gobierne el partido mayoritario, o que PSRM, Podemos y Ciudadanos busquen un punto de encuentro para la alternancia que se les prometió a los ciudadanos durante la campaña. Cualquiera de ellas es igual de legítima y los partidos tienen el mandato de los ciudadanos para sentarse, hablar y negociar lo que sea mejor para la Región y sus vecinos.
Digo que no será fácil porque aquí cada partido aplicará su estrategia electoral de cara a las elecciones generales de finales de año y en función de ello hará. En otras circunstancias la alternancia al PP, que en definitiva es lo que todos propusimos, sería mucho más viable.
El mensaje también fue fuerte y claro para el PSRM: los murcianos quieren cambiar la forma de hacer política y nos piden a los socialistas que lideremos ese cambio. El PSRM lleva mucho tiempo perdiendo elecciones y lo que es peor sin tocar suelo. Ahora, probablemente cuando menos lo esperaba, ha llegado el repunte, de 11 a 13 diputados. Ya sé que no es para ponerse a dar saltos de alegría, no, no es eso lo que quieren los murcianos; quieren otra forma de hacer política, quieren otro gobierno y nos vuelven a depositar un poco de su confianza para que nos pongamos al frente del cambio.
Rafael González Tovar tiene un apasionante y difícil trabajo hacer. En lo interno forjar un PSRM fuerte, unido, con ilusión y una organización acorde a la nueva realidad social y lo más importante asumir el reto de liderar el cambio que necesita y piden los murcianos.
Se abre un tiempo nuevo de ilusiones, esperanzas y oportunidades, un tiempo para hacer política con mayúsculas. Esto es lo que anoche y hoy percibo en la calle cuando hablo con la gente. Ahora lo que más me preocupa es dar respuesta a esa confianza, no desaprovechar esta nueva oportunidad y estar a la altura de lo que nos piden los murcianos.
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