Región de Murcia Opinión y blogs

Sobre este blog

Sobre la nueva orden para concertar los bachilleratos y ciclos formativos

La Consejería de Educación de la Región de Murcia ha dado un paso de gigante en su denodada lucha por acabar con la Enseñanza Pública en nuestra Región. Este último cañonazo sobre el ya maltrecho buque de la Pública consiste en ofrecer a los centros privados la posibilidad de que, además de recibir la subvención integral para la enseñanza obligatoria (Primaria y Secundaria), tendrán ahora la posibilidad de recibir la misma subvención para las enseñanzas no obligatorias, es decir, Bachillerato y Formación Profesional.

¿Qué supondrá la aprobación de esta Orden cuando sea aprobada y publicada en el BORM? ¿Qué supondrá para la Región de Murcia que los centros privados puedan concertar sus Bachilleratos y Ciclos Formativos, hasta ahora privados? Sí, es evidente: una inyección de millones de euros para el enriquecimiento de esas empresas privadas de la educación, a costa del empobrecimiento, la reducción y la precarización de los centros públicos. Espíritu emprendedor, lo llaman. Robarnos a todos para beneficio de unos pocos, de unos privilegiados que no lo necesitan. Libertad educativa, espíritu emprendedor. Todo a costa de nuestro dinero, de lo que es de todos, para todos. Emprender con el dinero de otros, con el dinero de todos. Qué bien, qué bonito.

Llevamos seis o siete años de recortes brutales en las escuelas públicas. Los docentes han visto aumentada salvajemente su jornada laboral, su sueldo recortado, congelado. Se han aprobado leyes inverosímiles para que los profesores enfermos no sean sustituidos, dejando a los niños sin clase durante dos semanas. El número de alumnos por aula ha ido aumentando año tras año, olvidando cualquier idea de calidad educativa bajo el imperativo económico de la precariedad y la necesidad urgente.

Los centros públicos necesitan reformas, mejoras, renovar materiales de todo tipo. Cuando los profesores, cuando los alumnos o los padres alzamos la voz para pedir que se acabe con esta situación lamentable, siempre recibimos la misma respuesta: no hay dinero. Y tal vez alguien podría creérselo, que no hay dinero. Ah, la crisis, qué gran invento. Qué fácil es decir “la crisis”, alzar los hombros. No hay dinero, no es culpa de nadie, ya sabes, “la crisis”. Ese es el gesto político de estos años, alzar los hombros y decir “la crisis”, no hay nada que hacer, qué mala suerte. Vete a tu colegio y apáñate, si al final todo se arregla.

Y sí, nos vamos a nuestros colegios e institutos y entonces nos enteramos de que, en lo más profundo de la crisis, cuando los recortes eran diarios y brutales, en 2013, se gastó más de la mitad del presupuesto educativo de la Región solamente en concertar dos centros educativos que antes eran privados. Es decir, que solamente dos colegios, DOS, recibieron 3.653.077,8 € y TODOS, es decir TODOS los demás colegios, recibieron en total 2.617.663 euros en concepto de gastos de funcionamiento.

Estos dos centros privados, del Opus, segregaban a sus alumnos por sexos. Nelva y Monteagudo. Allí llevaban a sus hijos e hijas aquellos que querían (y estaban en su derecho, porque pagaban por ello) que sus retoños crecieran en un ambiente sexual, social y religiosamente coherente con lo que La Obra prescribe. Y entonces, nosotros, que hemos vuelto a nuestro centro público con las manos vacías, con los techos llenos de goteras que no se podrán arreglar, nos preguntamos, inocentemente: pero, si no había dinero, si estamos así, ¿realmente era prioritario, urgente, necesario, que todos, TODOS los ciudadanos de Murcia, gastemos más de la mitad del presupuesto educativo para que unos padres que no quieren que sus hijos se junten más que con otros hijos del mismo sexo y la misma religión paguen un poco menos de mensualidad?

Y así hemos seguido. Y cada año que ha pasado, se ha concertado algún otro elitista centro privado que, mágicamente, se convierte en concertado, y recibe una millonada que no hacía ninguna falta, porque eran centros privados a los que iba gente que estaba encantada de pagar un dinero que tenían para que sus hijos estuvieran separados, “en su ambiente”. Y no le preguntaron a nadie. Les llegó a los “emprendedores” una lluvia de millones de dinero público mientras los centros públicos, aquellos que la Consejería debería defender, cuidar, mejorar, se iban hundiendo en deficiencias y en precariedad. Porque tenemos el enemigo en casa. Y la única manera de arreglar esto es echar al enemigo, acabar con él, quitarle los mandos.

Y la nueva Orden que pretende concertar el Bachillerato y los Ciclos Formativos es otro paso más hacia la destrucción de lo público. Otra transfusión de millones. Pero es una transfusión mortal. Es como coger a un enfermo de anemia y sacarle la sangre para dársela a un joven sano y atlético (y rubio, blanco y católico, claro) para que este pueda mejorar un poco el rubor de sus mejillas.

Para intentar justificar esta aberración, el PP recurre a una palabra mágica: LIBERTAD. Dicen que la libertad es sagrada. Que los padres tienen derecho a elegir centro. Claro, que lo elijan, y que lo paguen, como lo pagaban antes de la crisis. Si un católico quiere una educación segregada y confesional para su hijo, me parece bien, pero que la pague. No tenemos que pagársela entre todos. Esto no tiene nada que ver con la libertad. Todo el mundo es libre de elegir un colegio privado. Esto no es libertad. Es un atraco. Es robarnos a todos para dárselo a quienes menos lo necesitan.

Si este argumento no funciona, entonces usan la eterna falacia: es más barato concertar lo privado que mantener lo público. Mentira. Un estudio de 2014 demostró que el gasto por alumno es de 4.184 € en la concertada y de 4.185 € en la pública. No olvidemos que los centros privados son empresas. Y que, como tales, su prioridad es el beneficio económico. No olvidemos, tampoco, que esas empresas recurren a una ilegalidad contra la que nadie actúa: cobrar mensualidades a los padres, camufladas bajo distintos y “voluntarios” conceptos.

Nadie debería pagar un solo euro dentro de una enseñanza concertada: la pagamos todos. Y todos sufrimos esa sangría inmensa, para que, además, los padres de la concertada estén pagando ese impuesto revolucionario todos los meses. Si alguien quisiera actuar contra esta práctica mafiosa, sería muy sencillo acabar con ella. Pero impera la ley del silencio y del dejar hacer. Entre amigotes, claro. Palmaditas en la espalda. Risas al salir de misa. Una cervecita, que es domingo.

El concierto de los Bachilleratos supondrá la reducción drástica de la oferta de Enseñanza Pública. España uno de los países europeos que más gasta en conciertos educativos. Y la Región de Murcia es de las que más gasta en concertar centros privados dentro de España. Durante los años de la crisis, mientras la inversión (me niego a decir “gasto”, como se empeñan en decir todos aquellos políticos y periodistas empeñados en acabar con lo público) en educación pública ha caído drásticamente, el dinero entregado a los centros privados ha aumentado vertiginosamente. Desde 2008 hasta 2014, se han incrementado en España los presupuestos destinados a conciertos y subvenciones (un 6,5 %, en Infantil y Primaria, un 8 % en Secundaria). En Murcia, la cifra asciende a más del 24%. Si alguien quiere saber cuánto dinero reciben los centros concertados, es muy recomendable mirar aquí: http://transparencia.carm.es/subvenciones-ensenanza-concertada (Advertencia: consultar estos datos puede provocar ataques de ira)

Debemos acabar con esta tendencia que pretende convertir los centros públicos en guetos asistenciales y los centros privados en una enseñanza con un sistema de copago educativo ilegal y subvencionado. La lucha la estamos encabezando los docentes, pero esto va mucho más allá de reivindicaciones laborales, de nuestros puestos de trabajo (ganados en dura, justa y limpia oposición, a diferencia de los centros privados). Es tarea de todos defender un modelo social que garantice la igualdad de oportunidades y la calidad educativa al alcance de todos.

Parece una obviedad tener que pedir a los ciudadanos que defiendan lo que es suyo, lo que es de todos, pero es necesario. Padres, madres, alumnado, docentes, todos debemos plantarnos frente a este nuevo ataque y defender lo que es nuestro. La primera oportunidad la tendremos el miércoles 15 de febrero, a las 19:00 horas, en el Palacio de San Esteban, donde se ha convocado una concentración para decirle al Gobierno Regional que no queremos que se extiendan los conciertos educativos más aún. Y el 9 de marzo haremos huelga contra la medida. Allí nos vemos.

La Consejería de Educación de la Región de Murcia ha dado un paso de gigante en su denodada lucha por acabar con la Enseñanza Pública en nuestra Región. Este último cañonazo sobre el ya maltrecho buque de la Pública consiste en ofrecer a los centros privados la posibilidad de que, además de recibir la subvención integral para la enseñanza obligatoria (Primaria y Secundaria), tendrán ahora la posibilidad de recibir la misma subvención para las enseñanzas no obligatorias, es decir, Bachillerato y Formación Profesional.

¿Qué supondrá la aprobación de esta Orden cuando sea aprobada y publicada en el BORM? ¿Qué supondrá para la Región de Murcia que los centros privados puedan concertar sus Bachilleratos y Ciclos Formativos, hasta ahora privados? Sí, es evidente: una inyección de millones de euros para el enriquecimiento de esas empresas privadas de la educación, a costa del empobrecimiento, la reducción y la precarización de los centros públicos. Espíritu emprendedor, lo llaman. Robarnos a todos para beneficio de unos pocos, de unos privilegiados que no lo necesitan. Libertad educativa, espíritu emprendedor. Todo a costa de nuestro dinero, de lo que es de todos, para todos. Emprender con el dinero de otros, con el dinero de todos. Qué bien, qué bonito.