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Palabras vacías

En Murcia hay recados con letras de imprenta, salsa rosa con tintes políticos y en las notas de prensa llueve mientras en el exterior hace un sol de justicia. Al final López Miras pactó, cuando hubiera tenido en la mano una mayoría absoluta de repetir elecciones por las que yo apostaba y perdí, todo hay que decirlo. López Miras contaba ya con el apoyo del centrismo: soy de izquierdas de boquilla pero voto derecha, y él lo sabía, con aquello que no contaba era con un PSOE y un Podemos que le iba a plantear una rocosa oposición, a la chapuza legislativa que permitía seguir construyendo en el entorno del Mar Menor.

El pacto puede ser resumido, en palabras de un colega: en palabrería, en lo que toca a Murcia y muchos deberes al Gobierno de España. En lo último, un rejón a Núñez Feijóo. Este por no querer verse como el día de la votación de la presidencia del Congreso presionó para que hubiera acuerdo. Al final, como vengo diciendo, Murcia es colonia para los grandes partidos de Madrid o Barcelona, lo es con el PP, lo fue con Ciudadanos y lo ha sido con las listas planchas de Podemos.

En resumen, el PP mantiene su consejería estrella, por la que estaba dispuesta a ir a elecciones, Agricultura, mientras a Vox le deja una, por un lado, una consejería menor, Seguridad e Interior y Emergencias. Ambas tienen pocas competencias, cuando las emergencias son graves, caso del terremoto de Lorca, interviene el Estado y todos estamos deseando que llegue la UME de Zapatero, en cuanto a seguridad, no tenemos previsto policía autonómica, ya avisó Manuel Campos consejero de justicia hace miles de años, que una reforma de tal calado tendría que estar presente en el Estatuto de Autonomía y que ante esto solo cabía mejorar la coordinación de los policías locales. Algo difícil, viendo a IU denunciar el préstamo de policías locales de Lorca para las fiestas de otro pueblo, de seguir así esto va a estar divertido. Por el otro, una consejería mayor, Fomento, que tiene que decidir sobre si vamos a tener tranvía, impulsar la entidad de transporte regional, ordenar el territorio a lo largo del Mar Menor, lo que no es moco de pavo. Estoy deseoso ver como salen a torear a puerta gallola, visto que su pasión por el transporte público es.... En resumen, habrá nuevo vicepresidente, aunque todos lo recuerden por la respuesta de Ginés Ruiz en aquel video viral: “Eso no es verdad, Antelo”.

Cuando aquella frase, Ballesta estaba en la oposición, ahora es de nuevo alcalde y se opone a la parte del proyecto que impulsó siendo el anterior alcalde, pero que acabó desarrollando el nuevo alcalde, Serrano. Parece un trabalenguas, pero no lo es y tampoco es original, basta observar qué está pasando en Londres con un alcalde progresista que desarrolla el proyecto de un alcalde conservador, que como no está en el poder, sale diciendo que ahora se opone apoyando a los de cierra mi barrio de allí.

Estamos en tiempos de cambios y son internacionales. Murcia no es una isla, forma parte de Europa y eso hay que tenerlo en cuenta. Ballesta se resiste al carril bici segregado en el centro y a pintarlo más allá del Carmen, mientras les hace carga y descargas a vecinos significados, son las cosas de la vida, son las cosas del querer. Sin embargo, como nadie consulta los proyectos, algunos periódicos se tragan que van a ser los policías locales los que den clases de ciudadanía para que nadie aparque en los carriles de bici del centro. Será por eso por lo que no tendremos policía de barrio. Al paso que vamos veré caballos pastorear coches. La idea es poco costosa en comparación de lo que nos va a tocar devolver si los cambios en los proyectos de movilidad presentados a la financiación son significativos.

En Murcia hay recados con letras de imprenta, salsa rosa con tintes políticos y en las notas de prensa llueve mientras en el exterior hace un sol de justicia. Al final López Miras pactó, cuando hubiera tenido en la mano una mayoría absoluta de repetir elecciones por las que yo apostaba y perdí, todo hay que decirlo. López Miras contaba ya con el apoyo del centrismo: soy de izquierdas de boquilla pero voto derecha, y él lo sabía, con aquello que no contaba era con un PSOE y un Podemos que le iba a plantear una rocosa oposición, a la chapuza legislativa que permitía seguir construyendo en el entorno del Mar Menor.

El pacto puede ser resumido, en palabras de un colega: en palabrería, en lo que toca a Murcia y muchos deberes al Gobierno de España. En lo último, un rejón a Núñez Feijóo. Este por no querer verse como el día de la votación de la presidencia del Congreso presionó para que hubiera acuerdo. Al final, como vengo diciendo, Murcia es colonia para los grandes partidos de Madrid o Barcelona, lo es con el PP, lo fue con Ciudadanos y lo ha sido con las listas planchas de Podemos.