Empezaremos diciendo algo que, por obvio, no debería ser necesario aclarar: Podemos y Equo no son enemigos políticos, son compañeros de luchas y espacios políticos amigos con los que antes o después tendremos que encontrarnos, para crear un bloque de unidad popular que cambie no solo nuestro municipio, sino la Región de Murcia y el país.
Ahora bien, debemos mostrar nuestra indignación ante sus maniobras en torno a Cambiemos Murcia en los últimos días. Crear un espacio de unidad no es tarea fácil; exige el establecimiento de unas reglas básicas de convivencia que sean respetuosas con las diferentes culturas y tradiciones políticas. En Cambiemos Murcia, hasta ahora, esas reglas se habían respetado.
Se llevó a cabo un proceso de primarias impecable, tanto en garantías de voto como en participación. Se pusieron mesas para el voto presencial en varios puntos del municipio, entre ellos varias pedanías, dando ejemplo de organización y trabajo colectivo. La decisión sobre el modelo de votación estuvo condicionada por las distintas posiciones de los propios miembros de Podemos, ya que unos querían votar listas ordenadas y otros listas individuales. Y aunque en la Asamblea de Cambiemos se impusiera esta última opción, cualquiera de los dos modelos habría dado un resultado similar.
El modelo no ha sido el problema, y utilizarlo para justificarse es una excusa peregrina. El verdadero problema al que se enfrentó Podemos en esas elecciones fue su propia división interna y la fragmentación de su voto. Este, y no otro motivo, es la causa de que aparezcan relegados de los primeros puestos de la lista.
Sin duda, cualquier modelo es mejorable, pero no hay elementos para concluir que los resultados de este no sean legítimos. A todo esto hay que añadir los enormes esfuerzos que distintos miembros de la lista han realizado, y siguen realizando, ofreciendo su puesto para contentar a los sectores que habían tenido menos éxito en las primarias y elaborando propuestas alternativas para evitar que nadie se descolgara. De momento, sus esfuerzos han sido vanos.
Hay que destacar la coherencia de la mayoría de las personas independientes que han manifestado su deseo de seguir en Cambiemos Murcia, destacando su respeto hacia un proyecto político y la decisión de las primarias. Personas que se niegan a abandonar y a que todo el esfuerzo colectivo, que se ha realizado partiendo de cero, no sirva para nada y se pierda.
En los últimos días estamos viendo distintos movimientos: por un lado quienes se niegan a renunciar a la unidad e intentan salvar Cambiemos con una única lista que recoja la demanda de unidad de la calle; por otro lado encontramos las estrategias de quienes están en guerra electoral olvidando que en las próximas elecciones nos jugamos las próximas generaciones.
Son incomprensibles las posturas contradictorias de quienes no aceptan los resultados de las urnas, materializadas en forma de partido fantasma que, con el nombre “Ahora Murcia”, viene a convertirse en el símbolo contrario a todo lo que Cambiemos Murcia ha construido: con una lista sin pluralidad ni primarias, sin transparencia. Una lista que solo servirá para ponerle en bandeja la victoria al Partido Popular y que este pueda gobernar otros cuatro años.
En este contexto sólo cabe apelar a la responsabilidad de estos compañeros para que apoyen Cambiemos Murcia o al menos no compitan contra él. No se lo pongamos fácil al PP. Nos jugamos mucho.
Margarita Guerrero Calderón
y Sergio Ramos Ruiz
Candidatos de Cambiemos Murcia
Empezaremos diciendo algo que, por obvio, no debería ser necesario aclarar: Podemos y Equo no son enemigos políticos, son compañeros de luchas y espacios políticos amigos con los que antes o después tendremos que encontrarnos, para crear un bloque de unidad popular que cambie no solo nuestro municipio, sino la Región de Murcia y el país.
Ahora bien, debemos mostrar nuestra indignación ante sus maniobras en torno a Cambiemos Murcia en los últimos días. Crear un espacio de unidad no es tarea fácil; exige el establecimiento de unas reglas básicas de convivencia que sean respetuosas con las diferentes culturas y tradiciones políticas. En Cambiemos Murcia, hasta ahora, esas reglas se habían respetado.