“Apuntamos al cielo para permanecer de pie.” Es el verso de una potente canción de Onda Rossa Posse, el primer grupo de rap en Italia, del que ha nacido Assalti Frontali, el grupo más longevo. Este verso describe la reciente irrupción en la campaña electoral en curso de la lista Potere al Popolo (Poder para el Pueblo). Una agregación compuesta que une a centros sociales, colectivos políticos territoriales, personas individuales, activistas sindicales, antirracistas, feministas, ecologistas y otros y otras comprometidas con y dentro de las movilizaciones de la población inmigrada, además de Rifondazione comunista, el Partido del Sur, Izquierda anticapitalista y el Partido comunista italiano.
Una composición, por muchos aspectos, inédita, que introduce una novedad en el contexto político nacional. Nacida por la interrupción del así llamado recorrido del Teatro Brancaccio, en el cual, con el empujón de Anna Falcone y Tomaso Montanari, se estaba intentando reconstruir una fuerza de izquierda.
La conclusión de aquel recorrido, ligada a la siguiente alianza electoral bajo el nombre Liberi e uguali, conducida por el ex Presidente del Senado Pietro Grasso, ha sido interpretada como una posibilidad de las y los activista del Centro social de Nápoles Je so' Pazzo (Yo estoy loco), que han lanzado la idea de seguir a encontrándose en todo caso.
Su llamada ha sido recogida por muchas personas que, cerca de un millar, se han reunido en el primer encuentro en Roma, el pasado 18 de noviembre. Ellas han decidido organizarse para participar en las próximas elecciones. Han decidido encontrarse otra vez en diciembre, cuando han oficializado su intención, reconociéndose en el nombre Potere al popolo, un nombre evocador del Unidad popular chilena y de las canciones de los Inti Illimani, pero también de las canciones Power to the people de John Lennon y People Have the Power de Patti Smith y, además, del eslogan All power to the people del Black Panther Party.
Desde entonces, ha sido escrito el programa y se han organizado más de 150 asambleas en todas las regiones de Italia para conocerse, enfrentarse y aclararse las ideas. Las asambleas están culminando justo en estos días, con la indicación de las personas que se presentarán a las elecciones nacionales, representantes de las diferentes expresiones sociales de Potere al popolo, procedentes sobre todo de movilizaciones, luchas y recorridos de organizaciones sociales y sindicales que han atravesado el territorio nacional en los últimos quince años.
Es fuerte la pluralidad social que está animando las asambleas de Potere al popolo. Es evidente el protagonismo de muchas personas jóvenes, que han decidido participar en esta campaña en primera persona. Es útil que el resto de la sociedad y el mundo político y de la información se pongan en escucha de estas voces. Son voces que proponen auto-representarse, yendo más allá de la lógica de la delegación. Haciéndolo más allá del resentimiento, sabiendo que esta actitud no cambia la situación, sabiendo que el rencor es conservativo y no es capaz de transformarse en procesos de liberación.
Es una tentativa, pues, de reponer al centro de la práctica política la participación conflictiva de las áreas de la población normalmente dejadas fuera por el debate electoral o reductos a su objeto. Es una tentativa de declinar positivamente la palabra pueblo, entendido no como el conjunto de la ciudadanía nacional, sino como la articulada parte de la sociedad, de las áreas populares, que está pagando la crisis, en términos de empobrecimiento, explotación laboral, reducción de las posibilidades de acceso a los servicios sociales y sanitarios o ausencia de políticas por la casa.
No será simple el recorrido de Potere al popolo, y quién lo está animando está consciente de eso y, pues, se habla explícitamente de un desafío que aceptar. Pero es un recorrido que está entusiasmando a quien está participando, con el objetivo de dar una perspectiva más amplia a las prácticas políticas y sociales antagonistas del orden presente.
Para muchos se trata de un recorrido inútil, y prefieren acuerdos electorales y delegaciones a los poderosos. Evidentemente, para quien se está empeñando en la campaña de Potere al popolo las cosas son de otra manera y aquel recorrido colectivo debe ser construido para reponer a amplios sectores de la sociedad una perspectiva futura mejor y no cerrada en el rencor, en el miedo y en el odio. Es en este sentido, el desafío es difícil pero apasionante. Y merece atención.
“Apuntamos al cielo para permanecer de pie.” Es el verso de una potente canción de Onda Rossa Posse, el primer grupo de rap en Italia, del que ha nacido Assalti Frontali, el grupo más longevo. Este verso describe la reciente irrupción en la campaña electoral en curso de la lista Potere al Popolo (Poder para el Pueblo). Una agregación compuesta que une a centros sociales, colectivos políticos territoriales, personas individuales, activistas sindicales, antirracistas, feministas, ecologistas y otros y otras comprometidas con y dentro de las movilizaciones de la población inmigrada, además de Rifondazione comunista, el Partido del Sur, Izquierda anticapitalista y el Partido comunista italiano.