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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Primeras elecciones sindicales en la UCAM

El 18 de este mismo mes se van a celebrar en la UCAM las primeras elecciones sindicales, que darán paso a la creación del primer Comité de Empresa de la institución. Se trata de la única universidad privada de nuestro país a falta de regular este instrumento democrático de mediación entre la empresa y sus trabajadores. La Federación de Enseñanza de CCOO-RM ha promovido la celebración de este proceso electoral, con muy buena acogida entre la plantilla del centro universitario.

La libertad sindical como criterio central de las relaciones laborales viene recogida en nuestra Constitución. En el Título preliminar, el artículo 7 habla de la contribución de los sindicatos a “la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que les son propios”. El artículo 28.1 garantiza la libertad de sindicación. Y el 37.1 habla del “derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios”. Incomprensiblemente, hasta el día de hoy la representatividad sindical y su función dentro de la empresa no han existido en la institución universitaria gestionada por la Fundación San Antonio. Sin duda, se trata de un déficit que habrá dañado el disfrute de derechos básicos de trabajadores y trabajadoras de la UCAM, de difícil explicación en el contexto de una sociedad democrática, abierta y plural.

Las anomalías en las relaciones laborales surgidas de esta falta de representación sindical tocan a su fin. Han sido muchas y de distinto género. Inexplicables alguna; casi todas motivo de tensión entre las partes; todas causa de malestar profesional y personal.

El proceso para llegar a celebrar las primeras elecciones sindicales en la UCAM viene de tres largos años de trabajo. No ha sido fácil. El miedo, la desconfianza, el desconocimiento de lo que supone un Comité de empresa han provocado retrasos en la regulación de las relaciones laborales en esta universidad. Una lástima que en un foro de conocimiento e investigación las reticencias hayan superado al diálogo y al entendimiento.

Desde la Federación de Enseñanza de CCOO-RM estamos convencidos de la valía humana y profesional de las personas que forman nuestra candidatura. Por lo pronto, han dado el paso para romper una barrera que parecía infranqueable. Lo han hecho con absoluta conciencia de la legitimidad de sus aspiraciones, demostrando el compromiso con su labor profesional y con la atención a cuantos compañeros y compañeras ejercen su trabajo en los campus de Guadalupe y Cartagena. De ahí su actitud serena, propositiva y rigurosa a la hora de recorrer el camino hacia la normalización democrática de las relaciones laborales en su empresa. Creemos que su aportación dará valor a la entidad y la llevará de lleno al siglo XXI. Por eso están ahí.

El 18 de este mismo mes se van a celebrar en la UCAM las primeras elecciones sindicales, que darán paso a la creación del primer Comité de Empresa de la institución. Se trata de la única universidad privada de nuestro país a falta de regular este instrumento democrático de mediación entre la empresa y sus trabajadores. La Federación de Enseñanza de CCOO-RM ha promovido la celebración de este proceso electoral, con muy buena acogida entre la plantilla del centro universitario.

La libertad sindical como criterio central de las relaciones laborales viene recogida en nuestra Constitución. En el Título preliminar, el artículo 7 habla de la contribución de los sindicatos a “la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que les son propios”. El artículo 28.1 garantiza la libertad de sindicación. Y el 37.1 habla del “derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios”. Incomprensiblemente, hasta el día de hoy la representatividad sindical y su función dentro de la empresa no han existido en la institución universitaria gestionada por la Fundación San Antonio. Sin duda, se trata de un déficit que habrá dañado el disfrute de derechos básicos de trabajadores y trabajadoras de la UCAM, de difícil explicación en el contexto de una sociedad democrática, abierta y plural.