Hace unos días acabó a la andadura del dedo mágico de Fina, la pizpireta alcaldesa de Torre Pacheco, que no quiso dar su brazo a torcer y presentar su dimisión como máxima representante del municipio. Su opción, llena de legalidad o no, presentaba más que dudas en un ambiente ciudadano que no soporta ya ni un ápice de estas viejas costumbres de la vieja política y de los políticos viejos.
El tufo a rancio que se respiraba en los pasillos del Ayuntamiento pronto cambiarán... o eso nos cuentan, todo está por ver. Sin embargo, la moción de censura es un acto y sus precedentes que no están exentos de preguntas.
Por ejemplo: ¿Por qué esta moción de censura no ha sido presentada por Ciudadanos si tan en contra están de ese tipo de comportamientos? Hasta la fecha y salvo el bloqueo del techo de gasto de los Presupuestos Regionales, Ciudadanos se ha caracterizado por llenarse la boca de premisas y aplicarlas poco.
La opción del resto de la oposición, derribando al gobierno municipal de Torre Pacheco, bien podría haberla encabezado el partido de Miguel Sánchez desde el minuto uno, y no lo hizo. A esperas, todavía no sabemos, de qué o quiénes.
Y otra duda que aún puede intrigar todavía mas: ¿Por qué no consiguió (si acaso lo intentó) Pedro Antonio Sánchez, que su correligionaria dejara el bastón de mando? Probablemente porque ni es su correligionaria ni él lo intentó. Es bien sabido que PAS ni siquiera levantó el teléfono para forzar a Fina a dimitir, más que nada porque Dios no se mancha las manos con algo tan bajo. Mandó emisarios a tierra enemiga.
Torre Pacheco está controlada por su antecesor, Alberto Garre, al que no le dió ni las gracias tras darle la patada de las listas electorales en las municipales y autonómicas. El motivo: PAS sigue en su operación de limpiar el partido de cualquier disidente, sigue “matando al padre”, la cuestión es que el “parricidio político” se le está haciendo largo y se le puede atragantar.
Fina, pobrecica mía, dejará esta semana de ser alcaldesa. Y vosotros y yo, estos meses, lo hemos pasado bien a costa de esta situación, en lo que viene siendo la costumbre mas saludable de esta nuestra tierra, es decir, “Reír por no llorar”.
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