El Ministerio de Agricultura está tramitando un proyecto de orden ministerial por la que se establece una reserva marina de interés pesquero en Cabo Cope y se definen su delimitación, zonas y usos. También en la parte de aguas interiores de la misma zona, se lleva a cabo una actuación similar por la comunidad autónoma. Es necesario armonizar y coordinar la propuesta de reserva de interés pesquero que se superpone a los LIC y ZEC de la zona con figuras de protección específica de la tortuga boba y el delfín mular. El establecimiento de la reserva marina debe apoyar de una manera clara la conservación de estas especies. Es muy importante tener en cuenta la presencia de cetáceos en la zona y además es necesario un corredor mediterráneo de estas especies que llegue hasta el Estrecho
En cuanto a su delimitación marina, la reserva tiene que llegar, por el norte, hasta la Punta de Cueva Lobos. Esto permitirá proteger mejor una zona de costa de gran valor ecológico, paisajístico e histórico, que contiene la Cueva y el Peñón de Cueva Lobos, llamados así porque fueron habitados por la foca monje, lo que constituye un patrimonio histórico cultural significativo. En el sur, la reserva tiene que ampliarse hasta Calafría a la entrada del puerto de Águilas (peña de la Aguilica). Tiene que incluir la isla del Fraile y el entorno de El Puerto del Hornillo, con valores similares a los de la ampliación de la zona norte. En ambos casos hay también yacimientos arqueológicos tanto submarinos como costeros a los que se les añadiría una mayor protección. En la zona sur se encuentran algunos de los mejores fondos de Maerl[1] de la región, lo que supone que se sumarían a la figura de reserva marina. Es necesario destacar el papel de las reservas marinas en la protección de determinadas especies como el atún rojo. En Cope, tanto en Calabardina, como en su parte norte se calaban en su tiempo almadrabas de entrada y salida, lo que supone una protección adicional para la población de esta especie en el occidente del Mediterráneo. Sería necesaria la prohibición del fondeo en determinadas zonas así como sobre el lecho de las praderas de posidonia, que se ha puesto en marcha en otros espacios protegidos de la costa como Cabo de Palos-Islas Hormigas y Cabo Tiñoso.
Es una prioridad la protección general de los ecosistemas marinos, en particular los que influyen de forma determinante en la conservación y regeneración de los recursos pesqueros. Hay que destacar la singularidad e importancia del enclave marino de Cabo Cope, con un elevado valor medioambiental. El anteproyecto del ministerio reconoce que existe una demanda social y ambiental de ecologistas, ONGs, centros de investigación, Universidades, etc. para la creación de esta reserva marina, que también incluye el establecimiento de la reserva regional en la parte de las aguas interiores de la misma zona. Las dos administraciones tienen que trabajar en estrecha colaboración para su aplicación práctica.
Además, se ha aprobado el Real Decreto por el que se declara como área protegida el denominado corredor de migración de cetáceos del Mediterráneo. El paso implica el veto a las actividades relacionadas con la extracción de hidrocarburos dentro de esta nueva zona. Esta nueva área protegida tendrá 46.385,7 kilómetros cuadrados y está ubicada entre las islas Baleares y la Península. Es una zona fundamental para especies como el rorcual, el cachalote, el zifio y varias clases de delfín y calderón.
En un marco más general, hay que abordar la situación de los caladeros que, como denuncia la FAO, están sobreexplotados en un porcentaje del 80%. El ministerio tiene que intervenir también en la guerra de precios. Es necesario plantear la eliminación de la pesca de arrastre de fondo en la plataforma marina como una actividad pesquera insostenible con significativos impactos ambientales sobre los fondos marinos. Las artes de arrastre de fondo son poco selectivas y capturan cualquier organismo que se encuentre a su paso: vegetación marina, invertebrados y peces bentónicos. Hay que conseguir restablecer un equilibrio entre conservación del ecosistema marino y las actividades en el litoral. Veremos si este proyecto se plasma en una actividad real de protección del entorno marino de Cabo Cope.
[1] Nombre genérico de algas coralinas y algas rojas abundantes en el Mediterráneo y Atlántico.
El Ministerio de Agricultura está tramitando un proyecto de orden ministerial por la que se establece una reserva marina de interés pesquero en Cabo Cope y se definen su delimitación, zonas y usos. También en la parte de aguas interiores de la misma zona, se lleva a cabo una actuación similar por la comunidad autónoma. Es necesario armonizar y coordinar la propuesta de reserva de interés pesquero que se superpone a los LIC y ZEC de la zona con figuras de protección específica de la tortuga boba y el delfín mular. El establecimiento de la reserva marina debe apoyar de una manera clara la conservación de estas especies. Es muy importante tener en cuenta la presencia de cetáceos en la zona y además es necesario un corredor mediterráneo de estas especies que llegue hasta el Estrecho
En cuanto a su delimitación marina, la reserva tiene que llegar, por el norte, hasta la Punta de Cueva Lobos. Esto permitirá proteger mejor una zona de costa de gran valor ecológico, paisajístico e histórico, que contiene la Cueva y el Peñón de Cueva Lobos, llamados así porque fueron habitados por la foca monje, lo que constituye un patrimonio histórico cultural significativo. En el sur, la reserva tiene que ampliarse hasta Calafría a la entrada del puerto de Águilas (peña de la Aguilica). Tiene que incluir la isla del Fraile y el entorno de El Puerto del Hornillo, con valores similares a los de la ampliación de la zona norte. En ambos casos hay también yacimientos arqueológicos tanto submarinos como costeros a los que se les añadiría una mayor protección. En la zona sur se encuentran algunos de los mejores fondos de Maerl[1] de la región, lo que supone que se sumarían a la figura de reserva marina. Es necesario destacar el papel de las reservas marinas en la protección de determinadas especies como el atún rojo. En Cope, tanto en Calabardina, como en su parte norte se calaban en su tiempo almadrabas de entrada y salida, lo que supone una protección adicional para la población de esta especie en el occidente del Mediterráneo. Sería necesaria la prohibición del fondeo en determinadas zonas así como sobre el lecho de las praderas de posidonia, que se ha puesto en marcha en otros espacios protegidos de la costa como Cabo de Palos-Islas Hormigas y Cabo Tiñoso.