El miércoles 15 de julio de 2020 fui al teatro. No sé si fue la primera obra que se representó en Murcia tras la parálisis y shock de marzo, pero sí la primera a la que asistí. Una treintena de personas sentadas en círculo en medio de una nave industrial reconvertida en teatro, La Cítrica. La actriz Esperanza Clares se hacía cargo, sola, de 'Llévame contigo', escrita por Fulgencio M. Lax y dirigida por Antonio Saura. Una obra estrenada durante el periodo de confinamiento en el espacio virtual de Alquibla Teatro. Un hecho escénico, en ese espacio y momento, que ya es historia del teatro en la Región de Murcia.
Apenas unas semanas después estaba en el auditorio municipal de Molina de Segura en la presentación del 51 Festival de Teatro de Molina, otro milagro. Un acto guiado por un chispeante Javi Chou donde disfrutamos de la mejor compañía de circo de la Región de Murcia, Uparte. Una noche emocionante y de resistencia. Un festival sacado adelante en un contexto complicado -de miedo, incertidumbre y falta de determinación en las políticas culturales- gracias al empeño y voluntad de la corporación municipal socialista.
En el mes de abril se sucedieron dos hechos culturales antagónicos protagonizados por dirigentes del Partido Popular en la Región. Por un lado, el alcalde de la ciudad de Murcia, José Ballesta, declaró la cultura servicio esencial en el municipio en una carta abierta publicada en redes sociales y de la que se hizo eco la prensa. Por otro, el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, anunció la suspensión del 51 Festival Internacional de Teatro, Danza y Música ante “la falta de certidumbre para afrontar un evento de estas características”. Cabe recordar que el festival se celebra en un auditorio a cielo abierto. En un reportaje publicado en La Verdad, el concejal de cultura de San Javier, David Martínez, aseguró que “el verano pasado nos pilló todo de sorpresa y suspendimos. Este ya sabemos lo que hay”. De momento, lo que hay, es la aprobación de 3,5 millones de euros -80% pagado por la Unión Europea- para la construcción de un auditorio cerrado con capacidad de 600 plazas en el propio Parque Almansa. Es decir, seguimos pidiendo dinero a Europa para ladrillo y megainfraestructuras -con fines culturales- que, en muchos casos, o quedan a medio construir o cerrados por no poder sufragar los gastos de mantenimiento. ¿Cuántas espacios culturales autogestionados como La Cítrica, La Madriguera, Utopía, La Azotea o La Postiza se sustentan con el presupuesto de uno solo de estos cadáveres culturales?
El pasado 8 de enero asistí a la última función teatral, hasta el momento. La premiada compañía de danza Aracaladanza levantaba ’Play’ en el Teatro Circo Murcia (TCM). Aforo reducido completo y la presencia del concejal de Cultura del municipio, Jesús Pacheco. La declaración de la cultura como actividad esencial no era un farol. Los Reactivos Culturales, la frenética actividad de los teatros y auditorios de Murcia y el Cuartel de Artillería, entre otros, han sido un respiradero para el amplio y heterogéneo tejido artístico de la Región. Todavía resuena con fuerza el eco de Celeste de la mano de Matarile Teatro, el pasado mes de noviembre, en el TCM, “Vamos Murcia, ¡somos las que estamos!”. Ojalá pronto Murcia, Molina de Segura y espacios autogestionados como La Cítrica o La Madriguera, sean esas necesarias señales de resistencia teatral. Otro día sigo.
El miércoles 15 de julio de 2020 fui al teatro. No sé si fue la primera obra que se representó en Murcia tras la parálisis y shock de marzo, pero sí la primera a la que asistí. Una treintena de personas sentadas en círculo en medio de una nave industrial reconvertida en teatro, La Cítrica. La actriz Esperanza Clares se hacía cargo, sola, de 'Llévame contigo', escrita por Fulgencio M. Lax y dirigida por Antonio Saura. Una obra estrenada durante el periodo de confinamiento en el espacio virtual de Alquibla Teatro. Un hecho escénico, en ese espacio y momento, que ya es historia del teatro en la Región de Murcia.
Apenas unas semanas después estaba en el auditorio municipal de Molina de Segura en la presentación del 51 Festival de Teatro de Molina, otro milagro. Un acto guiado por un chispeante Javi Chou donde disfrutamos de la mejor compañía de circo de la Región de Murcia, Uparte. Una noche emocionante y de resistencia. Un festival sacado adelante en un contexto complicado -de miedo, incertidumbre y falta de determinación en las políticas culturales- gracias al empeño y voluntad de la corporación municipal socialista.