Me dirijo al Gobierno del PP de la Región de Murcia. Escúchenme ustedes bien. Cuando ni la cultura ni la educación han sido jamás su estandarte, su bandera, su modo de ser, su forma de vivir, a mí no me sorprende en absoluto que hayan decidido venderla, regalarla o simplemente hacerla desaparecer del mapa de la Región de Murcia. Dos palabras muy molestas para ustedes. Educación y Cultura. Eso hay que mamarlo, eso hay que vivirlo, eso hay que sentirlo y llevarlo en el corazón.
Ustedes, Gobierno regional, saben hablar de billetes, de sillones, de poder, de chanchullos, de trampas, de transfuguismo. Pasta, pasta y pasta. ¿Y el corazón? Da igual, a estas alturas de la vida, sin corazón también se puede vivir, ya lo han demostrados ustedes.
Son los culpables, primero, de haber tratado a la Cultura y a la Educación a patadas desde su gobierno y en segundo lugar, de servírsela en bandeja a la ultraderecha para que ellos hagan el trabajo sucio y desaparezcan cuanto antes los chiringuitos de los titiriteros, como ellos llaman a la gente de la cultura.
Ustedes, gobernantes del PP de la Región de Murcia, no aman la Cultura ni la Educación, eso ya lo sabemos, no hay que ser muy lince para verlo. ¿No les duele, no les araña, no se sienten sucios mercadeando con algo tan serio? Educación y Cultura. Dan ustedes lo que nunca han tenido.
Ya tiene la ultraderecha el poder para imponer el veto parental en la Educación. A eso reducen la verdadera esencia de la humanidad, por lo que nos mantenemos vivos y por lo que merece la pena realmente seguir en este mundo. Por unas lágrimas, por unas risas, por las emociones, que son las que nos mueven. Educación, música, teatro, danza, literatura, poesía, pintura, arte, arte, arte, arte y arte mil veces. Ese arte que remueve y transforma, ese que evita que seamos monstruos, bestias.
La Cultura y la Educación nos traen el respeto, nos hacen amar, nos enseñan, evitan la violencia, los celos, la rabia. Sanan a las personas enfermas de odio. Que me lo digan a mí, que llevo a los presos de las cárceles de todo el mundo poesía desde que era una adolescente, y les recito, les hablo, les cuento que se equivocaron, que están a tiempo de rectificar y de amar a la humanidad, y lloran, los presos lloran y me dicen que se están aprendiendo mi poema “Instrucciones a mis hijos” que lo tienen en su celda, que lo repiten mil veces, porque quieren salir de ahí siendo mejores personas.
La cultura y la educación, son capaces de evitar la guerra, de frenar el racismo, la xenofobia. Pero qué importa, fomentemos en la Región de Murcia todas las enfermedades del alma. Han demostrado ustedes que carecen de toda ética, de valores, de principios, de moral, de vergüenza, de bondad, ni de nada que tenga que ver con las cosas del corazón, con las cosas más sensibles, las que nos distinguen de las bestias más salvajes, porque aquí lo único que prima son los billetes, mantenerse en el poder, cueste lo que cueste a nuestros hijos y a nuestras hijas y a la sociedad.
No me voy a andar con chiquitas, son ustedes, señores gobernantes del PP de la Región de Murcia, la peor casta de políticos que he conocido en mi vida. Han convertido la Asamblea Regional en un mercado, han vulnerado la democracia, han comprado a personas. Y no nos cuenten ningún cuento chino, que todos somos ya adultos y sabemos lo que es un tránsfuga, y sabemos lo que es vender y comprar y sabemos lo que es saltarse las normas y las formas. No tienen categoría para seguir en política (casi) ninguno de ustedes. Voy a salvar a algunas personas, porque me consta que alguna se salva. Sepan que han entregado ustedes a la ultraderecha aquello que nunca han tenido.
Me dirijo al Gobierno del PP de la Región de Murcia. Escúchenme ustedes bien. Cuando ni la cultura ni la educación han sido jamás su estandarte, su bandera, su modo de ser, su forma de vivir, a mí no me sorprende en absoluto que hayan decidido venderla, regalarla o simplemente hacerla desaparecer del mapa de la Región de Murcia. Dos palabras muy molestas para ustedes. Educación y Cultura. Eso hay que mamarlo, eso hay que vivirlo, eso hay que sentirlo y llevarlo en el corazón.
Ustedes, Gobierno regional, saben hablar de billetes, de sillones, de poder, de chanchullos, de trampas, de transfuguismo. Pasta, pasta y pasta. ¿Y el corazón? Da igual, a estas alturas de la vida, sin corazón también se puede vivir, ya lo han demostrados ustedes.