- Vamos, que tanto la desaladora de Escombreras como el aeropuerto de Corvera nos han salido gratis total al millón y medio de habitantes de la Región. Por supuesto que tampoco hubo ningún tipo de corrupción ni nada parecido durante su mandato
Un buen amigo cartagenero mantenía, hace años, que todo lo que él organizaba, que era mucho, salía a “coste sero” por su habilidad en buscar y encontrar patrocinadores, donaciones desinteresadas y ayudas del más diverso tipo. Nunca lo pillaron en un renuncio y dejó determinado pabellón bien alto. Ahora, recientemente, hemos sabido a través del diario oficialista que el expresidente Valcárcel mantiene que sus 14 o 15 años de presidencia directa y los que sean de indirecta no han costado ni un euro a las arcas públicas de la Región.
Vamos que tanto la desaladora de Escombreras como el aeropuerto de Corvera nos han salido gratis total al millón y medio de habitantes de la Región. Por supuesto que tampoco hubo ningún tipo de corrupción ni nada parecido durante su mandato. “Lo” del Mar Menor escapa igualmente a la responsabilidad de sus sucesivos ejecutivos autonómicos (1995-2014): la culpa es de unas “inundaciones tremendas” que hubo ––¡Oh casualidad! –– a partir de 2014, asegura el egregio ex en las páginas de su caja de resonancia preferida.
Se quedaron sin tratar en la gran exclusiva nimiedades tales como su bajada de pantalones ante el socialista Bono, que impuso finalmente el AVE a Murcia por media Castilla-La Mancha; la panacea que iba a ser la famosa Paramount de Jesús Samper; la cantidad de ciudades fantasma que trufan nuestra geografía gracias a sus directrices de ladrillo y yerba para el golf; el problema irresoluto del agua a pesar de las mayorías absolutas de Aznar y Rajoy; o las posiciones inamovibles de la Región en la cola de todos los medidores estatales de calidad de Enseñanza, Sanidad y servicios públicos en general.
Y el ajuste de cuentas con sus dos sucesores inmediatos, “pa mear y no echar gota”, como se dice vulgarmente entre chipirrinchi y morcilla. Al “buen chaval” –– Rajoy dixit –– parece que ahora lo aprecia; a pesar del pollo que le montó en la última junta de González Adalid, secundado por su fiel Sancho, digo Sánchez Carrillo.
En fin, si no fuera por lo que es sería para hartarse de reír leyendo la ristra de sinsentidos –– ¿o falsedades? –– publicadas el domingo pasado. Pero se hiela la sonrisa. Y no parece que haga falta explicar por qué. Este hombre ha dizque aprovechado su estancia en Bruselas para terminar cum laude un doctorado en negar la evidencia. A lo mejor es eso lo que va a enseñar a partir de ahora en la prestigiosa Camilo José Cela. O quizá tuvo tiempo suficiente para acercarse a la L.S.E. y conseguir un PhD. Al fin y al cabo, de la capital europea a la británica no hay más que un salto.
Lástima que esa católica UCAM de San Antonio y de Mendoza, a la que tanto quiso y que tanto le debe, no sea digna ya de albergar su sapiencia en las aulas ilegales del campus de Guadalupe. Nunca seremos verdaderamente conscientes de lo que nos vamos a perder. Pues, gracias al ínclito personaje, va a ser muy difícil por un tiempo usar el AVE para viajar a Madrid por la mañana y volver a cenar a Murcia –– o a Cartagena–– tras un baño de profunda docencia en las experiencias de gobernanza del prócer que nos ocupa. Porque a “coste sero” no van a ser los billetes. Vale.
P.S. (que no son las siglas de partido socialista, sino de un latinajo): pido disculpas por haber hecho perder el tiempo a mis cada vez más escasos lectores con esto que antecede. Tampoco me explico cómo fui capaz de perder yo el mío leyendo el texto de referencia en un bar. Bueno, sí: por 1,20€, café y un rato de periódico. Rayando el “coste sero”.
- Vamos, que tanto la desaladora de Escombreras como el aeropuerto de Corvera nos han salido gratis total al millón y medio de habitantes de la Región. Por supuesto que tampoco hubo ningún tipo de corrupción ni nada parecido durante su mandato
Un buen amigo cartagenero mantenía, hace años, que todo lo que él organizaba, que era mucho, salía a “coste sero” por su habilidad en buscar y encontrar patrocinadores, donaciones desinteresadas y ayudas del más diverso tipo. Nunca lo pillaron en un renuncio y dejó determinado pabellón bien alto. Ahora, recientemente, hemos sabido a través del diario oficialista que el expresidente Valcárcel mantiene que sus 14 o 15 años de presidencia directa y los que sean de indirecta no han costado ni un euro a las arcas públicas de la Región.