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Padres del centro de personas con discapacidad de Churra: “Que les hagan test para descartar positivos antes de llevárnoslos a casa”

Rosa María Saiz Fernández, presidenta de la Asociación de Padres y Familiares del centro de personas con discapacidad de Churra (Murcia), ha pedido este domingo en un escrito que ha remitido a la directora de las instalaciones que se haga las pruebas a todos los usuarios del centro.

Esta petición llega tras detectarse este jueves un caso positivo de COVID-19 y ante la opción que han dado a los progenitores y familiares de llevarse a sus domicilios a los residentes. “Creemos que esta debe ser la posición a adoptar desde el centro por responsabilidad de salud pública, teniendo en cuenta que han estado en contacto con un positivo y ahora están en cuarentena”, ha asegurado Rosa María Saiz.

Desde la Consejería de Salud, sin embargo, recuerdan que solo se hace la prueba para detectar coronavirus a aquellas personas que han presentado síntomas.

Saiz se lamenta de que las administraciones estén cumpliendo con sus obligaciones, dice en conversación telefónica, a golpe de denuncia en los medios de comunicación y en los juzgados. Este viernes acudían a la Fiscalía después de haber vivido “un auténtico caos”. 

Esta semana la plataforma de padres a través de su portavoz hizo pública la carencia de medios materiales y humanos en este centro sociosanitario dependiente del Instituto Murciano de Acción Social (IMAS) pero cuyo mando -igual que ha sucedido en las residencias de mayores-  ha recaído durante la gestión de la crisis del coronavirus en la Consejería de Salud.

La jueza de guardia investiga ahora el centro y ha reclamado al Gobierno regional un reporte diario de los medios disponibles y el estado de los usuarios. Según Rosa Saiz, llevaban ya más de siete meses sin cubrir la plaza de médico fijo “y atendían a los chicos dos médicos voluntarios del Servicio Murciano de Salud, que venían por las tardes, y que hacía días que tampoco iban al centro porque estaban en cuarentena”.

Además, otros 21 trabajadores se encontraban de baja y los pocos efectivos con los que contaban “estaban haciendo turnos de 14 horas”. De manera que el jueves, “que fue el día que nos quedamos también sin enfermeros y dio positivo un chico hubo quien tuvo que doblar turno y quedarse por la noche para no dejar aquello totalmente desangelado”.

Después de su denuncia “han puesto ya un médico, cinco enfermeros y once personas atienden a los chicos”, critica la portavoz de los familiares al tiempo que reconoce que la situación es “crítica”, “entiende que algunos trabajadores hayan cogido la baja” y les agradece el trabajo que hacen con los residentes “porque les tratan con mucho cariño y profesionalidad, son parte de su familia”.

Rosa Saiz critica también que a pesar de que se pusieron a disposición de la dirección del centro para ayudar desde el primer momento, “no compartieron con nosotros la falta de recursos con la que se estaban enfrentando y solo con la situación ya bastante avanzada pudimos salir al rescate”. No tenían de nada, dice, ni guantes, ni equipos de protección, ni termómetros, ni mascarillas. “Nada”, para atender a los 74 chicos que residen en el centro y son un colectivo de especial vulnerabilidad.