'Patrulla Animal' es un espacio coordinado por Elisa Reche en el eldiario.es Murcia, para defender los derechos de los animales como seres sintientes.
¿Por qué se maltrata emocionalmente y profesionalmente a las abogadas animalistas?
Por desgracia, cuando imparto formación especializada en derecho animal, principalmente a abogadas, que se dedican al derecho animal, o que quieren especializase en derecho animal, me cuentan que sufren maltrato emocional y también mal trato profesional al defender los derechos, la protección y el bienestar de los animales no humanos.
Como consecuencia de hecho, muchas compañeras, tienen ansiedad, e incluso depresión, por la presión social y profesional que reciben, hasta tal punto, que hay varias que se han dejado el ejercicio como abogadas animalistas.
Sin ir más lejos, yo he sido también víctima de este tipo de maltrato, tanto en los juzgados, como por parte de personas particulares y protectoras.
A continuación, te cuento varios casos que me han sucedido.
Maltrato emocional de compañeras abogadas que llevaban otros temas, y que tenían cero empatía y cero sensibilidad con los animales
Aún recuerdo las burlas en los juzgados de compañeros y compañeras abogadas, allá por el año 2012 cuando comencé a llevar casos judiciales por delito de maltrato animal, la mayoría por comisión por omisión en el deber de cuidado adecuado por parte de la persona responsable del cuidado del animal objeto de maltrato animal.
Esas burlas eran del tipo de comentarios, con tono jocoso, como, por ejemplo: “¿Cómo te van con los perritos?”
Maltrato emocional y maltrato profesional en los juzgados
Una secretaria judicial de un juzgado de instrucción de Murcia, me llamó un día, por teléfono, para que me reuniera con ella, cuando llegué, me cerró la puerta de su despacho y me dijo: “Es usted muy joven y va por muy mal camino”.
Y, ¿por qué me dijo eso? Pues, porque no paraba de ir al juzgado, así como de presentar escritos, para solicitar el decomiso de una yegua maltratada. Por supuesto, yo seguí presentando escritos, donde dejaba evidencia del mal funcionamiento del juzgado, así como llamando y preguntando por el caso a diario. Hasta que al fin, conseguí la famosa orden judicial para rescatar a la yegua.
Nota. La orden judicial, jurídicamente se denomina:“Medida cautelar de incautación de un animal maltratado y sus fundamento jurídico, fue principalmente el artículo 13 de la ley de enjuiciamiento criminal”.
Además, en este caso, conseguí que la yegua fuera directa al campo de una veterinaria, quién la cuidaría de sus heridas, hasta que la pudiéramos trasladar, con la preceptiva autorización de transporte, conocida como guía de transporte (expedida por los veterinarios de la oficina comarcal agraria de Murcia) a la protectora équidos, de Tarragona, que se ofreció a acogerla , en calidad de depositario judicial.
Maltrato de protectoras y/o de particulares
Muchas veces, particulares o personas integrantes de entidades de protección animal nos preguntan a las abogadas y /o juristas con un tono inquisitivo. Obviando que no tenemos la obligación de responder gratuitamente, ni tampoco de forma remuneraa las 24 horas, los 365 días del año, bien sea por teléfono, email o redes sociales. El simple hecho de realizar este tipo de cuestiones, sin respeto al profesional, se suma a que en muchos casos se hace con una falta de educación total, lo que supone un maltrato emocional y también profesional.
Abogadas animalistas que no pueden pagar los gastos y se lo dejan
Hoy comento esto, desde la tranquilidad de que me dedico a la formación y ya no ejerzo. Por lo que esto que te cuento, no lo hago por mí, si no para dar visibilidad a las profesionales maltratadas emocionalmente y profesionalmente, dentro del mundo de la protección animal, me refiero a las abogadas animalistas, y digo abogadas, porque la mayoría son mujeres.
Con muchísimo dolor emocional, veo como cada vez, son más las abogadas animalistas que llegan a este mundo con toda la ilusión del mundo por ayudar a los animales, pero que poco a poco, se ven frustradas, porque no generan ingresos, hasta tal punto, que no pueden pagar autónomo, despacho, coche, dietas, asesor fiscal, así como sus propios gastos de casa, y animales.
Hay muy pocas abogadas animalistas. Tenemos que respetarlas y cuidarlas. Tenemos que aprender a valorar el trabajo de los profesionales del derecho animal. Abogadas que defienden a los animales, que consiguen cambios legales, asesoran Administraciones Públicas consiguen jurisprudencia novedosa, y que trabajan incansablemente para visibilizar los casos de animales en el juzgado, evitando que los procedimientos no se tramiten, se archiven, o se califiquen como un delito menor o que el animal maltratado sea devuelto a quién lo maltrató, si éste fue el dueño.
El trabajo como abogada animalista no es fácil, implica primero, formación en derecho, después formación especializada en derecho animal y también mucha pasión. Y muchos gastos, por desgracia.
Al igual que los veterinarios, los adiestradores, los etólogos, las residencias caninas cobran por sus servicios profesionales y tienen unos horarios.
Los abogados y abogadas que llevan estos casos, con todo el cariño y pasión del mundo, no solo necesitan, si no que deben cobrar por su trabajo, salvo aquellos, que por decisión propia y porque su economía, así se lo permita, decidan hacerlo gratis.
Con indepedencia de que muchos de los juristas que conozco, incluida yo, hacemos muchas cosas gratis, para ayudar a los animales y a las personas que los ayudan.
Afortunadamente mis alumnas del IPA, Instituto de Protección Animal lo tienen claro y respetan el trabajo del abogado animalista, y lo primero que hacen es pedir una consulta y presupuesto, con muchísimo respeto y educación. Y si pueden lo contratan y si no, no lo hacen, pero no le hacen chantaje emocional, ni le responden barbaridades, como algunas personas hacen.
Por eso, si lees este post, solo te pido una cosa, “no maltrates a una abogada o abogado animalista que trabaja para ayudar a los personas y a los animales”.
Solo con respeto, podemos seguir avanzando.
Y por si no lo sabes, te comento que la mayoría de abogadas animalistas que conozco que están realizando cursos de formación en derecho animal en DeAnimals, como por ejemplo, el curso de Experto en Legislación de Protección Animal, también rescatan animales, tienen animales adoptados, e incluso, al igual que yo, en muchos casos, se hacen cargo de los gastos de animales decomisados de procedimientos judiciales, que dirigen como letradas.
Este post se lo dedico todas las abogadas animalistas que trabajan gratis o con precios super simbólicos en temas de maltrato animal, y otros temas relacionados con los animales.
Y recuerda que si tienes que contactar a una abogada animalista, hazlo siempre con respeto, al igual que lo harías con un médico, con un veterinario u otro profesional, porque no podemos permitirnos el lujo de quedarnos sin más abogadas animalistas.
Por desgracia, cuando imparto formación especializada en derecho animal, principalmente a abogadas, que se dedican al derecho animal, o que quieren especializase en derecho animal, me cuentan que sufren maltrato emocional y también mal trato profesional al defender los derechos, la protección y el bienestar de los animales no humanos.
Como consecuencia de hecho, muchas compañeras, tienen ansiedad, e incluso depresión, por la presión social y profesional que reciben, hasta tal punto, que hay varias que se han dejado el ejercicio como abogadas animalistas.