El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha autorizado un trasvase de 20 hectómetros cúbicos (Hm3) de agua para el mes de marzo, a través del acueducto Tajo-Segura, para poder atender las necesidades hídricas de las cuencas receptoras.
El volumen autorizado garantiza todos los suministros de agua de la cuenca cedente, así como el abastecimiento de 2,5 millones de personas de las provincias de Murcia, Alicante y Almería, mediante 7,5 Hm3 de este envío.
También se han autorizado trasvases para los meses de abril y de mayo, de 20 Hm3 de agua cada mes, que se podrán revisar, en función de la coyuntura hidrológica, por parte de la Comisión Central de Explotación.
La Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, responsable de aplicar estrictamente las reglas de explotación de esta infraestructura, ha tenido en cuenta la situación excepcional (nivel 3) en la que se encuentran los embalses de cabecera a la hora de fijar la cantidad a trasvasar para garantizar un equilibrio entre las necesidades actuales de los usuarios y la garantía de abastecimiento de agua en los próximos meses.
El informe de la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura se ciñe, en concreto, a las reglas de explotación fijadas en el Real Decreto 773/2014, que define un mecanismo claro de aplicación en función del volumen almacenado en los embalses de Entrepeñas y de Buendía (en las provincias de Guadalajara y Cuenca), aportaciones hídricas recibidas, valores de consumo de referencia y desembalses necesarios para atender a la cuenca cedente.
De acuerdo con el régimen transitorio previsto en la Ley de Evaluación Ambiental en 2016 los trasvases son legalmente posibles en tanto las reservas de la cabecera del Tajo (Entrepeñas y Buendía) no estén por debajo del umbral de 336 Hm3. El pasado 1 de marzo estos embalses almacenaban un total de 437,25 hm de agua.
En las cuenca del Segura y del Júcar se están llevando a cabo una una serie de actuaciones que están permitiendo incrementar el agua disponible en la zona como son el uso de pozos de emergencia y del agua laminada en embalses o la adopción de medidas de control de usos y pérdidas de agua.