¿Un traspiés? No acudir a debates organizados por los principales medios es un error básico de imagen pública.
En cualquier manual de comunicación se indica que los primeros focos a cubrir son los que comportan los medios, redes y foros especializados que te permiten trasladar tu mensaje al mayor número posible de electores, siempre y cuando quieras ganar, tras la errática campaña del centro derecha en las últimas generales nos encontramos que igual no es el caso.
Son varias cuestiones, vayamos por partes. Más de cien mil oyentes respaldan a la primera emisora de radio de la Región de Murcia que acaba de quedarse sin debate, aunque lo vaya a celebrar, porque el candidato del PP ha decidido regalar su presencia a medios que, él entienda, le puedan ser más cómodos. En la sede de los populares entendieron que no había votos que rascar en las ondas de la cadena SER, quisieron además mandar a un conserje para cubrir su hueco y para colmo del ridículo impugnan el debate en la mismísima Junta Electoral. En esa línea sólo les ha faltado llegar a Estrasburgo.
Hecho el entuerto cabe señalar que en el acto de la cadena SER, los otros tres candidatos tendrán vía libre para descabezar las propuestas y acción de Gobierno del PP, porque el candidato de los azules no se va a defender. El absurdo, más cuando se presupone que sí se verán las caras en otros dos medios regionales, los argumentos se repetirán y Fernando López sólo se replicará en dos de las tres ocasiones que tenía, renunciando a más de cien mil personas, según el último Estudio General de Medios.
Pero igual, como decía antes, es que no quiere ganar. Tal vez se ha dado cuenta del descalabro histórico al que el PP está abocado y se conforma con quedar en cualquier posición, siempre y cuando ésta le diera para sumar con otras fuerzas y quedar, aunque fuera de refilón, con presencia en el Gobierno regional. No se alarmen, es una opción como otras que se estudian en las sedes de los partidos políticos, ¿o es que se han imaginado ustedes que nuestros representantes piensan que van a sacar los 45 escaños de nuestro parlamento autonómico?
Sumemos a esto que el candidato del PSOE, Diego Conesa, viene de ganar las generales, y que Isabel Franco aspira a arrebatarle todo el sector liberal de votantes al PP, junto a que en el día de ayer conocíamos la publicación del portal “electomanía.es” en el que la suma de socialistas y naranjas daba 23. Si alguien en la sede de los populares piensa que sus adversarios no van a aprovechar todo esto, es que, definitivamente, se quedaron ciegos.
La pataleta viene desde los ataques del PP a Ciudadanos porque no hayan vetado al PSOE en las autonómicas para cualquier acuerdo. Si bien es cierto que Ciudadanos en la Región de Murcia no puede decir nada al respecto porque todos los pactos se decidirán en Madrid tras conocer los resultados de todas las elecciones, hay en el aire las cuentas que unos y otros deben estar haciendo ya.
Si como marcan los estudios y encuestas, el PSOE tendrá la Presidencia de la Comunidad Autónoma y Ciudadanos queda como pieza imprescindible, esta pieza será muy cara de cobrar. Y sólo hay una manera de hacerlo, con la Presidencia de la Asamblea Regional y además, con un añadido, la designación de senador autonómico también para Ciudadanos, que además supondría borrar de la vida pública a Francisco Bernabé. Esta carambola seguro es tenida en cuenta en los barrios y pedanías del sur de Murcia capital.
Pero no nos equivoquemos, todo esto es morralla, aunque suene duro, es así. Nuestra comunidad, enclavada en un rincón de la geografía y con estatuto de tercera división debería estar pendiente de las otras elecciones de las que nadie habla: las europeas. Porque la mayor parte de la legislación que sí afecta a la Región de Murcia son directivas europeas que nuestro Gobierno regional aplica sí o sí.
Así pues queda pendiente el debate que nos importa de verdad, el de las elecciones europeas. Organizar un debate de estas características es complicado, lo sé de primera mano porque el primero que se celebró en la Región de Murcia lo organicé yo (con la ayuda de los alumnos de la Facultad de Letras y la moderación de la periodista de la SER Lucía Hernández). Era 2009, Ciudadanos se aliaba con la extrema derecha de “Libertas” y Podemos ni asomaba la cabeza, pero sí estaba claro que los bloques ideológicos estaban ya en vías de desintegración.
La universidad pública constituye el foro ideal para hablar de propuestas de futuro, por eso esperando estamos en el mundo de la comunicación que los alumnos o la propia institución se animen y den el paso de asumir el reto de plantear el debate más abierto. Y ese sí merece la pena verlo.