Un Estatuto de Autonomía en el limbo: la Región de Murcia regresa a 1982

“Aquí lo que han hecho es devolvernos a la casilla de salida del año 1982”, señala Óscar Urralburu, actual coordinador de Más Región, con respecto a la retirada de la reforma del Estatuto de Autonomía de la Región del Congreso por parte de la nueva mayoría del Parlamento murciano, conformada por el PP más los tránsfugas de Ciudadanos y los expulsados de Vox. “Y habría que preguntarles a los responsables de esto si la Región de Murcia está en 1982. Incorporamos las comparecencias de cientos de colectivos con los que nos fuimos reuniendo durante tres legislaturas seguidas y el resultado fue un enorme trabajo de síntesis, integración y debate”, añade Urralburu, quien era portavoz parlamentario de Podemos cuando se aprobó el nuevo texto por los 45 diputados de la Asamblea Regional en abril de 2019. En ese momento, el Parlamento murciano no contaba con representantes de Vox, quienes posteriormente tildaron la reforma de “marxista”.

“Cuando alguien alarga el partido artificialmente, que es lo que ocurre en esta Región desde el mes de marzo, todo se corrompe”, expone Urralburu con respecto al momento en el que fracasó de la moción de censura presentada por PSOE y Ciudadanos y, cuando, según el exdiputado, se tenían que haber convocado nuevas elecciones. “Lo que no es democrático es retirar el Estatuto de Autonomía porque es el epígono de una legislatura liquidada por unos tránsfugas y un presidente regional como Fernando López Miras que, en tal de mantener el statu quo, está dispuesto a perder toda legitimidad democrática”, señala el también portavoz de Más País.

Pero, si bien, la oposición al completo –Unidas Podemos, PSOE y Cs– votó a principios de diciembre en la Asamblea Regional, incluso llegando a ausentarse del edificio los dos últimos grupos políticos, en contra del cambio ad hoc del reglamento de la Asamblea Regional para poder traer la reforma del Estatuto de Autonomía del Congreso de los Diputados por las enmiendas presentadas allí –principalmente las que planteaban que los diputados tránsfugas pasaran al Grupo Mixto o fueran no adscritos y que se limitara la presidencia del Ejecutivo a dos mandatos, lo cual hubiera impedido a López Miras presentarse a las próximas elecciones–, esta semana el PSOE junto con los votos del PP y Vox aprobó en la Mesa del Congreso la retirada de dicha reforma por orden de la Cámara murciana, con la única oposición de Unidas Podemos.

Una mayoría necesaria de tres quintos frente a la mayoría absoluta

Mientras que el portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, defendió el pasado martes que se habían limitado a “cumplir el procedimiento establecido” avalado por los servicios jurídicos de la Cámara Baja, el diputado murciano de Unidas Podemos y secretario tercero del Congreso, Javier Sánchez Serna, se manifestó en contra puesto que “la Mesa del Congreso tiene la obligación de examinar la norma y las circunstancias concretas. Y en este caso había irregularidades en el procedimiento que justificaban no aceptar la retirada del Estatuto de Murcia”, tales como el hecho de que el nuevo proyecto de estatuto se aprobó por unanimidad en la Asamblea Regional con un apoyo por encima de los tres quintos necesarios, mientras que dos años y medio después, “el Partido Popular y los tránsfugas que sostienen al Gobierno Regional han modificado el reglamento de la Asamblea para reclamar la devolución de ese proyecto” con mayoría absoluta, es decir, la mitad más uno.

Tanto Unidas Podemos como Ciudadanos han manifestado que llevarán la devolución del Estatuto a los tribunales. “El PSOE ha bajado los brazos muy pronto; ni siquiera se abstuvo para poder ir después al Tribunal Constitucional, lo que da a entender es que con estas cuestiones de regeneración el PP y PSOE se dan la mano y arrastran los pies”, apunta Miguel Sánchez, portavoz parlamentario de Ciudadanos cuando fue aprobada la reforma en la Asamblea Regional y actual senador de este partido político por Murcia.

“Es desolador, una cacicada del PP porque no le gustaban las enmiendas a un Estatuto que metía, de facto, a la Región de Murcia en el siglo XXI”, se reafirma Sánchez. El senador de Ciudadanos recuerda que el estatuto es una ley orgánica y, como tal, tiene que pasar por las Cortes Generales, “como ha pasado hace dos años con el Estatuto de Canarias que tuvo decenas de enmiendas tanto en el Congreso como en el Senado y nadie puso el grito en el cielo”. Después de presentar enmiendas “en tiempo y forma se abría un tiempo de pacto y el PP apretó el botón rojo y lo dinamitó”, añade frente a las acusaciones realizadas por el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Joaquín Segado, de “organizarnos la Asamblea Regional con votos de Bildu y Esquerra Republicana”.

La Región de Murcia, la única comunidad con un Estatuto de Autonomía “obsoleto”

De esta forma, la Región de Murcia es la única comunidad autónoma que se queda con un Estatuto “obsoleto”, según califica Sánchez al aprobado en 1982. En la reforma integral planteada se reconocía el derecho a la igualdad efectiva entre hombres y mujeres y la del colectivo LGTBI, el derecho a la educación, a la asistencia sanitaria, al trabajo, a declarar la voluntad vital anticipada, al tiempo que garantizaba los derechos a las personas con discapacidad y quienes se encuentran en situación de dependencia y a la protección integral a las mujeres que sufren violencia machista, entre otros.

El capítulo más polémico de redactar entre los 99 finales fue el referente a memoria democrática que se saldó con el contenido de que “los poderes públicos velarán por el conocimiento de la memoria histórica o democrática como patrimonio colectivo que atestigua la defensa la defensa de la identidad y la cultura del pueblo murciano”. El documento también recogía el derecho al agua, el apoyo al Trasvase Tajo-Segura junto a las energías renovables. “Fue un trabajo muy duro y complejo y hay muchos que dicen que metimos muchos goles por la escuadra”, señala Urralburu.

Por su parte, Sánchez Serna considera que “el PP quería distanciarse de ese consenso que salió de la Asamblea para robarle la agenda a la ultraderecha. La última tanda de enmiendas presentadas por los grupos respecto al transfuguismo en el Congreso les dio la excusa para hacer este movimiento”.

“Han demostrado ser jugadores de ventaja, que juegan con las cartas marcadas. Modifican el reglamento de la Asamblea ad hoc para arbitrar una posibilidad que no existía que es la retirada del Estatuto. Volvemos a Segunda B, donde nos mantienen instalados”, dice Sánchez con respecto al Gobierno regional apoyado por tránsfugas de Cs y expulsados de Vox. El senador también recuerda que la Región es la única comunidad donde “tenemos cuatro tránsfugas en el Consejo de Gobierno, siete diputados tránsfugas de un total de 45 y dos grupos parlamentarios secuestrado por los tránsfugas que controlan las mociones, la portavocía y hasta las subvenciones”.