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Lourdes Méndez Monasterio, el ala antiabortista más radical de Vox en la Región de Murcia

Elisa Reche

Murcia —

Lourdes Méndez Monasterio (Córdoba, 1957) tiene una dicción perfecta. La diputada nacional de Vox por la Región de Murcia habla de forma pausada y educada, aunque sus palabras son contundentes. Sobre todo en lo que respecta al aborto, cuya postura más radical le distanció del Gobierno de Rajoy hasta el punto de ir perdiendo poder en el Partido Popular y abandonarlo en 2017.

Méndez estuvo vinculada al PP durante 25 años: fue concejala en el municipio murciano de San Javier en los noventa, diputada autonómica (1999-2003), consejera de Trabajo en el gobierno de la Región (2002-2004) y diputada nacional del PP entre 2004 y 2015. También fue miembro electo de la Ejecutiva Nacional del PP durante ocho años, presidenta de la Comisión Nacional de Familia, portavoz de Asuntos Sociales y presidenta de la Comisión de Políticas Integrales para la Discapacidad en el Congreso.

Cuando Mariano Rajoy reformó, pero no derogó, en 2015 la Ley de plazos del aborto aprobada por Rodríguez Zapatero, la abogada rompió entonces la disciplina de voto junto con otros cuatro diputados del PP. En 2017 sus enmiendas sobre el aborto y la eutanasia fueron ignoradas en el congreso del partido y terminó por darse de baja. 

“Nosotros no queremos que ninguna mujer vaya a la cárcel, por lo tanto, no penalizaríamos a la mujer, pero sí a los abortorios que den una prestación con carácter general. No estamos de acuerdo con que el aborto se conciba como un derecho”, aseveró a eldiario.es de la Región de Murcia.

Ante la reciente polémica protagonizada por el diputado regional de Vox Francisco Carrera en la que llamó “conejos” a los hijos de las madres solteras en el marco de un debate sobre el descenso de la natalidad emitido por La 7 TV, la televisión autonómica, Méndez afirmó a eldiario.es que “defendemos la maternidad independientemente del estado civil de las madres”. El propio Carrera se disculpó el pasado jueves por sus declaraciones en el programa de televisión.

Pero durante su intervención en el multitudinario mitin de Vox en el Hotel Nelva de Murcia en noviembre de 2018 en el que participó junto con José Antonio Ortega Lara y Santiago Abascal sin haberse incorporado todavía a la formación de extrema derecha, Méndez señaló que apoyaba “al único partido que mantiene un discurso claro en contra de la ideología de género y a favor del apoyo a las familias fundadas en el matrimonio natural”.

Desde ese mitin, que estuvo precedido por una conferencia del grupo ultracatólico HazteOír en el mismo lugar y que se saldó con cargas policiales, su nombre empezó a circular en las quinielas políticas de la Región hasta que en marzo de este año se confirmó que era la cabeza de lista del partido de extrema derecha al Congreso por Murcia. 

La abogada, que vive a caballo entre Madrid y San Javier, tiene seis hijos. Es hermana del periodista Kiko Méndez Monasterio, uno de los más fieles asesores de Abascal. La cadena Ser desveló el pasado abril que el antiguo director de La Gaceta fue condenado en 1999 o por agredir a un grupo de jóvenes de la Unión de Estudiantes Progresistas y de Izquierdas de la facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, entre los que se encontraba Pablo Iglesias, quien entonces tenía 19 años.

Su abuelo materno fue el general José Monasterio, un destacado militar franquista que colaboró con la preparación del golpe de Estado de 1936 y cuyo papel fue fundamental para derrotar a las fuerzas republicanas en la batalla de Teruel.

Méndez es miembro del Opus Dei y de diferentes organizaciones antiabortistas. De hecho, señaló el factor “católico” como uno de los elementos que contribuyeron a que Vox fuera la formación más votada en la Región durante las pasadas elecciones generales del 10N. “El tema de la vida que otros partidos piensan que resta, yo creo que ha sumado”, apuntó a este periódico.

Preside la Asociación Familia y Dignidad Humana, que pretende “promover la protección de los derechos humanos, especialmente la defensa de la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural, de la familia fundada en el matrimonio de un hombre y una mujer, de los derechos de la infancia y del menor”.

También colabora con la Plataforma por las Libertades, de la que forman parte su compañera de Vox Rocío Monasterio y el exministro del Interior Jaime Mayor Oreja y cuyo objetivo es “defender las libertades vulneradas al amparo de la Ideología de Género” y manifestarse en contra de “las leyes promulgadas con el objetivo de favorecer de manera discriminatoria al colectivo LGTBI respecto al resto de la ciudadanía”. La diputada, a su vez, pertenece a One of us, otra plataforma europea impulsada por Mayor Oreja contra el aborto y la eutanasia.

Con respecto a la imposición del pin parental en los colegios, uno de los campos de batalla del partido de extrema derecha con el Gobierno de coalición entre PP y Cs en la Región de Murcia, la política señaló a este periódico que “no queremos que se le ideologice a los niños desde edades muy tempranas para que se les confunda en su crecimiento y en su biología”.

De hecho, Méndez acusó que el Gobierno regional sería “frágil” si no aceptaba “las líneas rojas” de su partido a la hora de presentar los presupuestos, como es el 'pin parental' o si se aprueba el decreto de protección integral del Mar Menor.

“En la pubertad, cuando los científicos dicen que hay desequilibrios hormonales, es una verdadera bestialidad intentar convencer a un niño puede elegir su sexo en contra de su biología”, añadió.

Otro de los aspectos contradictorios en la carrera política de Méndez, además de haber sido consejera regional y actualmente pertenecer a un partido que está en contra de la existencia de las autonomías, es haber votado en 2008 a favor de acabar con el trasvase Tajo-Segura durante la votación del Estatuto de Castilla-La Mancha, a diferencia de lo que hicieron los diputados murcianos entonces del PP Alberto Garre y Arsenio Pacheco.

Vox fue el único partido que no participó en la manifestación para denunciar el colapso medioambiental del Mar Menor celebrada en Cartagena el pasado octubre. “Creemos que estaba muy politizada”, se justifica Méndez. “Allí estaba Cristina Narbona, que hizo el mayor desastre antiecológico derogando el Plan Hidrológico Nacional y sustituyendo esas aguas que tenían que venir de unos trasvases por desaladoras”, dijo a este periódico.

El ascenso del partido de Abascal en la Región de Murcia ha representado el paradigma de la reestructuración de Vox. La estampida de dimisiones de todos los cargos orgánicos de la dirección regional se ha saldado con una nueva gestora presidida por José Ángel Antelo, concejal en el Ayuntamiento de Murcia y jugador de baloncesto escogido por “su capacidad de gestionar equipos”. El control ejercido desde la cúpula nacional es férreo y el Gobierno regional es una olla a presión que, para avanzar, depende indefectiblemente del apoyo de la extrema derecha.