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Obligados a entenderse en la Región de Murcia

Tal y como ha quedado el reparto de los diputados en la Asamblea Regional -22 para el PP, 13 para el PSOE, 6 para Podemos y 4 para Ciudadanos- la necesidad de pactos, ya sean sobre asuntos concretos o no, es obligatoria. El partido de Pedro Antonio Sánchez está haciendo ojitos a Ciudadanos para conseguir el apoyo de sus 4 diputados, y con ello, permanecer en el Gobierno murciano durante cuatro años más.

Sin embargo, los miembros de C’s  no están muy por la labor de ponerle las cosas fáciles. Otra opción es la coalición de lo que desde el Partido Popular llaman un ‘pacto antinatural’: la unión de PSOE, Podemos y C’s. Juntos sumarían los 23 diputados que señalan la mayoría absoluta y dejarían al Partido Popular fuera del Gobierno Regional después de 20 años.

El presidente en funciones, Alberto Garre, tiene un plazo de 30 días para convocar la Asamblea Electa, donde se elegirá al presidente de la Asamblea, a dos vicepresidentes y dos secretarios de entre los miembros que la forman. Una vez esté constituida, el nuevo presidente de la Asamblea tiene que anunciar la fecha de la primera convocatoria de elección del presidente de la Región.

En esta votación, dicho presidente debe ser elegido por mayoría absoluta, es decir, 23 votos. Ningún partido murciano ha conseguido obtener esa cifra, y por tanto, se necesita un pacto PP – C’s o, por el contrario, un pacto PSOE-Podemos-C’s.  Si esto no ocurre, los partidos disponen de dos meses para llegar a un acuerdo. En estas posteriores votaciones bastará con una mayoría simple, es decir, la mayoría de los votos de los asistentes, sin tener en cuenta las abstenciones.

Si PSOE-Podemos-C’s no llegan a un acuerdo y el PP consigue la abstención de Ciudadanos, Pedro Antonio Sánchez será presidente de la Región de Murcia, y si esto no ocurre, el presidente de la Asamblea Regional está obligado, transcurridos esos dos meses, a convocar nuevas elecciones.

Los partidos en la Asamblea no tienen más remedio que entenderse, porque si finalmente ninguno de ellos cede en sus exigencias, el futuro de los murcianos será una nueva cita con las urnas. Y no porque lo haya anunciando Pedro Antonio Sánchez, simplemente porque lo señala la Ley Orgánica 1/1998, de 15 junio, que modifica la Ley Orgánica 4/1982, de 9 junio, del Estatuto de Autonomía para la Región de Murcia. Pero cuidado, porque si se anunciase la convocatoria de las próximas elecciones generales, no podría convocarse el adelanto de las autonómicas hasta que aquéllas no se celebraran.