El Gobierno murciano dará ayudas a fondo perdido a los hosteleros para cubrir los gastos derivados del obligado cierre de sus establecimientos de restauración durante dos semanas desde este sábado para contener la pandemia de coronavirus, que se espera que se concreten este viernes.
Así lo ha anunciado en la tarde de este jueves el presidente regional, Fernando López Miras, en una rueda de prensa tras la reunión que ha mantenido con el presidente de la patronal CROEM y de otras asociaciones y organizaciones del sector, que se ha prolongado durante más de dos horas para llegar a un acuerdo sobre un plan de rescate para esas empresas.
Tanto Miras como Albarracín han confiado en poder cerrarlo en la jornada de mañana para que las medidas puedan ponerse en marcha cuanto antes, a ser posible, con su aprobación en el Consejo de Gobierno del próximo jueves.
A falta de cerrar el acuerdo, Miras ha señalado la intención de habilitar subvenciones a fondo perdido para que bares y restaurantes puedan afrontar los gastos que les supondrá cerrar, aunque no ha detallado su cuantía y se ha limitado a insistir en que se hará cuanto sea necesario para salvar al sector.
La intención es “subvencionar el gasto global”, que incluye el alquiler de los locales, el material perecedero que no podrán utilizar estos días y el impuesto de bienes inmuebles, entre otros conceptos, ha concluido Miras.
El presidente de la patronal se ha mostrado “satisfecho” con esa propuesta y con la creación de la mesa de trabajo y ha recalcado la necesidad de seguir impulsando facilidades para acceder a financiación y de poner en marcha nuevas ayudas directas, puesto que algunas de las ya aprobadas han agotado sus fondos.
En ese sentido, ha señalado que las destinadas a sufragar el equivalente a seis meses de cuotas de autónomos, dotada con 3,5 millones de euros, ha visto cómo se ha duplicado esa cifra por el número de solicitudes.
Ha anunciado además un servicio de expertos para asesorar a hosteleros en alquileres y acceso a financiación y ha pedido la puesta en marcha, una vez se supere esta situación, de una gran campaña de reimpulso del sector.
A los ayuntamientos les ha pedido que hagan también un esfuerzo para reducir de forma drástica e incluso exonerar del pago de tasas a estos negocios al menos hasta mediados de 2021.
Y a los ciudadanos, que mantengan una actitud responsable, una idea que ha reiterado también Miras, que ha advertido de que de nada servirá este cierre si se celebran reuniones y fiestas privadas en casas, lo que conlleva el riesgo de contagio.
Albarracín ha aprovechado también para reiterar su propuesta de que sean las farmacias las que hagan las pruebas de detección del coronavirus para aliviar la presión de los hospitales y centros sanitarios, lo que ayudaría además a detectar casos de manera prematura y frenar las cadenas de contagios.
Sobre el clima de tensión vivido desde el anuncio del cierre de bares y restaurantes y las movilizaciones previstas para este sábado, Miras ha dicho entender “perfectamente” el malestar de los empresarios.
Han hecho importantes esfuerzos, también económicos, para adaptarse a todas las medidas de seguridad, pero por la propia naturaleza de sus negocios, es en ellos donde los ciudadanos se relajan, prescinden de la mascarilla e interactúan con personas no convivientes, ha aclarado.
En ese contexto, “afrontamos la etapa más dura de la pandemia en la Región de Murcia”, con el mayor número de contagios y fallecidos diarios desde marzo, cifras “inasumibles” que hacen inevitable tener que recordar que “no podemos normalizar la muerte”.
Con la puesta en marcha de este grupo de trabajo y de medidas de apoyo, Albarracín ha confiado en que no sea necesario llegar a las movilizaciones convocadas y se ha mostrado convencido de la posibilidad de llegar a un acuerdo.