Raúl Gallego, psicólogo, 'coach' y orientador laboral, es una de esas personas dotadas del raro superpoder de cambiar la vida de los demás. Con más de veinte años de experiencia en el desarrollo de personas en el mundo de la empresa, es uno de los formadores del programa de orientación laboral 100% Activación. Éste, financiado por el SEF y ejecutado a través de Iniciativas Locales, logra índices de colocación del 80% de sus participantes.
“La clave del éxito radica en el grupo”, afirma. “El objetivo no es que los participantes encuentren trabajo, sino que aprendan a encontrarlo”, matiza. En esta entrevista, nos da utilísimas claves sobre cómo afrontar el difícil momento al que decenas de miles de personas se enfrentan hoy: la pérdida de sus puestos de trabajo.
La mayor parte de la gente sueña con la estabilidad laboral.
La estabilidad no existe. El mundo ha cambiado y va a cambiar cada vez más rápido. Antes los cambios eran mucho más lentos en las organizaciones, pero ahora el escenario, como hemos visto, puede transformarse de un día a otro. Así que esa estabilidad en la que nos han educado, aquello de buscar un trabajo fijo que nos decían nuestros padres, ha desaparecido. Actualmente lo que se busca es gente flexible, con capacidad de adaptación. La estabilidad la encontraremos en nuestra habilidad para ir evolucionando. Ninguna de las áreas de trabajo a que me dedico ahora existía hace diez años, por ejemplo.
Quien haya perdido su empleo debido a la crisis del coronavirus, ¿Cómo puede afrontar un momento así?
Lo primero es hacer un análisis realista de tu escenario. Acabamos de ver cómo sectores que eran muy estables de repente no lo son. Y otros que parecían dormidos se han reactivado. Muchas personas recuperarán su situación laboral cuando esto pase, pero otras no. Nos toca, pues, readaptarnos, ser proactivos. Todos en la vida hemos afrontado cambios y los hemos superado. Somos más fuertes y capaces de lo que creemos. Pero todo debe partir de un análisis realista: Qué me falta para llegar al puesto que quiero conseguir, qué habilidades debo desarrollar. La parte buena del desempleo es que tienes tiempo para formarte. Hoy en día cualquier información está a un click: cursos online gratuitos, webinars…
Y desde un punto de vista psicológico, ¿Cómo encarar la angustia, el miedo?
A menudo nos centramos demasiado en el futuro y nos olvidamos del presente. Entonces el miedo nos paraliza, no vemos las oportunidades que tenemos al alcance de la mano. Por complicada que una situación sea, debemos aprender a vivirla de manera constructiva. No podemos cambiar la realidad, pero sí decidimos el modo en que la vivimos. En ello es fundamental la actitud positiva, que no significa que me tenga que gustar lo que es imposible que me guste, sino aprender a ver la parte buena que todo, absolutamente todo, tiene.
¿Cómo gestionar la ansiedad que genera el estar en paro?
Empleando bien el tiempo. Es fundamental marcarse una rutina que le dé estructura a tu día. Ponerte pequeños objetivos… Cosas que te vayan dando pequeñas satisfacciones personales y que te ayuden a no perder la sensación de rutina. También es importante disfrutar del ocio: jugar con tus hijos, leer los libros que acumulabas desde hace tiempo, ordenar fotos… Todas esas cosas te ayudan a mantenerte en movimiento, alejan la ansiedad.
Eres uno de los 'coach' del programa de orientación laboral 100% Activación, que logra habitualmente un índice de colocación del 80% de sus participantes, y lo hace además centrándose no tanto en lo profesional como en lo personal: un enfoque novedoso con resultados sorprendentes.
Incluso en este momento estamos en un 60-70%. Los que estamos al frente somos psicólogos y expertos en recursos humanos, con larga experiencia en el terreno práctico. Por eso tenemos claro que un trabajador es mucho más que un curriculum. De hecho, lo que me piden las empresas cuando realizo procesos de selección no es solo formación, sino algo que va más allá: actitud. Tradicionalmente, el mundo de la orientación laboral se ha centrado en la formación. Es fundamental, desde luego, pero hay mucho más: nosotros ponemos el foco en la persona, que es lo que marca la diferencia.
Como su nombre indica, el programa dura cien días.
Es un tiempo que no da para aprender un idioma, sacarse una carrera o conocer una profesión. Sin embargo, sí puedes mejorar tu autoestima, la seguridad en ti mismo. También descubrir tus talentos y cómo mostrarlos. Y esto lo trabajamos desde el grupo: son los participantes quienes se ayudan unos a otros. Ahí radica el éxito del proyecto: se generan cambios profundos y permanentes en las personas.
A 100% Activación llegan generalmente personas desorientadas, con la autoestima baja por la dura experiencia del desempleo. ¿Cómo se le da la vuelta a esto?
En la primera fase trabajamos exclusivamente la motivación. El objetivo es conseguir que un grupo de veinticinco personas desestructurado, desmotivado e incluso con problemas graves personales y materiales vuelva todos los días. Para eso deben empezar a confiar en sí mismos y en sus compañeros. Las personas, cuando estamos en desempleo, tendemos a creer que somos un bicho raro, porque nos aislamos. En 100% Activación, cuando ves a otros veinticuatro en tu misma situación, comprendes que no estás solo. Entonces es momento de trabajar el autoconocimiento y el talento: Ahí los participantes descubren, o redescubren, cuáles son sus puntos fuertes, pero también las áreas de mejora. Después definimos un objetivo laboral realista, medible.
Muchos descubren entonces que no saben lo que quieren. O que lo que creían querer realmente no lo quieren.
Una de las primeras cosas que les digo a los participantes es que dejen de buscar empleo. Suele pasar que, cuando uno se queda en paro, se lanza a la búsqueda de trabajo de forma compulsiva, desorganizada, sin objetivo. Eso te destroza porque tú crees que estás trabajando mucho, pero no es así y el éxito resulta mínimo. ¿Cuál es el problema? Que no tienes un objetivo claro, y por tanto careces de plan. Si no sé adónde voy difícilmente voy a llegar. Entonces, lo que hay que hacer es pararse, analizar y definir un objetivo. Eso es algo a lo que en el programa dedicamos mucho tiempo.
¿Y una vez tienes claro adónde ir?
Debes crear un plan de acción: Definir de manera organizada qué tareas diarias debes hacer para acercarte a tu objetivo laboral.
Ahí es cuando los participantes descubren que todos tenemos una red de contactos mucho más amplia de lo que creemos.
Todo el mundo tiene una red de contactos impresionante, lo que pasa es que casi nadie es consciente. Hoy en día lo que más vale son los contactos: El 80% de puestos de trabajo jamás llega a publicarse en Internet, sino que se cubre por referencias, contactos, conocidos. Para conseguir empleo, se necesita una red de contactos efectiva, viva y cuidada. Y eso requiere tiempo, tratar y conocer gente. Unos contactos llevan a otros. En 100% Activación se parte del propio grupo, que debe ser como una familia en la búsqueda de trabajo.
Muchas personas se avergüenzan de estar en desempleo, lo ocultan por pudor. Tú consideras que eso es un error.
Ponte en la situación contraria: si un amigo te dice que está buscando empleo, ¿qué piensas? Nada malo, te nace ayudarle. Entonces, ¿por qué cuando somos nosotros los que estamos en esa situación nos retraemos? Para conseguir trabajo, debes tener visibilidad. Y esta se consigue mostrándote. Tienes que decir que estás en desempleo. Lo que pasa es que mucha gente lo ve todavía como una vergüenza: que los demás pensarán que te han echado porque no sirves. Pero es todo lo contrario: los que estamos en el mundo de los recursos humanos sabemos que el escenario laboral cambia y que la gente está un día trabajando y al otro no. No hay que tenerle miedo a mostrarse.
Muchos creen que buscar trabajo consiste en pasar una hora al día delante del ordenador mirando LinkedIn e Infojobs. En 100% Activación afirmáis que eso no es buscar trabajo.
Esa es una de esas creencias limitantes: como tengo que justificarme ante mí y ante los demás que estoy buscando trabajo, me escudo en esas búsquedas que son cómodas, con las que no me expongo. Eso me lleva al 'nadie me llama', 'todos están mejor preparados que yo', etc. Pero la realidad es que no te llaman porque no te estás mostrando. La búsqueda en Internet hay que hacerla, desde luego, pero eso solo es una parte, y muy pequeña, del trabajo de buscar trabajo. Como hemos dicho, sólo estarás enterándote del 20% de vacantes.
¿Por dónde debe empezar quien quiera salir de esa situación?
Llamar por teléfono, quedar con gente aunque sea solo para recordarles que estás en búsqueda de empleo, visitar empresas, ir a eventos y ferias de empleo. Debes al menos dedicarle cuatro horas diarias a esto, como si fuese una media jornada laboral… mínimo. Y, ante todo, no tener vergüenza de ir una y otra vez a los mismos lugares: esa es tu dedicación ahora.
Dedicáis una sesión a mostrar cómo los pensamientos, positivos o negativos, determinan a menudo lo que nos sucede.
Se trata de aprender a gestionar tus pensamientos: ante una misma realidad, una persona con patrón de pensamiento negativo y otra con positivo verán dos cosas por completo distintas. Esto definirá tu reacción y, por tanto, seguramente lo que vas a conseguir. Desde la autocompasión muy raramente vas a lograr algo, mientras que, si siendo realista y reconociendo las dificultades, sabes ver las oportunidades, seguramente tendrás más éxito en lo que acometas. Tú decides en qué parte te centras.