La Región de Murcia no llega a la media española en médicos por habitante. “Somos una comunidad deficitaria”, explica la portavoz del Sindicato Médico CESM, María José Campillo, quien cifra en 500 los médicos que debería contratar el Servicio Murciano de Salud (SMS) para alcanzar esa media. “Y estamos hablando de cifras calculadas antes de la COVID-19”, puntualiza en declaraciones a eldiario.es Región de Murcia.
El SMS ha ofertado este año en la Región 347 plazas de nuevos residentes (de las que 259 son para médicos según el BOE), y 143 de adjuntos de distintas especialidades; una cifra “muy insuficiente” que demuestra “falta de planificación en época de pandemia”, señala Campillo.
Este año además, según la última comunicación del Ministerio de Sanidad, los residentes de primer año no se incorporarán hasta septiembre (normalmente lo hacen en mayo pero el coronavirus ha retrasado los plazos), mientras que en estas fechas ya terminan sus residencias los MIR de último año. “Salen más profesionales de los que entran, y eso terminará redundando en más guardias y más trabajo”, asegura preocupado Domingo Sánchez, presidente del Comité de Empresa del SMS.
Desde el Sindicato Médico explican que de los 500 médicos que necesita Murcia, hacen falta 250 en hospitales y otros 250 en Atención Primaria (150 médicos de familia y 100 pediatras). “Si quisieran, hay trabajo para todos los que terminan”, dice María José Campillo, quien considera que “se está funcionando con plantillas muy reducidas para mantener los estándares de calidad”. En la Región, afirma, “se está trabajando al 200 por ciento, sobre todo durante la COVID-19, y los médicos están muy cansados, agotados; porque hay que tener en cuenta que ahora además hay un doble circuito pero con los mismos profesionales”.
Desde el SMS informan de que una vez finalizados los periodos de residencia de los MIR de cuarto y quinto año en estos días, incluidos los de medicina familiar y comunitaria, “de los 183 residentes se ha resuelto contratar ya a 143 de ellos como adjuntos, médicos de familia y pediatras de Atención Primaria, ”un 80 por ciento del total“.
Entre ellos destacan, según fuentes de la Consejería, 65 contratos en la especialidad de medicina familiar y comunitaria, 20 contratos en cirugía de diferentes especialidades, 8 de medicina interna, 6 de medicina intensiva, 7 en radioagnóstico, 11 en Anestesia y reanimación, 11 en pediatría y 9 en ginecología, entre otras.
Los médicos de urgencias, de familia, de los hospitales “están agotados en esta situación tan excepcional” y en verano para poder coger vacaciones “se van a tener que doblar turnos porque no hay sustitutos”, denuncian desde CESM al tiempo que se preguntan cómo se van a afrontar las listas de espera: “Como siempre, se va al bueno, bonito y barato; solo han contratado las eventualidades por un año y contratos de verano, pero no de plantilla”.
Campillo recuerda que la sanidad murciana está muy infrafinanciada “y es el momento de que el Gobierno autonómico pida esa financiación”. Muestra también inquietud porque en la Región “no hemos sufrido la gran ola del virus; en cualquier momento puede haber un brote y no tenemos un nivel alto de inmunización”.
Retraso de los MIR
El retraso de cuatro meses en la incorporación de los nuevos MIR, aseguran desde el Sindicato Médico, no debería suponer un problema “si tuviéramos las plantillas que necesitamos; pero como no son adecuadas se utiliza al residente como mano de obra barata porque encima se le paga menos”.
Según el presidente del Comité de Empresa del SMS, Domingo Sánchez, este verano uno de los servicios que más va a sufrir el retraso de los nuevos MIR son las puertas de urgencia, señala, “si salen más médicos de los que entran, las plantillas se resienten; llegamos con mucho cansancio acumulado y nos están pidiendo que hagamos guardias extra”. Es decir, si un residente hace cuatro o cinco guardias al mes, tendría que hacer casi el doble. “Acabas hecho polvo y encima en algunas ocasiones se resiente el aspecto de la formación, que no puedes atender igual”.
Domingo Sánchez pone el acento en la fuga de profesionales a otras comunidades autónomas o al extranjero. “En estos momentos de crisis sanitaria hay regiones que están jugando fuerte, reforzando plantillas y haciendo buenas ofertas”. Cita el caso de la Comunidad Valenciana, con cuyo sistema sanitario ya ha alcanzado tratos algún residente en Murcia.