Un sintecho fue hallado muerto en la puerta de la Fundación Rais para personas sin hogar el pasado sábado de madrugada en el centro de la ciudad de Murcia. Había intentado pasar allí la noche, pero la ONG no disponía de camas en ese momento, así que permaneció en la calle. Más tarde, una persona llamó a la Policía Local para advertir de la posible muerte de esta persona sinhogar, que fue finalmente confirmada por los servicios sanitarios de emergencias. Su cuerpo fue llevado al Instituto de Medicina Legal, donde certificaron que había muerto de un infarto de miocardio.
“Tenía patologías previas”, dijo José Morales, responsable del Área de Emergencia Móvil de Atención Social (SEMAS) del Ayuntamiento de Murcia. “Justamemente el día anterior le habíamos ofrecido que durmiera en Rais o Jesús Abandonado donde había estado en ocasiones anteriores, pero no quiso y le dimos una manta. Se encontraba ebrio en ese momento. Al día siguiente estuvimos buscándolo en esa misma zona y ya no lo encontramos”, añadió. El hombre, de 63 años, ya se había dirigido a La Casa Habitada -el espacio donde se encuentra la Fundación Rais en la calle San Martín de Porres junto a la plaza de La Merced-, pero para entonces estaban todas las plazas ocupadas, le dieron un plato para cenar y “no percibieron que tuviera ningún síntoma de enfermedad, si no nos habrían llamado”.
Morales señaló el SEMAS llevaba tres años en contacto con esta persona sinhogar y aseguró que recibía una renta básica gestionada por este organismo. “Nosotros no podemos obligar a nadie a dormir a cubierto ni tampoco se puede guardar una cama si aparece otro usuario”, añadió.