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Captan en el Mar Menor las primeras parejas reproductoras de caballito de mar desde 2022: “Es un aire de esperanza”

María José Marín

Murcia —
10 de marzo de 2024 21:14 h

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Quienes viven en la Región de Murcia o quienes la visitan y han estado en el Mar Menor habrán notado que los caballitos de mar están más presentes como símbolo de protesta y manifestación que dentro del agua. El reconocido emblema de la laguna salada lleva prácticamente desaparecido desde 2022.

En los últimos diez años se ha registrado un descenso del 99% de su población. En 2012 se censaron 196.000 caballitos de mar, tres años después habían desaparecido unos cien mil; en 2018 se contaron menos de 24.000 y en 2020, tras la primera mortandad masiva de especies en el Mar Menor, tan solo quedaron 1.250. Una colonia que se redujo a 800 en 2022, tras la segunda gran anoxia de 2021.

Pero a través de la mirada de Javier Murcia, naturalista y experto en fotografía submarina, se pueden observar las primeras imágenes de caballitos de mar reproductores en dos años. “Al fin he encontrado cinco ejemplares adultos. Tres machos y dos hembras. Lo que pasa es que, claro, van pasando los días y voy buceando y viendo cosas nuevas”, comparte Javier, a quien su afición por el mar y la fotografía le han llevado a retratar la fauna marina y dulceacuícola de las costas murcianas. El descubrimiento de estas dos parejas es un “aire de esperanza y un rayo de luz hacia la conservación de esta especie” asegura el fotógrafo.

Lo que hace que estas fotografías sean más notables es que no se trata de caballitos de mar juveniles, sino que son dos parejas reproductoras. Esta distinción es de suma importancia, ya que muestra el principio de un entorno más saludable y adecuado para la reproducción de estas especies, según asegura Javier Murcia, en un hábitat que ha estado bajo amenaza los últimos años debido a la contaminación, al ocio, a las extracciones del ser humano para la venta de caballitos y a episodios como la anoxia ocurrida en 2019, llegando a ocasionar mínimos históricos de población de esta especie.

Peligro de extinción

“Piensa que en el año 70 había millones de ejemplares en el mar, la gente se metía, veía a cientos y ahora para ver uno puedes tirarte meses”, asegura José Antonio Oliver, ambientólogo de la Asociación Hippocampus que se dedica al estudio y conservación del Mar Menor y a la protección de esta especie en concreto. A causa del bajo número de caballitos de mar censados se han iniciado los procesos para elaborar un informe que servirá como base científica para que se catalogue a estos animales en peligro de extinción.

Capturar estas instantáneas, además de un gran avance, es una labor especializada que debe realizarse con mucha cautela, para lograrlo es necesario combinar la habilidad técnica con paciencia y respeto por estas criaturas, como menciona Javier: “Yo, por ejemplo, a estos últimos ejemplares que he observado, lo que estoy haciendo es hacerles fotografía macro, con objetivos con los que te puedes acercar a ellos, pero a una distancia en la cual no los estresas”. Esto refleja la delicadeza con la que se aborda esta actividad. El fotógrafo continúa: “Al final te aproximas y el animal nota tu presencia, pero como él confía tanto en su camuflaje, se queda tranquilo”, explica al tiempo que subraya la necesidad del respeto y la sutileza requerida para conseguir esas imágenes.

“Ahora mismo está cogido con pinzas, una perturbación muy fuerte puede dejar al caballito en jaque maque y romper el equilibrio que tiene ahora mismo”, advierte Javier Murcia que, junto a la Asociación Hippocampus, desempeña un papel fundamental en las labores de recuperación de estos animales y prevén que de forma natural el caballito de mar pueda volver a recuperarse y repoblar las aguas del Mar Menor para seguir adelante con su ciclo de vida.

Estas imágenes no solo sirven como testimonio visual del mundo submarino, sino que también inspiran a la acción y alientan a todos a ser responsables de los océanos y su invaluable vida marina, como un recordatorio de la importancia de la colaboración entre la ciencia, la fotografía y la conservación para garantizar un futuro sostenible para el planeta.