En la localidad de Las Torres de Cotillas, Paquita Carreño Hernández, una mujer de 65 años que vivía con su hijo de 33 y dos nietos de 7 y 8 años fueron desahuciados ayer jueves porque su marido dejó una deuda de 30.000 euros en la vivienda al prestamista que les concedió la escritura de la casa.
Según aseguran desde la Plataforma Afectados por la Hipoteca en Murcia, el marido de Paquita se jugó la casa en una timba de cartas, por lo que tuvo que pedir un préstamo y se fugó dejando una deuda de 30.000 euros, pero ella no lo supo hasta hace cinco años, cuando el prestamista vino a reclamarle los 90.000 euros en los que se había convertido el préstamo. Paquita no sabe leer ni escribir.
La Plataforma añade también que Paquita se ha ganado la vida hasta ahora como ha podido, atendiendo un pequeño bar familiar: “Ella ha luchado todos estos años por salir adelante. Ahora la echan de su casa, después de tanto tiempo”, explican. Hasta ahora el desahucio se ha parado en dos ocasiones en el juzgado. A la tercera no han podido hacer más.
Además, la propia vivienda que han arrebatado a Paquita era su único medio de subsistencia, pues su bar se encontraba en la planta baja del edificio. El portavoz de la Plataforma, Joaquín Sánchez, lamenta que este hecho demuestre que este tipo de actos judiciales continúan dándose en la Región.