El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha demandado, con motivo del Día Nacional contra las Agresiones en el Ámbito Sanitario, que “el nuevo Gobierno, una vez se constituya, trabaje en la elaboración de una normativa específica que proteja a los profesionales de todo tipo de agresiones, tanto físicas como verbales”.
La organización sindical reconoce que “el paso dado el pasado año de reformar del Código Penal para que los funcionarios sanitarios sean considerados autoridad pública, ha sido positivo”, pero recuerda que ya se han producido fallos judiciales al respecto, por lo que reitera que “queda mucho trabajo por hacer, si realmente se quiere acabar con este tipo de situaciones”.
Al respecto, el Sindicato de Enfermería recalca que “esta modificación normativa contempla las agresiones físicas o el oponer resistencia e intimidar de manera grave o violenta, pero no atiende otras conductas, también lesivas y muy habituales en el ámbito sanitario, como las injurias, las amenazas o las coacciones”.
Por ello, aboga por “una ley que garantice la adecuada protección y asistencia jurídica de los sanitarios, así como la cobertura de su responsabilidad civil en relación con los hechos que se derivan de su ejercicio profesional, tanto dentro como fuera del centro sanitario. También defiende que se regule la adopción de medidas cautelares o provisionales en el centro sanitario como consecuencia de una conducta de este tipo contra un profesional”.
Otra demanda de SATSE es que “se introduzca como sujeto del delito al empleado público. De esta forma, todo aquél que trabaje para la administración, incluido el laboral, y no solo el funcionario o estatutario, estaría protegido ante las agresiones”.
Asimismo, SATSE considera “imprescindible la constitución de un Observatorio de Agresiones del Sistema Nacional de Salud para poder contar con una radiografía real de los casos de agresiones que sufren los profesionales sanitarios, a juicio de SATSE, que insiste también en la necesidad de que éstos las denuncien siempre.
De igual manera, el Sindicato apunta que “es importante dotar al profesional de habilidades y recursos para afrontar y manejar situaciones conflictivas al trabajar con personas que se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad cuando acuden a los centros”.
Por último, sostiene que “hay que sensibilizar a la población para que tenga claro que el profesional es su aliado, no su enemigo, y también a la administración, para que nunca olvide que el profesional es quien da la cara por la organización, por lo que tiene que cuidarle y transmitirle apoyo y seguridad”.