La COVID-19 no ceja en su empeño de cobrarse vidas: más de 1.300 desde el comienzo de la pandemia en la Región de Murcia. Una de ellas ha sido la de José Molina Molina, expresidente del Consejo de Transparencia de la Región de Murcia y uno de los adalides en la lucha que reivindica una Administración regional menos opaca. Con 83 años, Molina falleció la pasada noche, ingresado en el hospital.
Pepe, como es conocido en la Región, fue un hombre incansable: cordial, luchador e idealista, atravesó momentos muy amargos durante las presidencias de los populares Pedro Antonio Sánchez (PAS), quien se vio obligado a dimitir por el caso Púnica y el Auditorio, y, posteriormente, con el actual presidente regional, Fernando López Miras. Fue consejero de Economía y Hacienda entre 1983 y 1986, auditor, sociólogo y miembro de Economistas Frente a la Crisis. En 2015, PSOE, Ciudadanos y Podemos lo eligieron como presidente de la nueva institución hasta septiembre de 2020, cuando fue relevado por el magistrado Julián Pérez-Templado.
Molina fue procesado durante el franquismo por el Tribunal de Orden Público por la publicación de un libro con CCOO y sancionado con una multa de 50.000 pesetas de entonces. Más de 50 años después, el economista se tuvo que enfrentar, de otra manera, a múltiples trabas para llevar a cabo su labor en el Consejo de Transparencia de la Región.
Su correspondencia fue violada, no consiguió hasta prácticamente al final de su mandato un local al margen de las dependencias del Gobierno regional, le quitaron su equipo de trabajadores y lo sustituyeron por dos funcionarios que tardaron 249 días en terminar un expediente y hasta sufrió un ictus y perdió la audición en un oído. “Si mi mandato no hubiera estado blindado no habría durado más que un bizcocho en la puerta de un colegio”, llegó a afirmar en una entrevista concedida a este medio. Pepe dejó el puesto de Transparencia dando un portazo y entre acusaciones contra el Ejecutivo murciano de 'torpedeo' a su labor durante los últimos cinco años. En su rueda de prensa de despedida, Molina criticó las “malas excusas legales” frente al plan estratégico que diseñó, la intención de “laminar” su independencia.
Articulista en periódicos regionales como La Verdad o elDiario.es de la Región de Murcia, Molina escribió su última pieza en el diario La Opinión desde la cama del hospital tras el escándalo de las vacunaciones irregulares que le supuso la dimisión al exconsejero de Salud, Manuel Villegas: “Postrado en la habitación del hospital público en que me encuentro siendo atendido, como una víctima más del Covid-19, pienso con dolor y amargura a mis 83 años que no nos creemos ni exigimos el respeto a las reglas como lo más importante y esencial de todo sistema democrático”. Desde la noticia de su deceso, las redes sociales se han llenado de mensajes de condolencias a sus familiares.