La Fiscalía de Murcia abre diligencias penales para investigar el estado de las residencias de la Región

La Fiscalía de Murcia ha abierto el lunes por la mañana diligencias de investigación penal para averiguar si se ha producido un presunto abandono de ancianos en las residencias de la Región, tanto públicas como privadas, tras las denuncias realizadas por los técnicos en cuidados en auxiliar de enfermería (TCAE) del Servicio Murciano de Salud que han intervenido estos geriátricos cuando ha aparecido un brote publicadas por distintos medios de comunicación.

A las denuncias previas tanto civiles como penales, como las de los familiares de los fallecidos en la residencia de Caser en la pedanía murciana de Santo Ángel, se suma esta nueva investigación “más amplia de la situación”, dijo a este periódico el Fiscal Superior de la Región, José Luis Díaz Manzanera.

“Ya había recabado de oficio la información al respecto publicada en los medios, pero hoy ha llegado un escrito de denuncia del Defensor del Paciente en el que pedía que se investigara esta situación. Esta misma mañana he decidido incoar esas diligencias”, añadió Díaz Manzanera. “De momento son diligencias de investigación penal, pero veremos qué se deriva de ahí, si una actuación estrictamente civil o penal, pero al menos hay que escuchar a los trabajadores para que nos digan qué es lo que han visto”, añadió el fiscal.

“Desde la consejería colaboraremos con la Fiscalia aportando toda toda la documentación que nos solicite”, dijeron ante la querella desde la Consejería de Política Social.

“Úlceras sin tapar” y “toda la noche orinados”

“La mayoría de los residentes duerme sin manta con la ropa que han llevado durante el día o con la del residente que estaba antes en esa habitación”, contó una TCAE de la residencia de Campos del Río a este medio. “Sólo hay tres personas por la noche en toda la residencia cuando no se encuentran los sanitarios del Servicio Murciano de Salud y es completamente imposible que todos los mayores hagan cambios posturales y se les cambie el pañal”. 

La técnico también denunció que los ancianos están “deshidratados”, además de con los talones “en muy mal estado”, con “úlceras sin tapar” y “toda la noche orinados”. “La comida se la dan muy rápido y si no pueden comer rápido se quedan sin comer”, añadió.

Un grupo de auxiliares de enfermería también hizo llegar al CORECAAS, el equipo encargado de atender los brotes en las residencias, un documento en el que se quejaban de “problemas de intoxicación ocasionados por mezclas con lejía en pulverizadores porque no hay alcohol para desinfectar” o el hecho de que “los residentes no llevan mascarilla por orden del director del centro”, lo cual les exponía “potencialmente al contagio por la proximidad de su trabajo”.

En el documento también denunciaban que la empresa de limpieza no retira la basura de los centros, de modo que estos trabajadores sanitarios se veían obligados a llevarla al contenedor, al igual que “la ropa sucia generada durante todo el día”. Otra de las quejas se refería a los turnos de trabajo que se han redactado: “los turnos de 12 horas deben ser uno de mañana y el siguiente día, uno de noche”, apuntaron.

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