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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El muro murciano de la discordia: unas obras de Fomento desatan la ira vecinal

El origen de las numerosas protestas vecinales en torno a las vías del tren en Murcia, que se saldaron el jueves con varios heridos en cargas policiales, se encuentra en los numerosos vaivenes de los Gobiernos de la Región de Murcia y del Ministerio de Fomento a la hora de decidir cómo llegaría el Ave a la región. Desde que se conociera hace más de 10 años que Murcia tendría alta velocidad no se ha sabido hasta hace unos días exactamente cómo iba a llegar.

En el año 2012, en el epicentro de la crisis económica, el Gobierno central se planteó la posibilidad de paralizar todos los grandes proyectos para integrar el tren en las ciudades. El secretario de Estado de Infraestructuras en aquella época, Rafael Catalá, manifestó que el Ministerio no podía costear algunas estaciones proyectadas. Ante esa postura, el Gobierno regional, entonces presidido por Ramón Luis Valcárcel, pidió a la ministra de Fomento Ana Pastor que aclarara si el proyecto de soterramiento iba a continuar en marcha o se replantearía.

Ante la posibilidad de que se renunciara al soterramiento, que se tasó en 2012 en alrededor de 50 millones de euros, vecinos de diferentes barrios de Murcia comenzaron a organizarse. La estación de trenes del Barrio del Carmen es una infraestructura antigua y apenas 20 metros separan las vías de las primeras viviendas en el barrio de Santiago el Mayor, al sur de la ciudad. La llegada de la alta velocidad supondría un importante perjuicio para los vecinos (si no llega bajo tierra), por lo que las protestas vecinales comenzaron y se intensificaron durante 2014, con una gran manifestación en favor del soterramiento de las vías.

En este contexto surgen las reivindicaciones de la Plataforma pro Soterramiento, quienes exigen que el AVE llegue soterrado de forma integral a la ciudad de Murcia, así como en las entradas a Cartagena y Lorca, previstas para más adelante. Ahí comienzan los vaivenes tanto del Gobierno regional como de Fomento. Desde entonces nunca se confirmó o desmintió el soterramiento integral, pero tampoco se aclaró cómo iba a llegar definitivamente la alta velocidad a Murcia. La plataforma se pregunta desde entonces por qué ciudades como Orihuela o Alicante sí tienen infraestructura para que el AVE llegue bajo tierra mientras en su ciudad no se sabe cómo va a llegar.

Ya en 2014, las tímidas declaraciones que se daban desde el Gobierno Regional y el Ayuntamiento de Murcia dejaban entrever que el objetivo para el AVE era que llegara por arriba en una primera fase y después se acometiera el soterramiento en una segunda. Así lo firmó el alcalde de Murcia Miguel Ángel Cámara, y así lo declaró el presidente de la Comunidad Alberto Garre.

En resumen: el primer acuerdo para la llegada del AVE era soterrarlo íntegramente en su llegada a Murcia, pero la crisis económica provocó que el Gobierno tuviera que paralizar el soterramiento y acometerlo por fases.

Un muro de 9 kilómetros

El pasado mes de julio, Adif confirmaba oficialmente el soterramiento integral en la ciudad de Murcia, algo que el Ministro de Fomento actual, Íñigo de la Serna, ha reiterado en su última visita. El coste de las obras ha pasado de los 50 millones tasados en 2012 a los 130 que en julio presupuestaba Adif. El pasado jueves, De la Serna hacía oficial el coste: 200 millones de euros y 36 meses de obras en lo que ha sido un cambio drástico de la planificación inicial de Fomento.

Las obras del soterramiento comenzarán a finales de 2017, pero la llegada del Ave está prevista para el primer semestre de 2018. Por lo tanto, el Ayuntamiento de Murcia y Fomento han acordado realizar un tramo provisional de 9 kilómetros para que el Ave transite mientras se finalizan las obras.

Ese tramo provisional levantará un muro que dividirá a la ciudad en dos. Los barrios del sur, como Santiago el Mayor, quedarán aislados cuando finalicen las obras del muro que se están ejecutando desde este verano e inicien las de soterramiento. Hasta ahora, a penas dos pasos a nivel permitían el acceso directo desde esta zona al centro de la ciudad. De la Serna confirmó el pasado jueves que los actuales pasos a nivel en Santiago El Mayor y Senda de los Garres quedarán cerrados “inevitablemente” mientras duren las obras de soterramiento de las vías para la llegada del AVE ya que su mantenimiento sería “ilegal”, además de poner en “grave riesgo” la seguridad.

El presidente de la Plataforma pro Soterramiento, Joaquín Contreras, aseguraba tras la reunión con De la Serna que las protestas continuarían, porque no puede aceptar “que queden incomunicados los barrios del sur porque, con ello, su horizonte es de declive y ruina”, ha insistido.

Entre las alternativas que los vecinos barajan para evitar la construcción del muro la que más destaca es llevar el Ave de forma provisional al municipio de Beniel, situado entre Murcia y Orihuela y que posee las infraestructuras adecuadas para recibir los trenes sin perjudicar a los ciudadanos.

Fomento se ha posicionado y ya advirtió que, de repetirse las concentraciones en las vías del tren, daría instrucciones a la Delegación del Gobierno. El resultado, varios heridos tras la contundente actuación policial contra los vecinos de la protesta.