Un año y nueve meses de prisión y suspensión de la condena. Los tres 'jóvenes de las vías' han sorteado su entrada a la cárcel después de que la Fiscalía ofreciera una rebaja de la pena propuesta originalmente: hasta ocho años de privación de libertad por un delito de desórdenes públicos y otro de daños, sumado a una indemnización de 133.750,56 euros. Los acusados, que han aceptado la reducción y se han declarado culpables, fueron detenidos por los altercados sucedidos la noche del 3 de octubre de 2017 en las vías del tren a su paso por el barrio murciano de Santiago El Mayor, en una manifestación de miles de personas contra la llegada del AVE en superficie a su paso por la localidad.
Tanto sus familias como vecinos se involucraron en la recaudación del dinero con el que cubrir la sanción económica reclamada por las dos empresas constructoras encargadas del proyecto del AVE en Murcia, Adif y Adelsa. En el inicio del juicio, se ha declarado la aceptación de ambas entidades con la cuantía que se había recogido hasta la fecha: 25.000 euros y 7.000 euros respectivamente. Una conformidad ha facilitado la rebaja de la condena, y que ha permitido a los tres jóvenes no entrar en prisión. Tanto la Fiscalía, la Abogacía del Estado y los defensores de los acusados han mostrado su conformidad con la nueva pena propuesta, por lo que la sentencia es firme. Su ingreso en la cárcel no se producirá al no tener antecedente penales, haber abonado la indemnización pagada, y por recaer sobre ellos una pena inferior a dos años.
A las puertas del Palacio de Justicia de Murcia se concentraron, minutos antes del inicio del juicio, familiares y allegados de los tres jóvenes, que reclamaban su inocencia y criticaban la dureza de la pena propuesta en un principio. Entre los asistentes se encontraban Joaquín Contreras, portavoz de la Plataforma ProSoterramiento -que encabezó las protestas contra la llegada del AVE sin soterrar-, y Joaquín Sánchez, conocido como 'el cura de la PAH', y también miembro activo del movimiento de las vías.
En la noche de octubre de hace cuatro años la multitud prendió fuego a varios contenedores, arrancó vallas metálicas que protegían la vía ferroviaria, lanzó una catenaria sobre las vías para impedir el paso de los trenes, y destruyeron parte de las construcciones dirigidas a instalar el muro. “Esa noche estábamos ahí con unas dos mil personas y, aunque no sirve de nada, podemos dar fe de que nuestros hijos no hicieron nada”, señaló a este medio Plácido, padre de uno de los acusados.
Más de 40 años de lucha en las vías
Bajo el lema “La gente por arriba, el tren por abajo”, la reivindicación de soterrar la vía ferroviaria se remonta a los años 80. El alcalde de por entonces, el socialista José Méndez, encargó un proyecto para modernizar la estación de trenes del Carmen y una remodelación urbanística alrededor que incluía la estación en superficie. Es en ese momento cuando comienzan los primeros movimientos vecinales que consiguen que se retire la iniciativa.
El comienzo del Gobierno de Mariano Rajoy en 2011 supuso un paso atrás en las reivindicaciones de las vías. Los conservadores decidieron que el AVE tenía que venir a Murcia por la superficie, y ya se vería cuándo soterrar. La Plataforma decidió intensificar sus acciones ante esa tentativa. Una de sus manifestaciones más multitudinarias, en octubre de 2017, consiguió reunir a más de 50.000 murcianos y murcianas que exigieron, por las calles del centro de Murcia, el AVE bajo tierra.
El cambio de gobierno a través de una moción de censura en 2018 propició el comienzo del fin de los planes de los populares. El por entonces delegado del Gobierno por Murcia, Diego Conesa, se comprometió a soterrar las vías antes de la llegada de los trenes de alta velocidad como respuesta al clamor de los vecinos murcianos. El pasado marzo de 2021, por primera vez en 150 años, los vecinos de Santiago el Mayor cruzaron el paso a nivel sin vías.