Juan Guirado: “El clima de racismo en la Región de Murcia ha llegado a tener consecuencias trágicas”
“Activismo, denuncia y acompañamiento a las víctimas que están siendo castigadas por el racismo y la xenofobia”. Así define Juan Guirado (Bullas, Murcia, 1964), portavoz de 'Convivir sin Racismo', la imprescindible labor de la ONG fundada en la Región de Murcia en el año 2000 a raíz del fatídico accidente laboral de Lorca, en el que fallecieron 12 migrantes ecuatorianos. Apenas unos años antes de aquel trágico episodio que marcó un punto de inflexión en la historia de la inmigración de la Región de Murcia, a principios de los años noventa, se produjo un cambio radical en el campo murciano: los trabajadores autóctonos comenzaron a ser sustituidos progresivamente por mano de obra inmigrante que llegó a las tierras murcianas con la esperanza de encontrar una vida mejor alejada de su país.
Siempre presentes en la sociedad, aunque no del todo visibles, como una enfermedad oculta y voraz, el racismo y la xenofobia se han intensificado en la Región en los últimos tiempos, especialmente desde que se ha ido normalizando en el discurso político cotidiano tras la irrupción y el protagonismo de la extrema derecha en la Asamblea: la agresión xenófoba al grito de “¡Sudaca, nos quitan la comida!”, y, sobre todo, el crimen racista que segó la vida del marroquí Younes Bilal la noche del pasado domingo en Mazarrón han sido los últimos episodios racistas en la Región de Murcia, un territorio ahora hostil, donde en los últimos meses han ido in crescendo los ataques contra la población migrante. 'Convivir sin Racismo', su portavoz Juan Guirado, y todas las personas afectadas por la violencia xenófoba no han dudado ni un segundo en salir a la calle para reivindicar y proteger sus derechos, para estar junto a las víctimas, para ofrecerles su ayuda incondicional.
En solo una semana ha habido en la Región de Murcia un asesinato racista en Mazarrón y una agresión racista en Cartagena. ¿Se podían esperar dos actos tan graves en tan poco tiempo?
Por ser tan recientes, miramos estos hechos con la vista corta. Tal vez puedan parecer situaciones aisladas, que no tienen que ver con el larguísimo tiempo que se lleva en esta Región tratando a los que vienen de fuera de una manera que no es la correcta. Pero nosotros pensamos que en los últimos años ha habido incremento del racismo. En los últimos años se ha puesto un artefacto explosivo en la puerta de un centro de menores, como ocurrió en diciembre de 2019 en Alhama de Murcia. También se han llevado a cabo protestas ante la acogida de inmigrantes en patera durante la pandemia, o la más reciente el pasado verano, en Los Nietos, cuando trasladaron a personas que estaban siendo protegidas. Además, sistemáticamente, se dan abusos de explotación contra trabajadores migrantes en el campo.
Todo lo que ha sucedido en los últimos tiempos ha ido cimentando progresivamente este rechazo, y finalmente ha llegado a tener consecuencias trágicas. Cuando una persona solo sabe mirar a través de la lente del odio puede llegar a cometer asesinatos. No termina uno de creerse que esto pudiera llegar a pasar, pero el clima que se está respirando en la Región, el de darle alas a la ultraderecha, está generando un clima social donde su discurso de odio es cada vez es más visible en todos los ámbitos, en el ocio, en las reuniones sociales, en el ámbito laboral… Si no le damos importancia a todas estas cosas, si no se toman las medidas correctas, si no se está al lado de las víctimas, seguiremos provocando que puedan suceder este tipo de tragedias.
Cada vez se observan más pintadas con mensajes racistas en muchas paredes de diferentes lugares de la comunidad ¿Hay más racismo en la Región de Murcia que en otros lugares de España?
Nosotros tenemos el contacto con otros colectivos antirracistas de otras regiones del país, además de los informes que publica la fiscalía de odio, o las estadísticas oficiales de delitos de racismo. Y, efectivamente, creo que en esta Región hay un avance importante del racismo. No creo que las pintadas sea lo sustancial, pero en la Región de Murcia se han ido asentando y aceptando situaciones que son inasumibles para una convivencia tranquila y pacífica. No se puede consentir, como está ocurriendo, que a un extranjero se le bloquee una cuenta corriente porque no haya podido renovar sus papeles o que puedan estar en la calle menores porque no hayan sido adecuadamente tratados. No se les busca un recurso adecuado. Es una situación que estalla, y que hace que observemos con claridad el mundo en el que vivimos.
Se vienen sucediendo aquí tal cantidad de disparates que no terminamos de ver la dimensión que tiene el racismo en esta Región, toda la xenofobia que hay instalada de forma más que normalizada. Además, tampoco existe un rechazo de la institución publica en este tema. Estamos echando de menos que representantes institucionales se acerquen a la familia y a los amigos del asesinado para decirles: “Estamos aquí con vosotros, nos preocupa vuestra seguridad”.
Acaba de mencionarlo. Ningún representante gubernamental de la Región de Murcia ha hecho ninguna declaración oficial tras el asesinato. ¿Qué le parece?
Es algo muy grave. En las instituciones que deberían de dar seguridad. Que los gobernantes no sean responsables para acercarse a la familia, o para hacer una declaración oficial, me parece que no dignifican el puesto que ocupan. Deben ponerse del lado de las víctimas. Tenemos que saber que consideran personas a las personas que están asesinando. Si no, se normalizan todavía más este tipo de agresiones, y no sabemos lo que puede ocurrir en el futuro. Eso sí que es una inseguridad para muchas personas que vienen a esta tierra y no saben qué puede sucederles el día de mañana.
¿Hasta qué punto los discursos racistas y de odio de la extrema derecha pueden contribuir en el aumento de la crispación xenófoba en la Región de Murcia?
La extrema derecha ha venido a normalizar ese tipo de discursos. Se favorece el odio al diferente, al que no piensa como yo, el odio machista, el odio homófobo. Todo ese discurso de odio es una constante. Además, es un discurso que en este caso señala a un grupo vulnerable. Están impidiendo que se les proteja, que se lleven a cabo políticas de protección o se desarrollen leyes. Es grave, asimismo, porque el resto de partidos lo consienten. Hay partidos que se apoyan en ellos para seguir en el Gobierno. Esto es igual de peligroso. Validan esos discursos quien no los combate en el parlamento. Se necesita una acción más contundente contra esos discursos porque no puede consentirse que esta Región se llene de odio.
¿Qué medidas se deben llevar a cabo para establecer esa acción más contundente?
Hay necesidad de implementar políticas de cohesión social, que respeten los derechos humanos de las personas, que permitan una escolarización adecuada, que permita el desarrollo de las creencias de todos. Son necesarias medidas que venzan las políticas del miedo, políticas que se persigan a los que están acosando con discursos racistas. Todos debemos hacer el esfuerzo de vivir y convivir. El respeto es un compromiso diario que se construye, pero no excluyendo, ni apartando, ni segregando. La historia del racismo está llena de deshumanización hacia las personas diferentes. Es una vieja estrategia que llevan a cabo los totalitarios. Pensábamos que era imposible que se pudiera asesinar por odio, y ya se asesina por odio. Como no seamos conscientes del salto mortal que se ha dado con este asesinato, seguiremos viviendo en el futuro episodios brutales como el que se ha dado.
Muchos migrantes llegaron a la Región de Murcia para trabajar en el campo en los años noventa. Algunos llevan tres décadas viviendo aquí, ¿por qué ese aumento del racismo ahora?
Lo que hay es una segregación de estas personas, aunque mayoritariamente la gente convive en los barrios o en los trabajos. Sin embargo, no se está normalizando la forma en que nos relacionamos. No se entienden las diferentes culturas o las diferentes creencias. O eres como yo quiero, o la liamos, porque no voy a consentir que tú me discutas ese espacio. No te voy a valorar como persona, sino como una mano de obra, o como algo de lo que pueda aprovecharme. Hay sucesivas políticas de segregación en los barrios, o en los colegios, donde a los migrantes no se les permite acceder, que hace que se concentren en barrios específicos. También se impide que se abran centros de cultura islámica. Todos esos prejuicios se han ido acumulando con el tiempo.
Las personas que llevan aquí tres décadas ya no son migrantes. Llevan más tiempo aquí que muchas personas nacidas en esta tierra, y se ocupan de llevar a cabo los trabajos más complejos y más precarios, y sacan adelante esta Región. Igual que destruimos el medio ambiente sin que nos importe, también se hace con la mano de obra que trabaja nuestro campo. Es una locura seguir deshumanizando a las personas. No es normal que no exista apenas representación política en ayuntamientos o en la Comunidad de personas que no sean blancas, que no sean murcianas. ¿Donde están los policías de otra nacionalidad, donde están los periodistas que proceden de otro país? ¿Donde está esa pluralidad de voces, esa diversidad de opiniones? Todo se basa en normalizar el racismo y las situaciones de discriminación que corrompen día a día la convivencia y la democracia.
El martes hubo una concentración en Mazarrón por el joven asesinado. El domingo se prevé otra en Murcia. ¿Cómo de necesarias son estas manifestaciones para reivindicar la repulsa a la escalada de los hechos ocurridos esta semana?
Primero, considero que es fundamental hacer actos de reconocimiento, de memoria, de respeto, de solidaridad con la familia y los amigos del asesinado. Es importante hacer visible que se reclama justicia para Younes. Estos actos son de respeto y solidaridad, de rabia, de dolor, de poder expresar esas sensaciones juntos. Es difícil reunirse, y tiene que haber un espacio donde sintamos que podemos reconocernos entre otras personas que están denunciando lo mismo que yo pienso. Exijamos justicia, pidamos reparación, justicia para la familia. Hay que apoyarla económica y moralmente. Eso es lo que hay que reivindicar. El asesinato de Younes no puede quedar en el olvido.
¿Cree que los medios de comunicación contribuyen, en ocasiones, a crear una imagen negativa del migrante o incluso mandar mensajes racistas?
Sí. Creo que contribuyen a lanzar esos mensajes racistas al utilizar el sensacionalismo en las noticias, al no acercarse al sufrimiento de las víctimas. El martes pasado, en las protestas por el asesinato de Younes había muchas personas, pero la cobertura informativa era de dos medios locales de Mazarrón y otro periodista de un medio nacional. Los medios de comunicación tienen la obligación de dar voz a los que no tienen voz, de dar información veraz, pero cercana, no a distancia. Si esto hubiera ocurrido en otro sitio de España, en Madrid, o en Barcelona, estaríamos hablando de la verdadera dimensión de un atentado racista. Los medios tienen la obligación de darle trascendencia a este suceso, pero no lo han hecho lo suficiente.
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