El pasado verano miles de tuiteros se unieron en torno al movimiento #MeQueer para mostrar públicamente los ataques homófobos recibidos a lo largo de sus vidas. Esta reivindicación del colectivo LGTBI, que se viralizó a escala mundial, ya está teniendo consecuencias. Es el caso del profesor y exvicerrector de la Universidad de Murcia (UM), José Ángel López, que decidió poner en conocimiento de esta institución un comentario homófobo realizado por un compañero de profesión: “En mayo de este año, en la comisión académica del Máster del Profesorado, uno de los asistentes dijo que el despacho que yo había dejado de ocupar ya había sido fumigado”, cuenta López a eldiario.es.
“Ese comentario… Lo dijo porque estoy casado con un hombre, como si mi condición sexual se pudiera desinfectar”, lamenta el exvicerrector, mientras señala que él no estaba presente cuando se vertió ese comentario: “Poco después me llamaron algunos compañeros que sí estuvieron en esa comisión para decírmelo”.
José Ángel López, quien ha pedido expresamente no ocultar su identidad, revela que no es la primera vez que ha tenido que soportar comentarios de esta índole. Su marido, en pleno auge del movimiento #MeQueer, publicó en Twitter algunos episodios homofóbicos cotidianos por los que ha pasado López en el ambiente universitario.
Para el exvicerrector, el entorno en el que se produjo esta actitud homófoba ha sido un factor decisivo para dar este paso y denunciar: “Si lo hubiera dicho en un bar no me habría importado tanto, pero decir esto en una comisión académica, donde está representada toda la universidad, durante su turno de palabra, hace que estos hechos sean más graves”.
“Quiero que se esclarezcan los hechos”
El acto denunciado transcurrió el 31 de mayo de este año y, a los cinco días, López informó por email a la Inspección de Servicios de la Universidad de Murcia. Ante la falta de una repuesta formal, el profesor elaboró un escrito en el que contó con detalle este hecho y en el que solicitaba la apertura de un expediente informativo y/o disciplinario que esclareciera lo sucedido.
El exvicerrector no conoce a día de hoy en qué estado se encuentra su denuncia: “La universidad todavía no me ha remitido su respuesta y no sé si ha abierto una investigación”. En este sentido, José Ángel López expresa que la institución ha intentado procurar un careo en el que el denunciado estaría dispuesto a pedir perdón, algo que, tal y como afirma el profesor, anularía su solicitud: “Un abogado me indicó que si acudía a esa cita y escuchaba su perdón la denuncia se anularía. Yo no quiero su perdón, quiero la verdad”.
Este periódico ha tenido acceso a la denuncia interna realizada por el profesor en la que se pide a la universidad que tome declaración a los asistentes a dicha comisión académica y al presunto autor de ese comentario “a fin de procurar certeza sobre la verdad o falsedad de los hechos denunciados”, recoge el escrito de López.
El exvicerrector, que no descarta acudir a la Jurisdicción Ordinaria en un futuro, desea que “ojalá ningún universitario tenga que volver a pasar por una situación tan desagradable y podamos desterrar de la Universidad de Murcia todas las conductas ofensivas, humillantes, violentas e intimidatorias contra una persona por su orientación sexual, con el propósito o el efecto de menoscabar su credibilidad, de despreciar su trabajo o de atentar contra su dignidad personal”, manifiesta José Ángel López en su denuncia.
La Inspección de Servicios de la UM no se pronuncia
La Inspección de Servicios de la UM no se pronunciaEldiario.es se ha puesto en contacto con Mª del Carmen Ruiz Llamas, Jefa de la inspección de Servicios de la UM. Este organismo, al cual va dirigida la denuncia, tiene como objetivo “asegurar un grado óptimo del funcionamiento de la organización administrativa, lo que comporta, a su vez, vigilar el cumplimiento de la legislación vigente y fomentar en la Universidad una cultura de rendición de cuentas”, indica la propia web de la UM.
A las preguntas de este periódico, Ruiz Llamas ha expresado: “No sé nada sobre el tema. No voy a hacer declaraciones”. Cabe destacar que si se demostrara la conducta homófoba denunciada podría suponer una infracción disciplinaria tipificada en la Ley del Estatuto Básico del Empleado Público (art. 95.2.b) y en el Reglamento de Régimen Disciplinario de los Funcionarios de la Administración del Estado (art. 7.1.e).