Las patronales Hoy Tú y Hostecar, junto a los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO) y Unión General de Trabajadores (UGT), han firmado este martes el convenio de hostelería. Se pone fin a los más de cuatro años de conflicto laboral y catorce sin renovar el convenio de hostelería más antiguo de España. Más de 35.000 personas se verán beneficiadas por este acuerdo, que establece una subida salarial para este año del 15'8 por ciento sobre las tablas del año 2018, previas a la subida del salario mínimo en vigor. La medida beneficia a los empleados con un sueldo por encima del salario mínimo interprofesional (SMI), mientras que en el resto de trabajadores el aumento será proporcional a partir de la subida del SMI.
Los salarios continuarán subiéndose los próximos años. En 2024 se volverá a aumentar el salario un 3% sobre las tablas de 2023, y en 2025 se repetirá la misma subida sobre las tablas de 2024. De subirse el salario mínimo interprofesional por encima del 3 por ciento en los próximos años, el convenio garantiza una subida de un 0'5% para los empleados de hostelería. Los aumentos de sueldo comenzarán a aplicarse contando desde el mes de marzo de 2023.
El nuevo convenio también refleja importantes mejoras en las condiciones de trabajo como el mantenimiento de la Incapacidad Temporal al 100 por ciento durante la primera baja para cualquier tipo de contingencia y mejoras en las prestaciones por accidente laboral, incluyendo intervenciones quirúrgicas u hospitalizaciones, para el resto de baja.
UGT y CCOO consideran que el convenio va a suponer un incremento salarial “importante y necesario en el sector de la hostelería, uno de los sectores más precarizados de la economía de la Comunidad de la Región de Murcia”.
Fuga geográfica y entre sectores
En los últimos meses comenzaba a ser reseñable la cantidad de camareros que preferían buscar trabajo en Almería y Alicante. En el último caso y según el Informe sobre la hostelería murciana de CCOO y UGT, mudarse unos kilómetros más allá significa cobrar alrededor de 250 euros mensuales más. La fuga no ocurría solo entre áreas geográficas, sino también entre sectores.
El convenio llevaba desde 2008 prácticamente congelado, con la única intervención de una subida de las tablas salariales realizada en 2018 con un 1 por ciento, año en el que iniciaron las negociaciones entre sindicatos y patronales para actualizarlo. Durante todo ese tiempo el salario solo se había subido en tres ocasiones en tres años con un total de un 5,5 por ciento de incremento salarial en 14 años. La pandemia global y la subida del IPC mostraron más la evidencia de la necesidad de su renovación.
Durante la pandemia se alcanzó un punto de inflexión ya que los trabajadores que echaban entre ocho y diez horas, sin estar recogidas en los contratos, acabaron incluidos en los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo -ERTE- habilitados desde el Gobierno para paliar las consecuencias económicas del virus. Según el Boletín Oficial del Estado -BOE-, a la hora de cobrarlo, se recibía el 70 por ciento bruto del salario cotizado, lo que en muchos casos era sinónimo de una cifra muy pequeña. Teresa Fuentes recuerda que “había padres y madres de familia que cobraban 400 euros a través del ERTE”, personas que necesitaban un sueldo para poder mantener a su familia, y que lo encontraron en otros sectores. “Cuando ya tienes la soga al cuello, haces lo que sea”, declara.