Pedro Costa Morata: “Para Rusia, que ha visto ampliarse el cerco occidental cerca de sus fronteras, la guerra actual es preventiva, defensiva y forzada”
En la tarde del pasado miércoles, día 16, la Asamblea Anti Otan de la Región de Murcia organizó una charla en el centro cultural Puertas de Castilla para analizar el conflicto de Ucrania y debatir sobre el mismo.
(Previamente al acto, familiares de los chicos acusados por los destrozos en las vías del tren en el paso a nivel de Santiago el Mayor, y para los que Fiscalía pide ocho años de prisión y una elevada multa, expusieron la necesidad de apoyo social –incluyendo la presencia en la manifestación del día 17 de este mes- para conseguir la absolución de esos jóvenes, sobre los cuales no hay pruebas concluyentes, y cuyo inicio del juicio está previsto para el próximo día 24).
El ponente, en esta ocasión, fue Pedro Costa Morata, que disertó sobre el tema LA OTAN, Rusia y la crisis de Ucrania: una interpretación heterodoxa. Aunque ingeniero de formación, licenciado en Periodismo, Doctor en Ciencias Políticas y Sociología y Premio Nacional de Medio Ambiente 1998, se presentó ante el auditorio, sobre todo, como ecologista, y expuso una densa y documentada charla, de la que exponemos los aspectos más destacados.
Comenzó recordando que hoy nos encontramos con un actor clave, el capitalismo hegemónico, y una nueva peste, la fascista. Con el término colapsología se refirió, además, a la crisis permanente en el marco de la crisis ecológica general.
Con respecto a la crisis de Ucrania, y antes de entrar en detalles, abogó por desconfiar siempre del monolitismo en la información. Previamente, destacó el papel perverso de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, en adelante, también la Alianza) y calificó de lacayos a quienes se adaptan al imperialismo de Estados Unidos (EEUU).
Para enfocar el problema, Pedro Costa incidió que hay que partir de tres marcos de análisis: el histórico, en el que destacó que la aparición del capitalismo está marcada por una historia de violencia; el geopolítico, recordando que el mundo ha sido modelado por grandes potencias; el drama que, a su juicio, supuso la desaparición de la Unión Soviética (URSS), lo que azuzó la insolencia y agresividad de Estados Unidos (EEUU) y la crisis de soberanía, en aras de la seguridad internacional; y, por último, el marco económico, con un escenario en que aparecen tres grandes potencias, EEUU, la Unión Europea (UE) y China, con crisis prolongadas, emersión de integrismos y proliferación de guerras coloniales y económicas, de claro origen hegemónico-capitalista.
Contextualización de la guerra de Ucrania
Para contextualizar la misma, Pedro Costa recordó los ‘actores’ que intervienen en el conflicto: La OTAN, Rusia, EEUU, inmerso en el final de su hegemonía, la UE, a la que calificó de servil, grotesca e irresponsable, España, militarista, lacaya e imprudente, y, por último, una opinión pública desinformada y manipulada.
La OTAN fue una creación del capitalismo y surgió como respuesta a una URSS que había ganado la guerra a Alemania. Coexistió, en el periodo 1949-1991, sin enfrentamientos militares, con una etapa en que se consolidó la integración económica. Pero, a partir de 1991, tras la lenta recuperación rusa, se asiste a una recomposición del anticomunismo. Recordó las sucesivas ampliaciones de la OTAN desde 1949 a 1991, su intervención en la guerra de Yugoslavia de 1994-95 y la guerra contra Serbia por la independencia de Kosovo.
En la cumbre de la OTAN de 1997, se inician las ‘invitaciones’ a países de la antigua URSS para integrarse en la Alianza, y en el periodo 2001-2021 se produce la invasión, ocupación y derrota de Afganistán.
Liquidada la URSS, Rusia se siente humillada durante el periodo 1991-1999, los años trágicos de Boris Yeltsin, con pérdida de un tercio de su territorio y la mitad de su población. Se estrecha el cerco de la Alianza.
En 1999 la OTAN había integrado en su seno a Polonia, Hungría y República Checa, y en años sucesivos se adhieren las repúblicas bálticas, Rumanía, Bulgaria…estando programadas las entradas de Moldavia, Ucrania, Bosnia y Kosovo. En la cumbre de Bruselas de 2021 se decidió que el objetivo era Ucrania.
Tras unos años de cooperación Rusia-OTAN se entra en un periodo de tensiones, sobre todo tras el incumplimiento de la promesa de la OTAN de no ampliarse hacia el Este, lo que lleva a la reanimación del ‘espíritu ruso’. En este sentido, según Pedro Costa, Vladimir Putin se muestra más interesado por la estabilidad y el orden que por la democracia, en un contexto de cierto resentimiento ruso hacia Occidente.
Rusia, una historia de invasiones y afirmación de sus fronteras
El ponente recordó que la Historia de Rusia está jalonada por una serie de invasiones y agresiones, que, arrancando con Napoleón Bonaparte, se prolonga con la derrota en la Guerra de Crimea (1853-56) y la firma de la Paz de París; el armisticio con Alemania en 1917; la firma del Pacto Ribbentrop-Molotov, de agosto de 1939, o Pacto de no Agresión, incumplido por Alemania al penetrar en territorio ruso en 1941; el nacimiento de la OTAN frente al socialismo soviético en 1949; y en 1997, desaparecida la URSS, la ampliación de la Alianza con nuevas incorporaciones (ya citadas arriba); hasta llegar a la actual guerra de Ucrania, a la que el profesor Costa califica de ‘preventiva, defensiva y forzada’.
En ese contexto, desde 1939 la URSS y luego Rusia han venido protagonizando acciones en defensa de sus fronteras. En 1939-40 se produce la guerra contra Finlandia, en la que este país perdió un 10% de su territorio, pero se garantizó su independencia; el periodo 1979-88 estuvo marcado por la invasión y ocupación soviética de Afganistán; en 1999, Rusia mostró su rechazo a la independencia de Kosovo, territorio segregado de Serbia-Montenegro con apoyo de la OTAN; en 2008, interviene en Georgia, reconociendo la independencia de Osetia del Sur y Abjasia; en 2013-14 se produce el inicio de la crisis de Ucrania, con la caída, en febrero de 2014, del presidente Yanúkovich, el referéndum de Crimea, con su integración en Rusia, y el inicio de los disturbios autonomistas en Donestk y Lugansk. Finalmente, a finales de febrero de este año 2022 ha estallado la guerra abierta en Ucrania.
EEUU y su hegemonía contestada. La UE, dependiente
En ese marco, la potencia que ha venido confrontándose históricamente con la URSS/Rusia atraviesa en estos momentos por un debilitamiento de su hegemonía. En efecto, en EEUU no se ha digerido aún el shock del fracaso en Afganistán, y las presidencias de Bush, Obama y Trump han constituido una etapa plagada de errores. Fracasados los intentos de atajar el integrismo islamista, EEUU, al tiempo que intenta controlar y ‘dependizar’ a la UE, se ha empeñado en desgastar a Rusia, teniendo a la vista la obsesión de China: frente al gigante asiático, EEUU experimenta, según el profesor Costa, el ‘miedo a lo desconocido’.
La llegada a la presidencia de Joe Biden ha reactivado la propaganda mediática que presenta a EEUU como el país ‘asistido de la Providencia’ y que encarna los valores occidentales P. Costa pone en cuestión esos valores, recordando que la Historia de EEUU y de Occidente en general está plagada de hechos nada éticos como el racismo, el esclavismo, el genocidio indígena, el colonialismo, el imperialismo, el saqueo de recursos de los países pobres…
La UE, claramente en la órbita de EEUU, está instrumentalizada por la OTAN. Alemania, que intentó un papel de centralidad en este tablero político, contemplando estrechar contactos con Rusia, ha visto frustrada su pretensión. Respecto de Reino Unido y Francia, siguen estando presos de sus ‘ojos’ y ‘encerronas imperiales’, respectivamente.
Ucrania y el papel de España
El conferenciante destacó, como rasgos distintivos de este país en guerra, que Ucrania es heterogéneo, diverso, complicado y conflictivo. Recordó que Rusia nació en Kiev, que el presidente Zelensky es un producto de la corrupción y que Kosovo, amputado de Serbia, sentó un precedente para la segregación de Crimea y la independencia de las repúblicas de Donetsk y Lugansk, hechos que tuvieron su punto de arranque con el Euromaidan de 2013-2014.
Rusia se ha venido manifestando reiteradamente en contra de la incorporación de Ucrania a la OTAN. Por otro lado, con la intervención armada en el sur del país, busca tener garantizada la salida al mar en la zona comprendida entre las repúblicas segregadas y la península de Crimea.
La única solución para la problemática ucraniana, según P. Costa, es tender hacia una estructura federal.
Algunos datos como conclusión
Con estos precedentes, es lógico que P. Costa califique de ‘traición’ del PSOE el periodo 1982-86. Recordemos que, en este último año, y tras la celebración de un referéndum en el que ese partido volcó todos sus esfuerzos en favor del sí, España ingresó de pleno en la estructura militar de la OTAN, participando en guerras ruinosas, miserables y criminales. P. Costa reparte culpas, pues, por igual, entre Javier Solana, Josep Borrell, y los actuales ministros José Manuel Albares y Margarita Robles, sin olvidar al propio Pedro Sánchez. Y terminó con estas reflexiones:
-Asimilar a Putin con Stalin es una estupidez
-La guerra actual es un drama humanitario más, pero no olvidemos los crímenes de EEUU/OTAN en conflictos como Yugoslavia, Iraq, Afganistán, más los ataques de Turquía, Arabia Saudí, Israel…(pese a ello, “una vez más, los buenos somos nosotros, los malos, los demás”, aclaró.)
-La UE ha perdido su autonomía y aparece como lacaya de EEUU.
-Pedro Costa recordó que Europa es un espacio que abarca desde el Atlántico hasta los Urales. Pero la guerra actual es un empeño para debilitar a Rusia, en vez de integrar las economías europeas y rusa, por lo que las sanciones a ese país se vuelven también contra Europa.
Tras la intervención del ponente, tuvo lugar un animado coloquio con algunas intervenciones de gran altura intelectual.
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