La presidenta de la Asociación de Padres del centro para personas con discapacidad de Churra en la capital de la Región, Rosa María Sáiz Fernández, empezó a preocuparse por sus tres ahijados que se encuentran allí a raíz de decretarse el estado de alarma. Era muy difícil comunicarse con ellos. A raíz de un caso positivo entre los residentes que se dio a conocer el pasado miércoles 25 de marzo “se formó el caos ya que el médico que tenía que ir por la tarde no acude y las enfermeras se van a su casa a las tres de la tarde”. “La falta de personal es patente desde hace mucho tiempo y el abandono de ayer fue total”, añade Rosa. El jueves se ha conocido otro segundo caso positivo en el centro.
“Llevamos dos semanas incomunicados desde el estado de alarma. Ni siquiera hemos podido hacer videollamadas para que los padres se queden tranquilos”, dice Rosa, quien se ha mostrado dispuesta a llevar el caso a Fiscalía.
La presidenta de la Asociación alaba la labor realizada por trabajadores y auxiliares de clínica del centro. “Los trabajadores del centro se están matando, pero eso no debería ser así porque cada uno tiene que cumplir con su obligación”, abunda Rosa, quien añade que fueron los propios trabajadores quienes tuvieron que hacerse cargo de dar la medicación preparada por la enfermería, aunque esa es una tarea que le corresponde solamente a la enfermera titular.
A pesar de que los padres preguntaron semanas atrás a la dirección del centro si necesitaban algo para la crisis sanitaria del coronavirus, la respuesta fue negativa. A través de los trabajadores supieron que contaban solo con dos EPIs (equipos de protección individual), de modo que una de las madres de la asociación que trabaja en una empresa de costura y tiene una máquina industrial en casa empezó a coser “mascarillas para los cinco centros para discapacitados” del Instituto Murciano de Acción Social (IMAS). “Nos pidieron hasta termómetros”, explica la tutora de sus tres ahijados, que son su cuñados de 68, 71 y 74 años.
Rosa también denuncia que todavía no se ha cubierto la plaza de médico del centro que lleva siete meses sin ocuparse a raíz de una baja. Después de presionar bastante al IMAS la asociación consiguió que cada tarde de lunes a jueves un médico distinto durante media jornada por la tarde visite a los residentes, pero la presidenta considera que “es muy difícil conocer la patología de todos ellos en una tarde”.
El centro de Churra cuenta con 76 usuarios, de los cuales 16 están tutelados por la Comunidad Autónoma.
Por su parte, el consejero murciano de Salud, Manuel Villegas, dijo el jueves por la mañana en rueda de prensa que ya se había dotado de material sanitario al centro y que “aunque todavía no se había reforzado la plantilla, se iba a hacer”.