“Estamos expectantes ante la aprobación del Gobierno griego”, dijo Teresa Fuentes, secretaria de la Asociación Amigos de Ritsona, después de que la Delegación del Gobierno en Murcia les informara de que Qamar, la niña refugiada enferma en el campo de refugiados griego de Ritsona, y su familia hayan entrado en el cupo de refugiados de la Región.
Dos meses antes, la Asocación había conseguido 226.000 firmas en Change.org para pedir asilo para la niña de 16 meses que sufre problemas respiratorios y su familia. La iniciativa surgió a raíz de un viaje al campo de refugiados situado en el norte del país, donde conocieron la situación de Qamar. “Hemos estado en el campo de refugiados hace unas semanas otra vez y a Qamar le tienen que poner oxígeno cada 12 horas en Cruz Roja”, dijo Teresa Fuentes.
“Ya que España no está cumpliendo el cupo que tiene asignado para refugiados, al menos que lo cumpla en los casos más vulnerables”, señaló Fuentes.
El ministerio español de Asuntos Exteriores, por su parte, tiene que enviar una carta oficial a la Embajada griega, llamada nota verbal, que informe del asilo concedido a Qamar y su familia.
Desde la Asociación muestran su preocupación con la ola de frío: “Está nevando en toda Grecia. Estamos hablando de niños enfermos”.
La Agencia de Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) informó el viernes de que cinco personas han muerto en los campos de refugiados en Grecia a causa de las bajas temperaturas. “Estamos hablando de salvar vidas, no de trámitos burocráticos y de acuerdos”, dijo, por su parte, la portavoz de UNICEF, Sarah Crowe.
Ambas organizaciones de la ONU han pedido al Gobierno griego que traslade a la zona continental a más de 1.000 personas que se encuentran en las islas griegas de Lesbos y Chios en tiendas que no están acondicionadas para aguantar las bajas temperaturas que se están alcanzando.
De hecho, unas 250 personas llegaron al campo de refugiados de Ritsona hace tres semanas de otros campos peor acondicionados del país ya que éste cuenta como viviendas de isobox de 13 metros cuadrados, en este caso donados por los Emiratos Árabes. El campo se considera ahora semipermanente.
Teresa Fuentes subraya: “Tenemos todo: el médico especialista en aparato respiratorio en el hospital Santa Lucia de Cartagena que la trataría y la disponibilidad de la Fundación CEPAIM, que se encargaría del alojamiento y del asilo. Incluso entrarían en el cupo de vuelo de esa misma organización”.
Los padres de Qamar, Noufah Bashar (29 años) y su marido Nawres Bashar (32 años) salieron de Alepo en 2014 tras dos años de guerra huyendo de las bombas. Tienen 6 hijos, entre los que se encuentran Qamar y Evelina, con tan sólo dos meses, quien ha nacido en Ritsona.
“Esperamos que pronto estén con nosotros y que tengan una vida que nunca les tenían que haber arrebatado”, concluyó Fuentes.