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Mientras rule no es chamba

'Mientras rule no es chamba', óleo sobre tabla de 1875, del pintor murciano José María Sobejano / MUBAM

Pedro Serrano Solana

Murcia —

La expresión ‘mientras rule no es chamba’ hace referencia al juego tradicional de los bolos huertanos, y significa que mientras la bola esté en movimiento, la jugada no ha terminado. Del mismo modo, podemos decir que mientras el balón siga botando, mientras el reloj esté en marcha y mientras queden opciones matemáticas, el UCAM Murcia no debe renunciar a nada en esta liga Endesa.

Y aunque la jornada de descanso del equipo murciano ha traído algunos buenos resultados ajenos, también ha arrojado dos marcadores no tan positivos ni para el ineludible y prioritario objetivo de evitar el descenso, ni para las legítimas y maravillosas aspiraciones de meterse en los playoffs por el título.

Así, si por un lado hay que celebrar las derrotas -in extremis- del Betis contra Baskonia y del Fuenlabrada contra el Real Madrid, resulta inquietante el triunfo de Obradoiro en Badalona -ya dije el otro día que los de Moncho Fernández no bajarán los brazos jamás- y la victoria de Andorra contra el próximo rival de los murcianos, el Estudiantes. Los gallegos siguen apretando por detrás y los andorranos cogen un poco de aire por delante.

Tras la victoria ante Iberostar Tenerife, Fotis Katsikaris fue preguntado al respecto de esa aspiración de playoffs que casi suena a quimera, teniendo en cuenta la temporada tan difícil y la delicada situación que encontró en su regreso al CB Murcia. Cualquiera podría imaginar una respuesta airada o políticamente correcta del técnico griego, en el sentido de tratar de evitar a toda costa que se hable de playoffs e incluso de reprimir cualquier pensamiento similar; sin embargo, Fotis Katsikaris acogió la pregunta con una amplia sonrisa y reconoció que era inevitable que la gente mirase hacia arriba. Y más: afirmó que él siempre mira hacia arriba. Mirar hacia arriba es una motivación y puede resultar más provechosa para el CB Murcia que mirar hacia abajo, algo que siempre lleva aparejadas la angustia y la presión.

No se trata de fijar objetivos inalcanzables que traigan frustración; no sería el caso de este CB Murcia. La frustración ya se superó hace meses, puesto que, de inicio, este equipo estaba llamado a pelear por entrar en la fase final de la Copa del Rey, a meterse en los playoffs sí o sí y a competir con dignidad en la Eurocup. De todo ello, sólo lo último pudo lograrse. Lo otro terminó de borrarse de nuestra mente en los momentos más complicados de la liga doméstica, cuando abiertamente se corrigió desde el club el objetivo del año.

Sólo en las últimas semanas, a base de trabajo, de cambiar la cara al equipo, de aclarar roles, de asentar conceptos, de cohesionar al grupo y de devolverle el carácter competitivo, se ha podido recuperar una idea que ilusiona, pero que ya no supone ni mucho menos una ‘obligación’.

Del exceso de expectativas derivan las frustraciones, pero las aspiraciones en positivo, dentro de una situación como la que ha vivido y como la que vive el CB Murcia a día de hoy, no sólo son recomendables, sino que además son dignas de celebrar. Y sí, que sea paso a paso, partido a partido. El próximo, el de Movistar Estudiantes.

Estu-Murcia, un clásico

El equipo colegial parece haber recuperado al fin algo de estabilidad, y aunque de momento no esté llamado a ocupar los puestos nobles de la liga, como en la década de los 90, al menos esta temporada ha alejado el peligro del descenso que le ha estado rondando en tiempos recientes. Esa nueva condición de superviviente ha llevado al Estudiantes a convertirse en un rival directo del CB Murcia en varias ocasiones, y ha otorgado a los duelos entre ambos equipos el cartel de ‘clásico’.

Ahora los dos conjuntos se encuentran igualados con 10 triunfos, aunque los madrileños tienen una derrota más y están un puesto por debajo en la clasificación. Un hecho muy importante para este partido -y para los que están por venir en el Estudiantes- es la lesión del pívot Ondrej Balvin: el pívot checo se rompió en la pista de Morabanc Andorra para lo que queda de temporada, lo que va a privar a su equipo del segundo jugador con mejor valoración, sólo superado por el base Edwin Jackson. Balvin, de 2’17, estaba promediando casi 8 puntos, 5 rebotes y un tapón por encuentro.

Los de Salva Maldonado son, estadísticamente hablando, un equipo puro de mitad de tabla. En todos los apartados del juego caminan más o menos por la mitad -ataque, defensa, valoración, porcentajes de tiro…-. Sólo destacan de manera negativa en la parcela del rebote -son el segundo peor equipo en rebotes ofensivos y el cuatro peor en rebotes totales-, y de manera positiva en pérdidas y en recuperaciones: así, el Estudiantes es el segundo equipo de la ACB que menos balones pierde, y también el segundo que más balones recupera. La suma de todo ello ha mantenido a los colegiales en posiciones relativamente cómodas -o no excesivamente incómodas- durante la mayor parte del año. En líneas generales, sus puntales son, además del lesionado Balvin, el base Jackson, los interiores Suton y Page, y los veteranos Savané y Cook, sin olvidar a nacionales como Jaime Fernández o nuestro viejo conocido Grimau.

El CB Murcia tendrá que concentrarse en ganar su partido en Madrid manteniendo -y acrecentado, si puede ser- su responsabilidad colectiva, su buena defensa y su orden y paciencia ofensivos, mientras que los que estamos alrededor del equipo también miraremos con el rabillo del ojo lo que pasa en otras pistas: por ejemplo, por un lado veremos lo que hace el Obradoiro en Fontes do Sar contra un gran Unicaja; y por otro, comprobaremos las ganas que tiene Andorra de conservar su 8ª plaza frente al potente Tenerife. No olvidemos que el CB Murcia tiene ganado el average a los del Pirineo, que en esta jornada podría volver a ponerse a dos victorias de ellos y, sobre todo, que mientras rule no es chamba.

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