Un avión aterriza en uno de los siete aeródromos con menos tráfico de España. El pequeño grupo de pasajeros, procedentes de Reino Unido, pasean por la terminal del aeropuerto Internacional de la Región de Murcia. Serán los únicos en hacerlo durante unas horas, pues solo hay seis vuelos previstos a lo largo del día. “Es muy agradable y limpio, pero está vacío incluso para ser invierno”, bromea una de las pasajeras, Olivia, entre risas. Tras la entrevista se va a la cafetería del aeródromo, que ya está siendo ocupada por los viajeros del vuelo más adelantados.
Solo 838.940 personas utilizaron esta infraestructura el pasado año, localizada en la pedanía murciana de Corvera, a apenas 25 minutos de la capital de la comunidad autónoma. En comparación, el aeropuerto más próximo, el de Alicante, acumuló 793.973 pasajeros solo en el mes de enero, y tuvo en el año 2022 un total de 13.202.880 viajeros.
Corvera es una auténtica isla. El 15 de septiembre de 2022 fue la última vez que pasó un autobús por el aeródromo y no se esperan más hasta el próximo verano, aunque esto ni siquiera está garantizado: “Si este aeropuerto tuviera transporte público sería más exitoso. Tenemos que alquilar un coche, es un problema. Además está en medio de la nada”, observa uno de los pasajeros, Paul. Para la mayoría de los viajeros entrevistados este era su primer vuelo a la Región, por lo que desconocen que su única forma de salir del aeródromo es a través de un taxi o un coche con conductor. Matt, que lleva dos años yendo de Murcia y Dublín a través del aeropuerto Internacional de la Región, lamenta no haber podido utilizar los servicios de bus: “Si hay autobuses pero no los anuncian no tenemos forma de usarlos”, se queja.
El espacio aéreo de la Región de Murcia es militar. Esto supone que los vuelos, incluidos los comerciales, comienzan a las siete de la mañana y se interrumpen a las diez de la noche, por lo que no hay vuelos nocturnos en el aeropuerto de Corvera. Lo mismo ocurría con el ya cerrado aeropuerto de San Javier, aunque eso no le impidió superar de forma consistente el millón de pasajeros al año durante once de los doce años que se tienen registro.
182 millones de euros, en el aire
Cuando abrieron el aeropuerto de Corvera al público los medios le dieron el sobrenombre de “resucitado”. No es para menos, su construcción comenzó en julio de 2008 y en 2010 se paralizaron por completo. Entonces el Gobierno Regional, presidido por Ramón Luis Valcárcel (PP) avaló un crédito por valor de más de 182 millones de euros a la que por entonces era la empresa concesionaria del proyecto, Aeromur. Tres años después Valcárcel pidió la suspensión de todos los procesos en trámite al considerar que Aeromur había incumplido las condiciones contractuales. Lo hizo sin exigir ningún tipo de garantías ni avales bancarios a la concesionaria para reclamar la deuda de 182 millones contraída por la Comunidad.
El Ejecutivo murciano no volvió a oír de esa deuda hasta febrero de 2020 cuando el Tribunal Supremo obligó a Aeromur a hacer frente al pago del aval. “El aeropuerto Internacional de la Región de Murcia no costará ni un euro a los murcianos”, afirmó el actual presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, tras conocer la sentencia. Sin embargo, la empresa estaba en pleno proceso de liquidación, y no poseía fondo alguno para llevarlo a cabo.
Tras la rescisión del contrato la Comunidad Autónoma sacó a concurso la gestión y explotación del aeropuerto durante 25 años, optando finalmente a una sola empresa, Aena, que se hizo con la concesión y está operando las instalaciones desde enero de 2019.
Expropiaciones pagadas por el soterramiento
Para la construcción del aeropuerto tuvieron lugar varias expropiaciones forzosas en el año 2011. Numerosos afectados han tenido que esperar casi una década para cobrar la indemnización por la pérdida de sus terrenos. En febrero de 2020, a Sala de lo Contencioso del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia ha condenado a la Comunidad Autónoma a pagar 532.000 euros a los dueños de un terreno que fue expropiado para la construcción del aeropuerto internacional de Corvera. Meses después, en junio, este tribunal dio la razón a una de las parejas perjudicadas, que perdieron una superficie de 11.000 metros cuadrados para la construcción del aeródromo, condenando a la Comunidad a 65.240 a los afectados más los intereses de demora.
En cuanto al resto de expropiaciones, el Ejecutivo Regional las pagó con el dinero asignado del soterramiento del AVE en Murcia. En 2018, el Consejo de Gobierno permitió la autorización de la solicitud de la Consejería de Hacienda, lo que serían dos transferencias de créditos por 6,2 millones de euros para acatar sentencias judiciales en relación a los propietarios de las fincas expropiadas para la construcción del aeropuerto de Corvera. Asimismo, el Gobierno Regional utilizó las partidas de la primera y segunda fase de construcción del AVE en la Región de Murcia, 11,9 millones de euros de los Presupuestos de la Comunidad 2018 que en su mayoría corresponden al soterramiento de las vías en el Barrio de Santiago el Mayor en Murcia.
Su nombre, en los tribunales
El campo de vuelo de Corvera estuvo a punto de llamarse aeropuerto Internacional de la Región de Murcia-Juan de la Cierva, en honor al ingeniero murciano relacionado con el Golpe de Estado de 1936. El abogado del Estado interpuso, en representación del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, un recurso contencioso administrativo contra el acuerdo del Consejo de Gobierno de la Región de Murcia para la nominación del aeródromo, alegando que el nombre de Juan de la Cierva viola la Ley 52/2007 de Memoria Histórica. La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia acordó la suspensión cautelar del cambio de nombre del aeropuerto, que se mantiene hasta hoy pese al recurso de reposición de la Comunidad autónoma.