Me gustaría poder afirmar con rotundidad que jamás he hecho una comparación en términos de choque generacional, denigrando o lamentando algún aspecto de la juventud actual, así a cholón, sin matices, sin pudor, como un caparra cualquiera. Y puedo decir que, si alguna vez lo he hecho, no he mostrado mi verdadero pensamiento, y ha sido más bien por una enajenación mental transitoria. Mis principios, grabados en piedra, no tienen nada que ver con generar divisiones o enfrentamientos generacionales.
Digo esto, y he hecho referencia en concreto a la juventud, porque hay una multitud de personas jóvenes que nos mejoran claramente y que, cuando las escucho hablar, me devuelven la esperanza. Gente joven que no entiende de prejuicios ni de odios, pero que sí entiende de solidaridad y de empatía, que derrocha ternura y una mirada sobre el mundo que es indispensable para mejorar las cosas. Hay gente joven inquieta, curiosa, inteligente y despierta.
Hoy tengo el honor de compartir un ratico de charla con la futbolista Silvia Lloris Nicolás, y tras hablar con ella, me han venido a la mente las palabras que os acabo de decir en esta introducción. Silvia nació en 2004 en El Palmar, localidad del municipio de Murcia que acoge al hospital más grande de nuestra región, donde muchas y muchos hemos venido al mundo. El Palmar tiene carácter, como lo tiene Silvia, y tiene también un equipo de fútbol en el que esta murciana de dinamita dio sus primeras patadas al balón.
Tras varios años escalando, luchando, compitiendo y disfrutando con chavales en las categorías de formación de El Palmar, periodo en el cual ya recibió la llamada de la Selección Española, Silvia, con 16 años, tuvo una oferta del Levante Unión Deportiva e hizo las maletas camino de Valencia, a un paso de Murcia. Allí la han terminado de modelar deportivamente, allí le han dado un segundo hogar, y Silvia les ha devuelto la confianza con su carisma y su juego. Además, desde esta misma temporada, en el Levante también juega otra murciana: Daniela Arques.
En la actualidad, con 19 años, Silvia Lloris Nicolás ya ha conquistado dos campeonatos de Europa sub-19, en 2022 y en 2023, y un campeonato del mundo sub-20, en 2022. En el presente, tiene por delante una temporada que puede terminar siendo agridulce en el Levante por el recorte presupuestario que han anunciado hace poco, pero del que es mejor esperar y no avanzar acontecimientos. Y en el futuro inmediato, la llegada a la Selección Española absoluta, vigente campeona del mundo, nada menos, y terminar el Grado Superior de Educación Infantil que está estudiando.
Os dejo ya con la conversación con Silvia Lloris en Spotify, que grabamos en los días previos a las navidades, y que podéis escuchar pinchando en este enlace.
Nota: si tienes Spotify Premium, podrás escuchar las canciones completas que se incluyen en el programa; si no, escucharás un fragmento aleatorio de 30 segundos.
Algunas frases de Silvia Lloris que escucharás en el pódcast:
“Me he adaptado muy bien a Valencia, es muy bonita; se parece a Murcia y la gente que me he cruzado es muy maja. Y lo mejor es que está muy cerca”.
“No hablo valenciano pero entiendo bastante y me gusta que lo hablen”.
“Digo palabras de Murcia que creo que todo el mundo conoce, y cuando las suelto, se quedan… ‘¿¿qué??’. Lo de no pronunciar las eses, es que no quiero cambiarlo, pero lo que me da pena es perder algunas palabras, como el acho”.
“Estoy muy feliz en el Levante, y el tiempo que esté aquí lucharé por ayudar al club y porque esté lo más alto posible. Le estoy muy agradecida al club por cómo me acogieron y cómo me han tratado. Ellos han hecho un gran trabajo cuidándome, me han cuidado como si fuera de su familia. Siempre le estaré muy agradecida al Levante”.
“Somos una de las mejores generaciones (las sub-19). Fuimos campeonas de Europa, con un mes de preparación, y luego nos fuimos otro mes a disputar el Mundial (sub-20). Fue muy complicado, pero hicimos una burbuja con las jugadoras y el cuerpo técnico y pudimos tener ratos de desconexión. Fue la clave del éxito”.
“En el siguiente campeonato de Europa tenía mucha confianza, y te hace dudar: ya lo he ganado, ¿tengo que ganar otra vez? Pero tienes que ser realista y saber que ganar es muy difícil”.
“Tengo a mi abuelo en el cielo y siempre hablo con él antes de los partidos. Es una manera de quitarme los nervios. Y en esa ronda de penaltis [de la final del campeonato de Europa sub-19 de 2023] estuve todo el rato hablando con mi abuelo, todo el rato. Y en ningún momento dudé. En ningún momento me sentí sola. Sentía como una fuerza dentro de mí. Fue un momento que tengo guardado conmigo”.
“Menos mal que la salud mental se ha metido en el deporte de lleno, porque es muy importante. Es indispensable para saber manejar los momentos buenos y también los momentos malos. Imagínate que estás en la final y que cometes un penalti, y tu equipo empieza perdiendo… Saber remontar mentalmente esa situación, esa culpa, y saber que te queda tiempo… No puedes darlo ya por perdido. Es muy complicado. La salud mental es muy importante tanto para lo bueno como para lo malo”.
“Me he criado con mi hermano y con mi tío, que los dos jugaban al fútbol. Y mi madre me apuntó a baile, y yo ahí con un tutú… Se veía que no era lo mío. Y yo decía ‘yo quiero fútbol, yo quiero fútbol, yo quiero fútbol…’. Y mi madre dijo su frase de, ‘pues métete, si no te va a gustar’. Y ese ‘métete, si no te va a gustar’, mira hasta dónde me ha llevado”.
“La etapa de El Palmar fue muy bonita. Teníamos un grupo súper bueno, y un entrenador, Adrián, que lo quiero muchísimo, porque además de un entrenador, sigue siendo como un hermano mayor para mí. Y creo que el estar con los chicos luchando en las ligas más altas de la Región de Murcia, me hizo sacar fuerza para poder competir con ellos, y eso me ha llevado a la Selección Española y al Levante. Siempre me trataron muy bien, siempre me trataron como una más y me dieron la oportunidad de seguir jugando con los chicos hasta que me fui”.
“En el colegio yo jugaba con los chicos y aparte tenía mi grupo de amigas, y ellas eran las primeras en animarme, en entenderme y apoyarme. Yo nunca he tenido ningún problema, pero es verdad que ha existido gente que lo ha pasado peor”.
“Ya sabemos que el fútbol tiene una parte en la que a veces con los padres o con aficionados pasan cosas feas… Y yo eso lo odio. No puedo con las peleas, no puedo. Pero yo siempre he notado mucho respeto y hasta cariño de la gente”.
“Daniela [Arques] ha tenido suerte de venir al Levante. Yo le hablé genial del equipo, y tenemos un grupo muy bueno en el que ella ha encajado genial. La estamos cuidando y ella está madurando también futbolísticamente. Tiene mucho futuro y será de las mejores, porque tiene muchas cosas buenas”.
“Tengo un grupo de amigas que me entienden; tengo mucha suerte de tenerlas. Son un pilar para mí. Siempre sacan un rato para verme. Lo que más me gusta es que aunque pase el tiempo sin vernos, cuando vuelvo, todo sigue igual. Son muy importantes para mí”.
“Mi familia siempre me ha apoyado. Cuando me metí a fútbol, ellos, encantados. Somos una familia muy futbolera. Mi abuela es la más futbolera”.
“El muñeco de Mickey con el que me hice la foto con el trofeo en la final fue un regalo de una persona muy especial. Me gusta mucho Mickey y me habían regalado muchas cosas de Mickey, pero nunca un muñeco. Mi muñeco de Mickey siempre me acompaña”.